viernes, 28 de noviembre de 2008

Lo que nos vamos a reír

El objetivo del terrorismo es crear dolor y caos, en ese orden. Cualesquiera objetivos anejos son eculubraciones. El ataque (más que atentado) de Bombay ha cumplido con creces ambos objetivos. El dolor de 125 muertos y el caos provocado por atacar el centro neurálgico de la inversión extranjera en la India: los hoteles de lujo del centro de Bombay.

Pasemos ahora a las consecuencias anejas: el gobierno indio de Manmohan Singh (a.k.a. el Papá Noel Sikh), enfrentado a la preocupación de la opinión pública extranjera y, sobre todo, al miedo y la indignación de una naciente clase media deseosa de mano dura (y una oposición ultranacionalista que pide venganza) se ve obligado a hacer un gesto contundente en respuesta al ataque. Como es usual en el gobierno indio (independientemente de su orientación política), el hecho de que haya 155 millones de musulmanes en la India es alegremente ignorado (Lord Shiva nos libre): si hay un atentado terrorista de orientación musulmana en la India, la culpa, como no, es de Pakistán.

Y, claro, lo que necesita ya Pakistán para irse a la mierda del todo es una guerra con la India. Aparte del hecho de que ambos países tienen bombas atómicas (hecho que ya de por sí debería preocuparle, señora) el gobierno pakistaní, que no tiene ni tres meses, tiene el doble y peligroso sambenito de ser un gobierno heredado (el actual presidente es el viudo de Benazir Bhutto) y de ser pro-americano.

Lo que puede pasar es que Nueva Delhi le dé una colleja a Pakistán (una incursión en Cachemira servirá) e que Islamabad reciba una llamada telefónica de Washington sugiriéndoles no responder. El gobierno pakistaní puede responder de dos formas a ésta llamada.

Las dos posibilidades asustan: si deciden hacer caso a los Estados Unidos, naturalmente, eso despertará la indignación antigubernamental y antiamericana, debilitando aún más el gobierno Zardari y acercando las posibilidades de un desmoronamiento espectacular del gobierno, dejando la puerta abierta a un gobierno islámico en Pakistán: es decir, Afganistán con misiles de crucero. Y si deciden no hacerles caso, bueno, una guerra entre India y Pakistán. Enough said.

Ante éste escenario del fin del mundo, mi reciente amigo aforado (entendiendo como tal la definición de la R.A.E.: que goza de fuero) me comunica que, para los españoles, la noticia aquí es Esperanza Aguirre dando una rueda de prensa en sandalias (¡con calcetines!) para hablar del susto que ha pasado y que no debía salir de casa en ciertos meses. La portada de El Mundo (como no, el palmero oficial de la condesa) de ésta mañana es especialmente vergonzante en ese sentido.

Miren, no. Si con las cosas de comer no se juega, Esperanza Aguirre está haciendo malabares con hogazas de pan. La culpa es de ella, por bromear con algo tan serio; pero igual culpa tiene un periodismo estúpido y mal enfocado, que se centra en los shows populistas que la presidenta de la Comunidad de Madrid es tan experta en hacer, y se olvida de ocuparse de lo importante, por que, total, es ajeno y doloroso, y, en consecuencia, poco comercial.

Vergüenza debería darles.

Seguiremos informando.


jueves, 27 de noviembre de 2008

Como en los viejos tiempos

Allá durante los tiempos remotos, cuándo mi ordenador llevaba Windows y rebuscaba por las estanterías de los centros comerciales en busca de videojuegos interesantes y baratos, me agencié un juego que se llamaba Trópico. Al juego en sí le pesaba un motor gráfico horrendo (sacado del Railroad Tycoon II, de la misma casa) que lo hacía injugable, pero el argumento inicial era divertidísimo: eras el líder de una isla del Caribe, elegido por métodos democráticos (o no), y tu objetivo era gobernar justamente (o no), tratar bien (o mal) a tu población y luchar contra el peligroso y ateo comunismo internacional (o unirte a la lucha antiimperialista de los pueblos del Tercer Mundo)

Y no sé qué me lleva a la mente éste juego...ah, ya sé, quizás ésto:


Sí, amigos, Dmitri Anatolyevich Medvedev está en Caracas y se ha llevado a unos amiguitos con él: un cachito de la Flota del Norte, incluyendo el crucero de propulsión atómica Pedro el Grande (antes Yuri Andropov) y aquí el amigo de la foto, el destructor Almirante Chabanenko. Aunque el populismo del líder ruso es notable, dudo que el crucero caribeño sea un regalo para la flota porque en Murmansk en ésta época del año se pasa frío.

