viernes, 29 de febrero de 2008

Supervivientes: FARC

Con tres televisiones públicas a las que alimentar de programación y terminados ya los temas de posible arenga en Aló, Presidente, el gobierno venezolano presenta un nuevo show para la diversión y el entretenimiento de las masas bolivarianas.

Sí, amigos, porque viendo por televisión las "dramáticas escenas", implicando helicópteros, citas a ciegas en lugares ocultos, gobiernos nacionales implicados, los rescatados llorando a la llegada, Chávez suplicándole a Marulanda que "mueva a los retenidos de sitio"... Con todo el respeto del mundo, es algo realmente enternecedor, pero en el momento en el que pones una cámara de televisión a propósito se convierte en el reality-show más caro y elaborado que ha visto Sudamérica.

Y por si fuera poco, el que faltaba para el duro se ofrece para entrar en la casa: sí, amigos, nuestro amigo Monsieur le President, a quién, como ha quedado más que claro, le gusta más una cámara que a mí el Kentucky, quiere ir a la jungla a por la senadora desvalida.

Uno puede tomarse éstas cosas por el lado sórdido-festivo y hacerse las preguntas de rigor: ¿se llevará a la Bruni? ¿Irá en un Dassault prestado un algún amigo trillonario? ¿Pagará Paris a las FARC en armas, en oro o en euros (dólares no, gracias)?

Pero es que lo piensas en serio... y no, no puedes. Déjemoslo ahí.

Seguiremos informando.

jueves, 28 de febrero de 2008

No es a Zapatero a quién voy a votar

Estoy en casa con una gastroenteritis vírica (otra más) que ya se me va pasando. Ofrecí a mi jefe acercarme ésta tarde al curro para hacer el turno, pero me ha dicho que ya tengo sustituto y que no hace falta que vaya hoy. Así que aquí estoy, intentando pasar la mañana de la forma más civilizada posible.

Justo cuándo le estaba echando flores a mi estimado amigo Hidalgo por su artículo de hace un par de días, va y me suelta ésto. Y por si fuera poco, pone un enlace a una página web que solicita cienes y cienes de contribuciones tal como esa.

Y no puedo estar más en desacuerdo.

Que nadie me entienda mal: admiro muchísimo a José Luis Rodríguez Zapatero. Encuentro admirable que siendo un tipo de mi edad consiguiese convencer a una agrupación compuesta fundamentalmente de mineros muy cabreados (remember, 1986) para que le hicieran su representante en el Congreso. Encuentro admirable que consiguiera pacificar el saco de gatos que era el PSOE en 2001 y volver a levantarlo como fuerza electoral y de progreso. Encuentro admirable que, teniendo éxito o no, haya mantenido su coherencia e integridad a lo largo de la legislatura. No lo conozco personalmente, pero seguro que es una persona encantadora y de lo más agradable.

Pero a pesar de que su nombre está en la papeleta que voy a depositar el domingo 9, no es a él a quién voy a votar.

Voy a votar al Partido Socialista Obrero Español.

Llamadme friki del sistema parlamentario, pero recordemos que el nombre de Zapatero no va a aparecer en las papeletas de como mínimo 80% de los españoles que van a votar al PSOE. Siento si con ésto estoy en contra de la política de propaganda oficial del partido, pero mi voto no es personalista. Voto por unas ideas.

Voto por la idea de una España que asuma definitivamente el cambio de posición de la religión en su sociedad de la forma más justa y democrática posible: restringiéndola exclusivamente al ámbito privado.

Voto por la idea de una España que, dentro de las obvias limitaciones políticas que impone una economía globalizada y la pérdida de soberanía económica cedida en aras de la integración europea, tenga un gobierno que trabaje por la justicia económica y social.

Voto por la idea de una España que se haga cargo de que no podemos dejar que la UE se convierta en un paladín del neoliberalismo económico, interviniendo en la medida de lo posible para articular mecanismos paneuropeos de Estado del bienestar.

Voto por la idea de una España que asuma definitivamente su federalismo.

Voto por la idea de una España en paz. Voto por la idea de una España sin miedo. Voto por el fin de una política basada en el insulto y la sospecha infundada.

¿Que Zapatero tiene una sonrisa tranquilizadora? Sea. Pero mi voto vale más que eso. Que se enteren en Ferraz.

Seguiremos informando.

martes, 26 de febrero de 2008

¿Es que nadie piensa en las niñas?

