Antes de nada: lo de cerrar supermercados ni es un monopolio comunista ni es un invento de Hugo-go. En 1986 el presidente de Brasil, José Sarney (que era y es un cacique del Noreste de Brasil, una gente que no suele tener demasiadas veleidades con el comunismo) y su ministro de Hacienda, Dílson Funaro (logró el cargo por ser el presidente de la CIESP, la patronal de Sao Paulo: su experiencia de gestión se resumía a su fábrica de juguetes) crearon el Plan Cruzado, el plan definitivo para acabar con la hiperinflación que asolaba Brasil en aquél momento. La receta les sonará de los periódicos: congelación de sueldos y precios por un año, recorte de tres ceros en la moneda... De hecho, el presidente Sarney fue más lejos: pidió a la población que actuase directamente contra aquellos que remarcasen los precios - lo que hizo que algunos exaltados ciudadanos (los "inspectores de Sarney") tomasen la justicia por su mano y cerrasen, e incluso saqueasen, los supermercados que subían los precios de los productos.
Obviamente, no funcionó. El Plan Cruzado fue el primero de siete (cuéntenlos) "planes anti-inflación" que en ocho años hizo que Brasil cambiase cinco veces de moneda (de cruzeiro a cruzado, de cruzado a cruzado nuevo, de cruzado nuevo a cruzeiro, de cruzeiro a cruzeiro real, de cruzeiro real a real, siendo que un real (1994) valiese 2.750.000.000.000 cruzeiros (1985) ). Yo estuve allí cuándo pasó: ir al kiosco a por revistas con pilas de billetes de 100.000 y 500.000 cruzeiros - aún tengo algunos - ; que los taxímetros no mostrasen el precio - sino "unidades taximétricas", siendo que el precio a pagar constaba en una tablita que cambiaba todas las semanas - que hasta para comprar una tostadora te constase el precio en dólares - todo muy gracioso, hasta que te das cuenta que tienes que comprar todo lo que puedas el día 1 del mes - porque tu sueldo no valdrá literalmente para nada el día 10.
La cuestión es que no sólo fue Brasil el que implosionó su economía de esa manera. Argentina hizo más o menos lo mismo con el austral. Lo que fascina de Hugo-go es que aún con la evidencia empírica (que te lo pueden explicar los vecinos, coñe) de que esa es una receta para el desastre, tú vayas y sigas haciendo lo mismo.
Todo ésto no me hace sino confirmar lo que ya tenía claro desde hace años - y ustedes ya saben desde hace tiempo: que el bolivarianismo del siglo XXI que con tanto entusiasmo proclaman los pijopunkis de mi ya ex-facultad es un puñetero pufo y que Hugo Chávez Frías es un Populista Latinoamericano de Toda La Vida™ repitiendo, para perjuicio de los venezolanos, las mismas recetas gastadas de siempre.
El populismo es carísimo y conduce, invariablemente, al desastre. Por ese lado, Latinoamérica tiene el camino cerrado. Es la hora de cambiar el chip.
Seguiremos informando.
Obviamente, no funcionó. El Plan Cruzado fue el primero de siete (cuéntenlos) "planes anti-inflación" que en ocho años hizo que Brasil cambiase cinco veces de moneda (de cruzeiro a cruzado, de cruzado a cruzado nuevo, de cruzado nuevo a cruzeiro, de cruzeiro a cruzeiro real, de cruzeiro real a real, siendo que un real (1994) valiese 2.750.000.000.000 cruzeiros (1985) ). Yo estuve allí cuándo pasó: ir al kiosco a por revistas con pilas de billetes de 100.000 y 500.000 cruzeiros - aún tengo algunos - ; que los taxímetros no mostrasen el precio - sino "unidades taximétricas", siendo que el precio a pagar constaba en una tablita que cambiaba todas las semanas - que hasta para comprar una tostadora te constase el precio en dólares - todo muy gracioso, hasta que te das cuenta que tienes que comprar todo lo que puedas el día 1 del mes - porque tu sueldo no valdrá literalmente para nada el día 10.
La cuestión es que no sólo fue Brasil el que implosionó su economía de esa manera. Argentina hizo más o menos lo mismo con el austral. Lo que fascina de Hugo-go es que aún con la evidencia empírica (que te lo pueden explicar los vecinos, coñe) de que esa es una receta para el desastre, tú vayas y sigas haciendo lo mismo.
Todo ésto no me hace sino confirmar lo que ya tenía claro desde hace años - y ustedes ya saben desde hace tiempo: que el bolivarianismo del siglo XXI que con tanto entusiasmo proclaman los pijopunkis de mi ya ex-facultad es un puñetero pufo y que Hugo Chávez Frías es un Populista Latinoamericano de Toda La Vida™ repitiendo, para perjuicio de los venezolanos, las mismas recetas gastadas de siempre.
El populismo es carísimo y conduce, invariablemente, al desastre. Por ese lado, Latinoamérica tiene el camino cerrado. Es la hora de cambiar el chip.
Seguiremos informando.
1 comentario:
Y aquí pueden ver a un hoygan doméstico.
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