Más bien es que Rusia ha visto con notable agrado que Estados Unidos, a través de la pirotécnicamente pobre política latinoamericana del gobierno Bush, ha, por decirlo de alguna manera, perdido pie en América Latina. Y visto como China también ha entrado a saco en busca de algo que pescar, la nueva autocracia oligárquica rusa, animada tras la pequeña espléndida guerra con Georgia, ha decidido que es hora de recuperar las viejas tradiciones.

Y la puerta de entrada, como no, ha sido El Hugo, damnificado por la vieja ley de Venezuela ("El Petróleo te lo dio, el Petróleo te lo quitó, bendito sea el nombre del Petróleo") y con sus planes populistas a todo gas, provocando lo de siempre (tras once meses, la nueva moneda nacional "anti-inflación", el bolívar fuerte, se vende en el mercado negro a la mitad de su valor oficial) y ansioso por un amigo.

Ay, los viejos tiempos.

Seguiremos informando.

martes, 25 de noviembre de 2008

Chi ha paura de la notte

Entre los rasgos más destacados de la política populista en general y del populismo de derechas en particular está el dar bandazos espectaculares cada vez que la prensa se centra en un asunto concreto. Así, el escándalo provocado por la muerte a palos de un chaval en la über-pija zona del Balcón de Rosales, reforzado por la ya consabida pero siempre escandalosa laxitud de las regulaciones nocturnas (el local no tenía licencia, y como no tenía licencia, no se puede denunciar a un local que no existe), ha provocado la habitual reacción histérica de la municipalidad, que ha unido lo útil a lo agradable y ha aprovechado para continuar su campaña contra toda música en directo en la capital que no se toque en Las Ventas y que no esté patrocinada por los 40 Principales.

Entramos, una vez más, en la paradoja de la noche madrileña: por una parte nos gusta su vitalidad, su libertad, el hecho de que la droja circule en Madrid con más alegría y fluidez que en otras ciudades famosas por ello (en mis diez meses en Rotterdam, vi fumar canutos en la facultad una única vez. Aquí...estudié Ciencias Políticas en la Complutense, y con ello creo que queda todo dicho), pero, a su vez, tememos reconocer el hecho de que una ciudad que nunca duerme es, por ello, más peligrosa que una ciudad que sí lo hace.

Es incontestable que próximamente viviremos un repunte de la criminalidad en la capital: es inevitable en situaciones de crisis. El ayuntamiento, los ayuntamientos, tienen la obligación de centrarse en proteger la actividad de la noche madrileña en lugar de reprimirla, no sólo por el bienestar de los ciudadanos (que ya sería motivo suficiente), sino porque además es un activo turístico, y en consecuencia, económico, de primera importancia.

Y eso implica un gasto extra en seguridad. Nadie se esperaría de un gobierno de derechas que se privase de contratar policías, pero en un ayuntamiento ahogado por las deudas que Alberto Ruiz-Gallardón ha contraído para llegar a la Moncloa, incluso eso parece complicado.

En todo caso, Madrid de noche ha de ser un lugar seguro, porque es la noche, en gran medida, la que convierte a Madrid en Madrid. Eso implica dejar de poner la seguridad en manos de matones (tal que así) y devolverla a su responsable: el Estado.

Y hablaremos otro día de la música en directo.

Seguiremos informando.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Qué cruz, Dios mío

Antes de nada: ¡Judíos nazis! Si sumásemos zombis a la ecuación ya tendríamos una gran película de la época dorada de la Hummer.

En fin, a lo nuestro. En Valladolid, ciudad en la que tuve el placer de residir y estudiar mi quinto curso de Primaria (por aquél entonces, en la Alta Edad Media, todavía se llamaba E.G.B.) un juez ha ordenado retirar los crucifijos de las aulas de un colegio público. El PSOE de Castilla y León (gente dotada de un innato don para la oportunidad, como prueba nuestro presidente del Gobierno) ha pedido que, ya que estamos, se saquen de las aulas de todos los colegios castellanoleoneses.