Pues Rajoy .

Y mi estimado amigo Hidalgo también.

Carlos lleva tiempo intentando convencerme de que escribo mejor que él. Hoy me ha dado la razón demonstrándome que es mentira.

Seguiremos informando.

Yo confieso

Podía haberlo oído entero, por la radio, pero no lo hice. Al final no hubo partida de pub quiz (lo que, aunque no nos descalifica de la lucha por el Jamón, obliga a la máxima concentración y quién sabe, traerse un arma secreta, como el tío friki del Modoso o, de manera más realista, al Gentleman) así que me quedé en casa y, de hecho, puse la radio, dispuesto a tragarme el debate.

Pero cuándo oí a Mariano repetir por cuarta vez lo de "ushted deje de hablar de sifras macroeconómicas, que los españoles no entienden" no pude más. Para empezar, eso de que "los españoles no entienden" es una burda generalización; no lo entenderá usted, o la maruja de 67 años que es su votante objetivo, pero yo, por ejemplo, sí lo entiendo. Para seguir, sacar los índices inflacionarios cuándo en todo el mundo han subido los precios al consumo (para contrarrestar las diatribas marianistas sobre el incremento del precio del cochino bastaría comparar los incrementos de precio entre los países de la Unión) es una demagogia como un castillo.

Y como yo la demagogia no la estomago (es una reacción atávica indigna de un politólogo de pro, sorry) apagué la radio y me refugié entre los acogedores pliegues de mi edredón.

Las encuestas de hoy son sorprendentemente unánimes en el hecho de que Zapatero, al parecer, lo hizo mejor que Rajoy. La prensa de derechas, para salvar los muebles, indica, como si fuese noticia, que Zapatero estuvo "acorralado" y "a la defensiva". Malamente sería que el Gobierno pusiese a la defensiva a la Oposición (como diría Jon Stewart, "Yeah! Down with the people who is already down!"). Se sabe que ser Gobierno es saber encajar golpes con prestancia; dudo que Zapatero estuviese excesivamente brillante (todo el mundo estaba muy nervioso y, como ya dije, el presidente tiene muchas cualidades pero no la de orador) pero lo más probable es que no perdiese demasiado los papeles.

Siguiendo con la campaña, leo que Mario Vargas Llosa ha decidido apoyar al partido de Rosa Díez, ese que en principio va a sacarle votos al PSOE (cuándo fui a Fitur, me encontré un piquete de UPyD en la puerta; repartiendo panfletos estaba un señor de sesenta años, jersey azul de punto y el ABC bajo el brazo; el electorado joven y progresista, vamos). Vargas Llosa no me parece precisamente brillante como escritor (aunque reconozco que Pantaleón y las Visitadoras me resultó gracioso) pero desde que en 1990 perdió unas elecciones que daba por cantadas ante un japonés en poncho el pobre hombre piensa que todo el mundo es idiota menos él. Y ahora va por el mundo representando al seudo-conservadurismo intelectualoide de nariz levantado (cuyo lema es "el izquierdismo es para la plebe estúpida") cuyo máximo representante patrio es, como no, Fernando Savater.

Seguiremos informando.

lunes, 25 de febrero de 2008

Días de Cine: Que sí, que vale

Ahora ha sido Bardem el que lo ha hecho todo solito. Él sólo se ha ido a Hollywood, ha dirigido, producido y escrito la película por la que se ha llevado el Oscar, y por supuesto ese corte de pelo se lo ha hecho voluntariamente.

El patrioterismo de la prensa escrita hispana va a llegar a niveles extremos durante los próximos días, y no va a ser precisamente bueno, porque No Country For Old Men, como ya dije antes, no es una película fácil de ver y de entender.

Yo, por mi parte, estoy encantado: fan de los Coen como soy (aunque confieso que me faltan unas cuántas piezas por ver, más notablemente Barton Fink y Sangre Fácil) no puedo sino aplaudir con las orejas ante el triunfo de mis judíos de Minnesota favoritos.

And now for something completely different: mañana no me pregunten acerca del debate, pues probablemente (a no ser que definitivamente no tenga sitio donde dormir) estaré participando en una iniciativa colectiva para que el grupo de réprobos con el que me junto se agencie un jamón del cuál no partiré (el único y reconocido fallo que tengo en mi casi completa españolización es que no me gusta el jamón serrano)

En todo caso, no creo que pase nada inesperado; Zapatero, definitivamente, no es Demóstenes, pero Rajoy tampoco es Filipo de Macedonia precisamente.

Seguiremos informando.

domingo, 24 de febrero de 2008

Weekend Update

No ha sido la mejor de mis semanas, no, aunque podía ser peor; en ciertas culturas, lo que me ha pasado ésta semana acabaría en duelo a navajazos, con el superviviente siendo atendido a base de emplastros de esparto embebidos en orujo; aunque sé que a algunos de vosotros le gustaría verlo, la verdad es que prefiero seguir vivo.

Y lo hago, a mi modo.

Vamos con las cosas de comer: la campaña electoral ha empezado, y el PP ha elaborado nuevos carteles donde la pose rígida de Rajoy (en la cuál parecía una vieja y se podía intuir cierta baba deslizándosele por las comisuras de la boca) ha sido sustituida por una imagen de Rajoy en un mitin, imitando los pósters del PSOE. Y al igual que con la primera serie, la segunda también desencadena la pregunta "¿No había otra mejor?" La mirada de Rajoy en esa foto es la de un hombre que lleva sin comer desde hace cuatro mítines y acaba de descubrir en un rincón la bandeja de pulpo a feira.

El PP se encomienda a San Paro y San Terrorismo versión txapela, as usual. Los anuncios por radio y televisión llegan a ser risibles en su catastrofismo.

Mientras, en el resto del mundo, más cosas: supongo que el tema de mañana por la mañana será Cuba y su más que probable división de poderes (desde aquí mi quiniela: Raúl como comandante en jefe, Lage como presidente del Consejo de Estado)

Y como les llevo diciendo un buen rato, ojo a Kosovo.

Estoy realmente cansado. Ya me abundaré posteriormente.

Seguiremos informando.

martes, 19 de febrero de 2008

Provocadores y provocados

Hermoso show el montado por los pijopunkis en mi alma mater; he pasado demasiado tiempo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense como para no hacerme la composición exacta de lo que ha sucedido sin necesidad siquiera de estar allí.

Lo de los pijopunkis, de hecho, ha alcanzado niveles preocupantes. Con su anodino lenguaje, basado en los futuros imperfectos (¿la revolución será? Coño, si eres revolucionario de verdad, la revolución es o no es, porque la estás haciendo tú) en el popurrí de cientos y cientos de campañas y consignas dispuestas al placer de cada cuál (de ideas de verdad, pocas) y de la tendencia a simplificarlo todo de la manera más deleznablemente maniquea del universo, han literalmente volatilizado toda diversidad política en la facultad que, por definición, más diversa debía ser. Ahora en mi facultad, o se es pijopunki o se es pijo a secas (con la honrosa excepción de los frikis, grupo en el que siempre me he enorgullecido en participar)

Y lo más fascinante de todo, han hecho exactamente lo que Rosa Díez quería que hiciesen. Si María San Gil, Dolors Nadal y ahora la señora Díez van a éste tipo de actos en facultades netamente pijopunkis, no es precisamente para que entregados pijillos las escuchen con arrobo. Es para que les echen de todo, pudiendo así articular el discurso victimista que las ramas vasca y catalana del bigotismo (y su seudoextensión nacional, la UPD) utilizan como principal argumento electoral. ("argumento", quicir) y, ya de paso, acusar al Gobierno de permitir que éstas cosas pasen en un país tan ordenado y de bien como el nuestro.

La respuesta sensata de izquierdas es la que yo hubiera hecho sin dudar si hubiera estado allí: me hubiera apalancado en el ordenador de Dadillos (o sacado el Guillotine, si estuviera ocupado) y dejar sola en su insulso mensaje victimista a la señora Díez, que es lo que los españoles harán a mayor escala el 9 de marzo.

Seguiremos informando.

Las jóvenes promesas

Fidel lo deja. En su ampuloso lenguaje (mucha revolución y mucha leche, pero siempre ha sido antes que nada un abogado cubano y en su habla no hay lugar para concisiones) dice que no quiere que el Parlamento cubano le aplauda de nuevo en su recorrido hacia el sillón.

Raúl es, naturalmente, un período de transición. No dudo que la idea predominante dentro del Partido Comunista Cubano es seguir paso a paso el proceso que hicieron los chinos, manteniendo la dictadura del partido y ganando infinitas cantidades de dinero en el proceso.