Y, por supuesto, se ha desatado una vez más la protesta de los habituales carcatólicos que ven por todas partes la persecución a la religión que practica la mayoría de españoles que tienen suficiente tiempo y suficientes tragaderas para practicar una religión.

Así, el ubicuo cardenal Cañizares ha dicho que por cosas como lo de las cruces y lo de sor Maravillas (otra que) la sociedad española está enferma de cristofobia (olé), que viene a ser como odiarse a sí mismos. Eso dice.

En otro show, el congreso de la Asociación Católica de Propagandistas (cuyo fundador aún tiene en nuestra capital una calle de seis kilómetros a su nombre), pues, bueno, el mensaje de siempre: que no se respeta el derecho a la vida, que la familia está en peligro, que el Gobierno quiere quitar el derecho inalienable de los padres de convertir a sus hijos en cristofreaks beatos como ellos, etcétera y etcétera.

Pero lo más divertido ha sido lo del simpático juez Ferrín Calamita, ese juez de Murcia que bloqueó la adopción por parte de dos lesbianas por sus creencias religiosas (las de él, no las de las futuras mamás). Por más que he buscado no he conseguido encontrar los delirantes comunicados de sus abogados en los que básicamente se declara un mártir por sus ideas religiosas; que el Gobierno no le permite tener ideas ni religión y que ésto es una cruzada laicista. Ésto requiere una puntualización.

Para mí, y para el Estado, el señor Ferrín Calamita, al terminar su jornada laboral, puede hacer lo que le venga en gana. Ir a misa, ir a la mezquita, sacrificar terneros a Cthulhu, lo que quiera. Pero en un tribunal, uno aplica la ley. Y la ley española, votada en el Congreso de los Diputados por los representantes del pueblo elegidos democráticamente, dice que todos los españoles tienen derecho a formar una familia, diga lo que diga el Cardenal, a quien nadie ha votado. Por eso está siendo usted juzgado, juez. Por no hacer su trabajo.

Que todavía estemos con ésto. Qué cruz.

Seguiremos informando.


viernes, 21 de noviembre de 2008

Faldas de colegiala

Lo fantástico de ser Esperanza Aguirre es que puedes ignorar perfectamente el hecho de que en democracia uno es elegido para servir a toda la ciudadanía (al fin y al cabo, ésto de la democracia es un petardo) y se puede dedicar uno a lo que realmente ha venido, que es a gobernar exclusivamente para el electorado propio.

Lo de la subvención al uniforme escolar, uséase, una medida dedicada exclusivamente a los padres que ponen a sus hijos en colegios de curas (y no me vengan con lo de colegios privados laicos: hay como tres), es decir, a gente de natural inclinada a perpetuar al cardado de doña Espe en su confortable despacho de la Puerta del Sol, es, como no, una muestra más del populismo de derechas descarado al que Espe nos tiene acostumbrados; that's not news.

Uno, que es un pervertido desde hace tiempo, podría hacer chistes sobre el incremento de las falditas de colegiala que la brutal política en contra de la educación pública de Esperanza y sus secuaces está produciendo en las calles de nuestra comunidad.

Pero como saben, me tomo éste tema en serio, y no hago chistes.

El drama en ésto está que, para los medios de comunicación y para la opinión pública, Esperanza Aguirre es una figura política nacional. Esperanza Aguirre gobierna la Comunidad de Madrid única y exclusivamente para hacerle oposición a José Luis Rodríguez Zapatero. Es la peor clase de oposición: la que puede ejercer alguien que tiene dinero para tirar en populismos como éste, y, lo que es peor, no lo recauda a través de impuestos directos. La segunda consecuencia es sabida por todos y es que dado que Espe es una figura política nacional, quién le da la réplica en la tele no es Tomás Gómez, sino María Teresa Fernández de la Vega o Pepe Blanco.

¿Quoque tandem?

Seguiremos informando.


jueves, 20 de noviembre de 2008

Ubi pus, ibi evacua

Todos tenemos, o hemos tenido, granos. Se producen cuándo un poro de la piel se infecta. El cuerpo combate la infección, y los glóbulos blancos y otras células muertas en el proceso se acumulan en el poro. El poro se hincha, y se hincha, y tenemos un grano. Reventar los granos ajenos es, para mucha gente, divertido. En cambio, reventarse los propios granos es un proceso molesto cuándo poco, doloroso muchas veces. Pero hay que hacerlo. La máxima latina que da título a éste artículo es muy clara: "Si hay pus, hay que evacuarlo."

El franquismo fue una infección en la Historia de España. La herida se la produjo la propia II República, un corte en el tejido de la Historia provocado por quienes pretendían democratizar y modernizar España de forma acelerada en una España y en una Europa donde la democracia y la modernidad habían pasado de moda. Pero la infección se hizo más grande que la herida; creció, mutiló y pudrió, convirtiéndose en un rasgo característico: era imposible mirar a la cara de España sin ver aquél bulto amarillento y violáceo desfigurando el rostro de nuestro país.

Llevamos 33 años intentando maquillar ese bulto. Y en gran medida, lo hemos conseguido. Pero la herida sigue ahí, y lo que es peor, de vez en cuándo suelta pus, lo que la hace aún más vergonzosamente obvia. Y cada vez más gente ve que mientras que cada vez más países ya han purgado sus heridas (en muchos casos, con nuestra ayuda entusiasta: recuerden, es divertido reventar granos ajenos) y no necesitan maquillaje para mostrarse al mundo, nosotros seguimos con ese manchón bajo nuestros ojos.

Cada vez más personas, con cada vez más fuerza, piden reventar esa herida que nos desfigura, y soltar el pus que nos avergüenza. Pero o se teme el dolor, o se teme la vergüenza, o, directa y absurdamente, se echa la culpa de la infección a la herida. En todo caso, la herida sigue ahí, su pus también, y no nos curaremos hasta que pongamos los dedos, presionemos fuerte, y soltemos todo lo podrido que se guarda debajo. Y quizás entonces ya no necesitaremos maquillaje.

Ubi pus, ibi evacua. Sigue siendo la hora.

Seguiremos informando.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Esperen a los burócratas

Es dudoso que la tan mentada cumbre del G-20 haya servido para algo per se. Como bien se sabe, en el sistema internacional no son los grandes líderes los que toman las grandes decisiones, sino las aburridas conferencias multilaterales, tras meses y años de extensísimas reuniones en varios continentes, inacabables discursos en birmano y toneladas de papel, tóner y botellines de agua mineral.
La pregunta era si la cumbre de Washington daría los pasos necesarios para que una conferencia de éste tipo se produjese. La respuesta es no, pero eso se daba por sentado. Quizás en cumbres posteriores se decidan a dejar las cosas en manos de los burócratas. Mientras tanto, el primer paso puede darse ya mismo.
Una cosa, para mí, queda clara desde el principio: el capitalismo, como sistema económico, es el mejor, siempre y cuándo sus fallos sean controlados y compensados por un estado democrático. Así pues, el primer paso es recuperar, en las economías desarrolladas, los frenos y contrapesos aplicados al mercado que tan alegremente fueron tajados en los días de gloria del neoliberalismo reaganista. Y ya, a posteriori, tras la última reunión y el último discurso y el último botellín de agua, montar una institución internacional que intervenga en los mercados globales evitando desastres como los que acabamos de ver.
Soy un optimista, lo sé. Pero es que las alternativas son mucho peores. Los populismos autoritarios crecen como setas en condiciones como éstas. Y ahora no hay URSS para compensar el nacionalismo neofascista. Tengan miedo. O no.

Seguiremos informando.

martes, 11 de noviembre de 2008

Aclaración

Y yo que me enorgullecía tanto de mi florido verbo:

La fiesta en La Parada de los Monstruos es éste sábado 15 a las 22 horas, como antes indiqué. El viernes 14 sigue siendo mi cumpleaños.