Dudo de su eficacia; primero, porque los cubanos no son chinos: para los chinos, una dictadura militar-burocrática como la que tienen ahora no es una situación circunstancial, es fundamentalmente un ideal político y religioso (el gobierno de los ilustrados y de los ancianos, que preconizaba Confucio.) Los cubanos siguen siendo caribeños y aceptarán con alegría alternativas.

Mi preocupación es que, si ahora ésto cae, Cuba se vea invadida y, lo que es peor, gobernada, por el exilio de Miami, gente que lleva cincuenta años fuera de Cuba, período donde cualquier atisbo de realidad se ve sustituido por una vaporosa fantasía.

El dado ha empezado a rodar, amigos. Vamos a ver de qué lado cae.

Seguiremos informando.

lunes, 18 de febrero de 2008

Cuándo vienes a casa me pillas en la cocina

Se nota que me hago mayor y empiezo a desarrollar un callo en éstas cosas. Ayer me fui a la cama siendo el tipo más miserable del universo; y sin embargo me he despertado como una rosa. La catarsis de ayer me sentó muy bien.

Así que en lugar de desarrollar una carrera de poeta romántico francés (que no da mucho dinero, pero ponerte ciego de absenta Pernod, te pones) ya estoy aquí de nuevo para hablar de política.

Éste fin de semana le pregunté a mis amigos sociólogos: ¿cuán cocinada está la encuesta del CIS?

Respuesta: un porrón. Todos los medios están cocinando las encuestas, como siempre se ha hecho, pero, por increíble que parezca, en éstas elecciones, todas han sido cocinadas en contra del Gobierno.

Lo de ayer en Público fue épico. ¿El PP segundo partido en Cataluña? ¿Estamos hablando de ese PP de "La OPA debe evitarse para que Endesa siga teniendo su sede en territorio nacional"? ¿Ese PP del "los niños deben aprender castellano e inglés, pero el catalán es innecesario"? ¿Ese mismo?

La verdad es que no es mala idea. Manipular las encuestas en tu contra es algo que no genera críticas del contrario (salvo de Llamazares, pero a Llamazares no se escucha ni a sí mismo), puede posteriormente ser aplicado a tu favor (si tienes margen de maniobra) y, sobre todo, cumple con tus intenciones declaradas de acojonar a la gente con el regreso del bigotismo y sus adláteres.

De hecho, ver los datos puros da una idea bastante clara de por dónde van realmente los tiros. En la misma encuesta de Público (la segunda parte publicada hoy) el porcentaje de votantes del PP que piensa que va a ganar Rajoy es del 33,8%. El porcentaje que piensa que va a ganar Zapatero es... del 33,8%. No es un optimismo demasiado exacerbado, que digamos.

En fin, sea. Vamos a ver si la estrategia de la cocina da resultado. Si no, que Jehová nos coja confesados.

Seguiremos informando.


domingo, 17 de febrero de 2008

Crónicas de un falso cultureta (II)

Si ustedes leen éste su blog para informarse o obtener comentario sarcástico sobre la vida y obra de los que pueblan nuestro mundo, no sigan leyendo, porque éste no es un artículo de esos.

Es un artículo de catarsis. Catarsis de las que te dan cuándo te destrozas el alma y no tienes un martillo pilón a mano. Oh, sí, la vida sentimental de Thiago. Salgan, que salpico.

Hace ya cinco años (si no recuerdo mal), tras una noche similar en un apartamento de la calle José Abascal, en el que salí con exactamente la misma sensación que escribo ahora, escribí una catarsis por escrito similar. Ese texto se ha perdido en el abismo de la historia, y los involucrados viven una ajetreada pero feliz existencia en una ciudad de provincias.

Esa noche aprendí algo.

Esa noche aprendí que uno puede hacer las cosas bien, ser el perfecto caballero, y seguir siendo rechazado.

Y, como ahora, no supe qué sentía.

Porque en realidad, ahora mismo tendría que estar maldiciendo a todo Dios. Y, sin embargo, no puedo sino echarme la culpa a mí. Como entonces. Porque yo mismo me he condenado.

Yo mismo me he condenado convirtiéndome en una persona tan tremendamente especial (especial en un sentido empíricamente neutro, si tengo alguna imagen de mí mismo ahora mismo no es precisamente buena) que cuesta Dios y ayuda encontrar a alguien, sea del sexo que sea, con quién sentirse realmente a gusto.

Yo mismo me he condenado al defender de forma tan cerril mi manera de ser que he rechazado tantos y tan buenos consejos de tan buenos amigos que me incitan a convertirme en alguien más interesante y atractivo. Rechazado por miedo a convertirme en la caricatura de algo de lo que alguien podría enamorarse, sólo para verse vilmente decepcionada al encontrar mi verdadero yo bajo la crosta.

Yo mismo me he condenado al dejar crecer en mí un miedo tan atroz a meter la pata, que me convierto en una masa estúpida y gelatinosa que no hace sino meter la pata. Yo mismo me he condenado al creer y fantasear que la gente puede enamorarse por compasión, cosa que, por lo que la experiencia me ha enseñado, sólo sucede en las películas de Billy Wilder.

Dice la leyenda que las mujeres no se acuestan con sus amigos. Generalmente, tampoco se acuestan con desconocidos. Con lo que lo único que queda es que las mujeres sólo se acuestan con sus enemigos.

Y yo me niego. Porque yo mismo me he condenado de la peor manera posible: siendo tan jodidamente buena persona. Tan jodidamente buena persona que me niego a ser un cabrón con tal de echar un polvo. Tan jodidamente buena persona que cuándo la mujer más impresionante que ha dado Suecia en una generación se me echó literalmente al cuello, me negué a seguirle el juego para que no se arrepintiese la mañana siguiente. Tan jodidamente buena persona que cuándo uno de mis mejores amigos rompe el Sagrado Código Calixtino no sólo no tengo ganas de aplicarle ración de navaja albaceteña sino que, además, le felicito, y por si no fuera lo suficientemente gilipollas, tengo ganas de hablar con la muchacha para hablarle de la joya que ha cazado.

Y es que soy así. Éstos tiempos salvajes no fueron hechos para mí.

Y me siento desesperanzadoramente solo.

Por el amor de Dios, que alguien me saque de ésta.

Seguiremos informando.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Días de Cine: "No es país para viejos"

Hay películas que te dejan de mal café. Son aquellas que mi amigo Jaime define como las pelis tras las que sales del cine diciendo: "¡Qué buena es! ¡Qué bien me lo he pasado! ¡No quiero volver a verla en la vida!"

"No es país para viejos" es una de esas películas. Mucha gente se lo ha tomado mal, fundamentalmente porque se esperaban (al igual que yo, reconozcámoslo) un nuevo "Fargo" o "El Gran Lebowski", el género de "dramas de coña" en el que los Coen son especialistas. El argumento, de hecho, hace esperar un nuevo Fargo: un policía, un asesino tarado, un tipo torpe que se las da de listo.

Pero aunque los primeros veinte minutos lo hagan presagiar, se convierte en otra cosa. Otra cosa bien distinta que te hace levantarte de la butaca y salir del cine con una opresión en el pecho. "No es país para viejos" es la historia de como el mundo que conocemos y, por extensión, el lenguaje cinematográfico que así lo expresa a través de sus clichés, es arrasado por una violencia irracional y absoluta, personificada en un colosal Javier Bardem (la pregunta que se te queda es "¿Actor secundario?"). No es que no nos esperemos violencia; al fin y al cabo estamos en el Oeste de Tejas; lo que no nos esperamos es ese nivel de violencia, que, por mucho que la película sea gráfica (sí que hay sangre, sí) también es reflejada de forma sutil: hay una escena en el que el espectador no sabe si ha habido violencia o no; el espectador desea que no la haya, pero un simple gesto, un simple acto cotidiano, nos confirma que sí, que estamos tratando de un nivel superior de violencia que nos abruma y que nos deja desesperados.

Quizás el problema sea que el guión, al ser adaptado y no original, lo que es una novedad en los Coen (bueno, O Brother, en puridad, era adaptado, pero vamos) hace que la película, aun siendo muy buena, no parezca tan "coeniana" como otras (aunque coñas Coen, haberlas, haylas). Para a quien eso le resulte un problema, perfectamente comprensible. Pero, vamos, recomendable.