Seguiremos informando.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Cascotes (VIII)

Las decisiones que no se quieren tomar

Mientras algunos se preguntan ¿qué hacemos con Afganistán?, otros se preguntan ¿qué hacemos en Afganistán?. La intención manifiesta, en 2001, era pillar a Bin Laden, pero ahora mismo el mandato de la ISAF es una difusa componenda destinada a conservar a algunos jefes tribales en detrimento de otros jefes tribales, mientras el opio fluye y los Kalashnikovs también. Y la solución, como siempre, es la misma: si queremos imponer la paz y la democracia en Afganistán hacen falta más soldados, más equipamiento, y, sobre todo, que en Occidente se entienda que no se puede imponer un sistema político en un entorno directamente hostil sin cadáveres. La otra opción es dejar a Afganistán en manos de los afganos para que se sigan matando entre sí y para que conviertan el país en un parque temático con casino y huríes. Lo peor de todo es que, siendo brutalmente cínicos, para la mentalidad de los países de la ISAF, incluido el nuestro, la situación es la que se quiere mantener: a cambio de unos cuántos muertos al año, se conserva la buena consciencia de que se hace algo por Afganistán, cuándo en realidad, la democracia sigue lejos y la paz es una falacia. ¿Alternativas?

Las decisiones que no se deben cuestionar

Aprovechando que el Sacramento pasa por California el cardenal-arzobispo de la diócesis capitalina ha soltado unas deliciosas declaraciones solicitando un referéndum respecto a los matrimonios homosexuales. En algunos sectores ha sorprendido el súbito amor por la democracia de una Iglesia que nunca le ha sido muy favorable, pero rompamos una lanza por los curas, caramba: en vez de mandar a Rouco directamente al peo, recordémosle que el matrimonio homosexual ya ha sido refrendado en las urnas. Dos veces. En 2004, porque el matrimonio gay estaba en el programa del PSOE, que, recordemos, ganó, y, en 2008, la suma de partidos políticos en pro del matrimonio gay sacó más votos que la suma de partidos políticos en contra. Pero hay más. En opinión de éste su corresponsal, los derechos civiles, como el derecho al voto, la libertad de cultos o el derecho a formar una familia (que es de lo que estamos hablando) no deben ponerse en consideración política, salvo para su amejoramiento. Las generaciones futuras jamás pueden tener menos derechos que nosotros. Lo contrario es populismo filodictatorial y demagógico. Y aquí nos acercamos más a la tradición religiosa hispana.

Las decisiones que deben tomarse pronto

Que David Horsey nos ponga en antecedentes:

Sí, amigos, Vladimir Vladimirovich Putin y sus muñecos le han hecho una pregunta al nuevo presidente Obama de forma muy gráfica: ¿van a seguir los Estados Unidos jugando con fuego en el hinterland ruso? Seamos claros: es francamente dudoso que Rusia vaya a democratizarse en el corto y medio plazo: ocho años de Yeltsin y ocho de Putin han convencido a los rusos de que la dictadura es mejor (imagínense como fue) y, lo que es peor, las nuevas generaciones han preferido y prefieren votar con los pies y emigrar antes que trabajar por una Rusia mejor y más democrática. Así pues, no se hagan ilusiones: la intención rusa es crear un cinturón de seguridad bajo la férula rusa. Y después de lo de Georgia, queda claro que los EE.UU no van a mover un pelo. Medvedev quiere que ésto siga siendo así. Creo que será atendido.

Seguiremos informando.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Paciencia con un pobre viejo

Sí, amigos, el próximo viernes 14 un servidor cumple 27 años. Pretendo celebrarlo en comandita con otro señor igualmente réprobo, y solicito (solicitamos) la compañía y conversación de los que bien nos quieren.

Si me quieren lo suficiente (y si no, bueno, igualmente serán bienvenidos) estaré a partir de las 22h. en La Parada de los Monstruos, en la calle del Castillo, no recuerdo el número (pero es impar) entre las calles de Eloy Gonzalo y Sagunto; en la puerta hay un escalón prácticamente insalvable para los bajitos y los alcoholizados. Metro Iglesia.

Antes de esa hora habrá cuentacuentos y cuentachistes, pero dado que es imprescindible la puntualidad, recomiendo encarecidamente que se pongan en contacto conmigo o con el James si piensan venir.

Seguiremos informando.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Momento friki donde los haya

Innecesario es decir, a éstas alturas del campeonato, lo mucho que me gusta The West Wing, o en nuestro idioma, El Ala Oeste de la Casa Blanca. Hablando con mi amigo Dani el otro día, comentaba lo mucho que me recordaba la campaña de Obama a la serie, e incluso las cosas que tenían en común el candidato Obama y el personaje interpretado por Ramón Estévez (a.k.a. Martin Sheen).