Seguiremos informando.

martes, 12 de febrero de 2008

He pagado por éste micrófono

Posiblemente habrán visto por ahí los carteles indicando que las emisoras locales de televisión digital terrestre de la Comunidad de Madrid ya están emitiendo. Como sabrán ustedes, a lo largo y ancho de nuestro torturado país las licencias de televisión local digital fueron concedidas, con el sano objetivo de obtener la máxima pluralidad y democracia, a través de un sistema filadélfico digital, es decir, a dedo a los amigos. Y en ningún lugar esa distribución plural de licencias ha sido tan obvio como en nuestra Comunidad. Intereconomía, Libertad Digital, El Mundo, ABC; toda esa gente sana ha obtenido canales de televisión, para que podamos comparar con libertad e independencia los distintos puntos de vista sobre la actualidad que tiene la extrema derecha.

Y nada más definitorio del verdadero objetivo de éstos canales que el anuncio que leí el lunes por la tarde en la contraportada del Expansión: en un canal cuyo prosaico nombre es Aprender Inglés TV, del que no esperaríamos más contenido político que la explicación del sistema westminsteriano, la gran atracción de la parrilla televisiva era una entrevista de media hora con Esperanza Aguirre ¡en inglés!

Porque sí, amigos, Esperanza Aguirre ya ha perdido toda inhibición y ya se está preparando sustanciosamente para ser La Heredera. Mientras Mariano (inserte su rima aquí) corteja el voto centrista prometiendo la lapidación y posterior expulsión de niñas inmigrantes criminales con velo (suma y hervor de las propuestas electorales bigotistas durante ésta última semana, si no he entendido mal), Espe promete un colegio para dar clases en catalán en Madrid, durante una visita a Lérida.

Con ésto la Espe mata dos pájaros de un tiro: hace alegres a sus amigos fachauers presentándolo como un triunfo de la libertad educativa, mientras que se aparta de la línea mata-catalufos de ciertos bigotistas extremos en previsión del paso que todo pepista con ambiciones de gobierno debe considerar: un pacto con CiU.

En fin, no subestimen el poder del lado oscuro. Espe puede ser ignorante, pero no es estúpida. Y, por favor, graben la entrevista, si la encuentran. Espe hablando inglés puede ser de traca.

Seguiremos informando.

lunes, 11 de febrero de 2008

Metiéndome donde no me llaman

Ah, demasiado tentador para no apuntarme. Mi estimado amigo Hidalgo me recomendó que leyese a menudo un blog político, Materias Grises, cosa que hago regularmente. La palabra que lo define es "sensato", cosa que, en éstos tiempos que corren, es cuánto menos difícil de ver.

Y ahora éste buen señor propone un "meme", engendros en los que, como ya saben, caigo con facilidad en momentos en los que mi cerebro va al ralentí.

La proposición de éste meme es simple: si los discursos políticos en Estados Unidos son realmente inspiradores y los de aquí no lo son (quicir), ¿es porque Spain is different o porque no sabemos hacer discursos? Y propone una exposición de capacidades de speech-writing.

Oh, bueno, ante esas cosas me inspira el espíritu de Toby Ziegler (sí, a mí también me molaría ser Josh, pero creo que tenemos un consenso) y a pesar de su inmortal frase "paper 's for wimps" procederé a seguir según las bases del concurso:

"Quiero, antes de nada, agradeceros a todos vuestro apoyo y vuestra presencia, así como la de los miles y miles de personas que trabajan, en nuestras agrupaciones, a lo largo y ancho del país, para llevar a todos los ciudadanos y ciudadanas de España la realidad del cambio, el cambio político que ha respondido, y está respondiendo, a una sociedad que avanza y exige de sus gobernantes que avancen con ellos. Y me enorgullece decir que hemos sabido responder.

Esa sociedad que pide de nosotros tolerancia y respeto hacia otras culturas y comportamientos, ha tenido respuesta. Esa sociedad que pide de nosotros el afrontar los problemas de cara, sin descartar ningún camino ni ninguna solución, ha tenido respuesta. Esa sociedad que pide de nosotros soluciones para sus problemas cotidianos, soluciones para la vida real, ha tenido respuesta. Esa sociedad que pide de nosotros el trabajar por la paz y la seguridad, tanto aquí como en el resto del mundo, ha tenido respuesta. Y ha sido una gran respuesta.

Ha sido una gran respuesta, pero no forma parte de nuestra manera de ser el conformarnos con ella. Porque esa sociedad, los hombres y mujeres de toda España, va a seguir adelante, planteándonos nuevos retos, exigiéndonos nuevas soluciones, obligándonos a ser fiel reflejo de un país cada vez más moderno y que no puede, ni quiere, anclarse en un pasado cada vez más lejano.