Aquí a su izquierda, Josh Lyman, vice-jefe de gabinete del presidente Bartlet: uno de mis personajes favoritos de The West Wing. Tímido en su vida personal, implacable e irónico en su vida profesional, es un maestro de la política a pesar de su juventud y es una de las figuras más reconocidas dentro de la política de Washington.
Y aquí a su derecha, el representante del 5º distrito de Illinois, Rahm Emanuel, conocido como "Rahmbo" y presidente del Comité Electoral Demócrata del Congreso: el responsable de decidir quién, dentro del Partido Demócrata, es digno de candidatarse a un escaño en el Congreso; y una vez decidido, organizarlo todo para que sea elegido. Al igual que Josh, es judío, tiene una lengua viperina reconocidamente feroz y es extremadamente competente en su trabajo.
A pesar de que Josh Lyman fue, sobre todo, un personaje creado por Aaron Sorkin a la medida de su amigo Bradley Whitford, Emanuel es, reconocidamente, una de las principales inspiraciones para el personaje de Josh, según, entre otras fuentes, éste artículo de Rolling Stone de octubre de 2005.

Bien, pues. Si no recuerdo mal, al final de la serie Josh Lyman se convierte en el jefe de gabinete (chief of staff) del nuevo presidente electo Matt Santos (Jimmy Smits) el primer presidente de los Estados Unidos procedente de una minoría étnica.

¿A que no saben una cosa?

Seguiremos informando.

Otras notas electorales

- El otro lado de las cosas: Obama ha llevado a más negros e hispanos a las urnas que nunca. Los negros y los hispanos tienden a ser más religiosos y, en consecuencia, más conservadores en lo moral. Resultado: el matrimonio gay ha sido prohibido por referéndum en tres estados. Uno de ellos, escrutado al 90%, es California.

- Ted Stevens, sorprendiendo a propios y a extraños, tiene ventaja en su reelección. Confirmado: es el Carlos Fabra americano.

For now, the day has come. Enjoy it, people.

Seguiremos informando.

Un año

Ruina Imponente cumple un año, y, desde aquí, deseo seguir con ustedes, que me leen, y compartir con ustedes lo que sé, lo que siento y lo que opino, para convertir a éste en su blog en una referencia cultural de pro y uno de los alimentos intelectuales de generaciones de españoles.

Y deseo celebrarlo con ésto:



Seguiremos informando.

Notas del miércoles por la mañana

Barack Obama va a ser el 44º presidente de los Estados Unidos de América. He seguido la votación, toda la noche, por la CNN, junto con los igualmente fatigados e infatigables Dani y Teresa. Ahora estoy muerto de sueño, con siete largas horas de trabajo aún por delante. Pero hay ciertas cosas de las que hay que hablar.

Ésta elección tendría que ser, y en gran medida fue, la derrota de una idea de Partido Republicano. Del partido que defendía al pequeño negocio y al pequeño empresario, el escaso gasto público, el aislacionismo y el anticlericalismo que impregna la Constitución estadounidense; se pasó al partido de la gran empresa y del gran especulador, al partido del pork y del gasto público exacerbado y el déficit, al partido de la política exterior del Tomahawk, al partido de los cristianistas de tratado Chick.

Muchos centristas, y muchos republicanos moderados, repugnan de Bush y de su caterva de secuaces. Ésta elección iba a ser la que echase a patadas a Bush, a Rove, a Cheney, a Rumsfeld y a los demás.

Y ha sido así, pero no ha sido solamente ésto.

Ha sido, y ésto es posiblemente lo más importante, una reconciliación de la mayoría del pueblo de los Estados Unidos con la democracia. Por una parte, la recuperación del reconocimiento de la capacidad del individuo de sobrepasar, a través de la organización y de la cooperación, las barreras de un sistema desigual e injusto. Y por otra parte, el sorprendente descubrimiento de que los Estados Unidos pueden sobrepasar la barrera del wasp.

Soy, somos incapaces de comprender así, de primeras dadas, qué supone la elección de Barack Obama para los afroamericanos. Para la generación que luchó por los derechos civiles, para sus hijos y para sus nietos, estaba grabado en piedra que no verían a un presidente negro mientras vivieran. "No para ésta generación", se decía: y los hechos parecían confirmarlo. Obama es el quinto senador negro de la historia, y el tercero elegido por elección directa; durante sus cuatro años en el Senado, fue el único. Nadie se esperaba ésto. Ver las lágrimas correr por los ojos de tanta gente; la emoción en tantas voces, ha sido para mí uno de los puntos álgidos de la noche.