Y es por eso que la España que quiere el cambio debe ser la España que pide el cambio. Son los españoles los que, en las urnas, deben hacer real su ilusión y su esperanza de una España mejor y más justa. Sólo a través del principio último de nuestra democracia, la voz de la ciudadanía expresada por el voto, pueden los españoles, podéis vosotros, llevar a nuestro país a nuevas cimas de progreso, prosperidad y paz.

Muchas gracias."

Seguiremos informando.

viernes, 8 de febrero de 2008

Planes Cinéfilos (parte II)

¡Como está el servicio! Al menos es lo que opina el ínclito Arias Cañete, que ha declarado que ya no hay camareros como los de antes. Yo me pregunto cómo se le ocurre al bigotismo poner de responsable económico, y en consecuencia, responsable de la lucha contra la inflación, a alguien que cuándo abre la boca, sube el pan.

Y en los Estados Juntitos, Romney se va. Está claro que, tras el Super Martes, la candidatura republicana va a dirimirse entre McCain y Cualquiera Que No Sea McCain. Y Romney se parece demasiado a McCain como para quedarse con éste último puesto. Queda Huckabee, y por ver queda la amenaza que hizo la derecha religiosa hace meses: si no elegís un candidato afin a nuestros intereses, fundamos un tercer partido. Éste su corresponsal, naturalmente, prefiere a Huckabee. Que McCain mola algo y es amigo de Jon Stewart, pero es que no conviene enfrentarse a alguien que tiene la capacidad de dar patadas voladoras.

Pero bueno, pensemos en cosas más frikis. Éste fin de semana se estrena No es país para viejos, peli de los hermanos Coen que tengo muchas muchas ganas de ver. Si no se la han bajado ya de Internet, vengan a verla conmigo éste fin de semana. Visto lo visto, para poder concertar todos los horarios la idea sería ir el domingo a las 18h. Vayan llamándome (o, si tienen la mala suerte de no tener mi teléfono, poniendo comentarios aquí), a ver si conseguimos armar un grupo sustancioso.

Seguiremos informando.

jueves, 7 de febrero de 2008

Carné de negro

Como siempre que al bigotismo se queda sin ideas (quicir), la inmigración vuelve a entrar en campaña electoral. Ésta vez los ínclitos pepistas se han sacado una idea sobre inmigración del Sarkozy: un "contrato de integración" por el cuál los inmigrantes se comprometerían, y cito, "a cumplir las leyes, a respetar las costumbres de los españoles, a aprender la lengua, a pagar sus impuestos, a trabajar activamente para integrarse en la sociedad española y a regresar a su país si durante un tiempo no encuentran empleo".

Lo de firmar un contrato prometiendo "cumplir las leyes" sería como el célebre formulario "¿Pretende usted realizar actos terroristas en los Estados Unidos? Si contesta "sí", por favor, consulte con su agente de aduanas". Pero mientras en Estados Unidos tiene algún sentido (fundamentalmente porque un cargo de perjurio en un documento federal puede justificar una expulsión), en España se convertirá en una fuente de risión sin mesura.

Lo de "pagar los impuestos" y "aprender la lengua", por otra parte, son cosas pelín obvias, y que responden a la imagen que el bigotismo tiene (o al menos quiere hacer pasar a la opinión pública) del inmigrante medio: un criminá marvao que quiere comerse a nuestros niños, violar a nuestras mujeres y llevarse nuestros televisores de plasma. Cuándo es de cajón que la inmensa mayoría de los inmigrantes no son así, y así se nota en las calles.

Pero la parte más graciosa es la de "trabajar activamente para integrarse en la sociedad española". Oiga, ¿qué hay que hacer para hacer eso? ¿Es respecto a la forma de vestir? ¿Llevar chilaba me hace menos español? ¿Y llevar boina? Porque oí que es típico, pero yo no veo muchas. ¿Es respecto a la comida? ¿Comerme unas patatas con costillas me hacen hispano mientras que un kebab no? Yo no soy sociólogo, pero mis mejores amigos lo son, y me gustaría saber su opinión al respecto.

Después de hervir toda la palabrería bigotista, se puede resumir en: "carné de negro; si no te haces notar, si te quedas callado cargando cajas por 4,50 la hora, puedes quedarte con nosotros. Si no, no."

Y son éstos los paladines de la libertad.