Y el mérito de todo ésto pertenece, más que a nadie, al propio presidente electo: Barack Hussein Obama. Primero, por su insistencia en evitar la confrontación y fomentar el diálogo en un sistema político, en una cultura política que incentivan exactamente lo contrario. Segundo, por su indudable capacidad oratoria, en la que se puede ver, como una marca indeleble, el estilo y la cadencia de la gran tradición de la predicación protestante negra estadounidense, de la cuál Martin Luther King (del cuál se ha hablado y se hablará mucho) fue posiblemente el máximo exponente. Y por último, y creo que lo más importante, por la (finalmente) ruptura con una terrible tradición política estadounidense, y que se ha sido extendiendo por otros sistemas políticos, que es basar la propaganda electoral en el hecho de que el votante es estúpido y que su elección estará marcada por intereses externos irracionales o vagamente racionales. A lo largo de la campaña, donde otros políticos hubieran preferido soltar frases hechas milimétricamente diseñadas para evitar que los problemas afectasen a su campaña, Obama ha preferido enfrentar los problemas y explicarlos con el aplastante poder de la razón y de su oratoria.

Obama no es perfecto. Ni siquiera es tan de izquierdas (y menos con un Congreso sólo nominalmente demócrata). Pero tiene un factor que lo hace diferente y que, posiblemente, sea el que determine su presidencia y la manera en la que afectará al mundo. Todo indica que, como las personas extraordinarias, su intención es doble: primera, aparentar que es una persona común y corriente; y segunda, canalizar el poder de las personas corrientes en beneficio de todos.

Seguiremos informando.

martes, 4 de noviembre de 2008

Dixville Notch

El párrafo 1 del capítulo 3º del Código de los Estados Unidos dice que las elecciones a cargos federales deben realizarse el primer martes después del primer lunes de noviembre. Noviembre fue la fecha que eligieron los primeros legisladores debido a que, como en noviembre nada se cosecha, nada se planta y tampoco hay tanta nieve, ir a votar no es un inconveniente para nadie.

Tomando ésta ley al pie de la letra, en un pueblucho de Nueva Hampshire, Dixville Notch, la noche del lunes todo el pueblo se reúne en el salón de baile de la taberna local y a media noche en punto votan todos. Los votos son contados y se publican: los primeros votos publicados de la elección presidencial. Si son frikis como yo, se acordarán de un episodio de El Ala Oeste de la Casa Blanca que trataba de unas elecciones así.

Son las 9 de la mañana, las 3 en Nueva Hampshire: Dixville Notch, y los pueblos de alrededor, ya han votado y sus votos ya han sido publicados y contados. Han empezado las elecciones en los Estados Unidos.

Las encuestas dicen que las posibilidades de McCain de ganar éstas elecciones oscilan entre un 2 y un 4%. Aún así, ¿quién sabe? Es parte de la emoción de un sistema electoral tan peregrino y folclórico como el de los Estados Unidos, donde hay sitios como Dixville Notch, y colegios electorales, y máquinas de votar, y papeletas mariposa.

También el hecho de que se celebren numerosas elecciones a la vez: algunas tan inanes como la de elegir al juez del condado, o al inspector de sanidad; otras tan importantes como el referéndum sobre la prohibición del matrimonio gay en California. Si siguen el recuento y leen algo de Proposición 8, es eso.

Éste blog, innecesario será decirlo, es favorable a la elección de Barack Hussein Obama como presidente de los Estados Unidos de América. Así que si de alguna manera usted puede participar en la votación y mi opinión le cuenta para algo, vótele. Y si además vive en California, vote "no" a la proposición 8: porque toda persona tiene el derecho de formar una familia, tener hijos y llevar una mediocre pero encantadora vida burguesa.

Por cierto: en Dixville Notch, como en todo el interior de Nueva Hampshire, son fervientemente republicanos. Independientemente de lo que hiciera el resto del país (lo cuál les inhabilita para ser un modelo estadístico de nada) han votado al candidato del Grand Old Party desde 1972.

Resultado de ésta medianoche: Obama 15, McCain 6, Ron Paul 2.

Know hope.

Seguiremos informando.