Seguiremos informando.

martes, 5 de febrero de 2008

Días de cine: "Juno"

De primeras, no debería haberlo hecho.

Estaba yo en mi casa, en pijama, y mi santa madre me iba a hacer un café por motivos que no puedo entender del todo. De lunes a viernes me levanto a las seis de la mañana, así que mi intención era irme al sobre tempranito, aun más con éste estilo de vida tan gambitero que llevo y que lleva a la Mary a considerarme un bala perdida y poco fiable (¿poco fiable? ¿yo?) Pretendía, eso sí, cumplir con mis compromisos adquiridos en éste mismo blog, e ir a ver "Juno" el miércoles, día del espectador, a una hora prudente, tipo seis y media. En fin, una planificación certera y sensata.

Pero me llama el Modoso.

Y me indica que él y su fascinante y rojiza pareja van a ir al cine juntos, y que, a pesar de que se quieren mucho, no quieren plan parejoso, y que me ha tocado a mí. Y digo que sí.

Y como soy así de generoso y tarado, insatisfecho por lanzarme yo sólo de cabeza a la narcolepsia matinal (porque aun siendo la sesión de las ocho y cuarto, el hecho de que resida en la zona límite entre la civilización humana y el hic sunt dragones me garantizaba que no iba a irme a la cama antes de las once y media) intento convencer a otras personas para que se vengan con nosotros, incluyendo a una encantadora dama justo el día antes de su examen de Novela Realista española (cosa que implica leerse seis tomos, seis, tamaño "¿cómo que de bolsillo?¿hay bolsillos así?") lo cuál era tan mala idea que así se lo hice saber (y así me lo confirmó)

Pero vamos a la película.

Antes de nada, "Juno" no es una gran película. No va a revolucionar la vida de nadie, ni va a desatar tendencias cinematográficas que desafíen los tiempos y las modas.

Pero no le hace falta.

Las películas de adolescentes están tan saturadas de sus propios lugares comunes que no es que nos los esperemos, es que sabemos los momentos en los que ocurrirán. "Juno" no es así (a pesar de que la promoción hispana lo intente, dentro de sus esfuerzos para que sólo existan dos tipos de películas: las graciosas y las que no) no es una peli de adolescentes, es una peli con adolescentes; y para tipos como yo, es lo que la hace más verosímil.

Uno, de hecho, sinceramente espera que la globalización y la popularización de la cultura a través de Internet esté produciendo en las nuevas generaciones personajes como el de Juno, que escuchan a Mott the Hoople, tienen blog y han visto "Suspiria" (y les gustó) Es una peli muy friki. Y eso está bien.

Mi problema con "Juno" se puede resumir en dos palabras: "Napoleon Dynamite".

Vale, sí, no se puede comparar a Ellen Page (capaz de despertar fantasías de morbo pederasta en el más insensible de los asexuados) con Jon Heder, pero cuánto más lo pienso no puedo dejar de notar que "Juno", por muy friki que sea, por muchas coñas geniales que tenga (que las tiene) no deja de ser un intento de crear un "Napoleon Dynamite" (peli de adolescentes frikis en la América suburbana profunda) con gente más famosa y más atractiva.

Está muy bien, y se agradece el aire fresco, y los actores están francamente bien (salvo Jennifer Garner, de la que tampoco me esperaba fuegos artificiales). Pero no es novedoso. Y, en consecuencia, no se merece mi crónica entusiasta.

Seguiremos informando.

lunes, 4 de febrero de 2008

Cascotes (I)

Si éste su blog se llama Ruina Imponente, la sección de noticias breves se ha de llamar, indudablemente, Cascotes. Y hoy es un día de cascotes porque mi fin de semana ha sido estrepitosamente gambitero; baste decir que la noche del sábado al domingo me fui a dormir a la una...de la tarde del domingo. Vamos con los cascotes:
  • No me terminaba de convencer Manel Fontdevila como caricaturista político: también, para mejorar las dos perlas del humor hispano que son Para tí, que eres joven y La Parejita, S.A., que éste señor borda en El Jueves, hace falta aún mucho trabajo. Pero hoy, en el Público, me ha empezado a convencer:
  • La opinión informada ha pasado olímpicamente de las elecciones serbias, cosa que está mal hecha, naturalmente, puesto que es el país más occidental donde existe esa dinámica tan común en el cinturón europeo de Rusia: un candidato pro-occidental se enfrenta a uno pro-ruso. Y Kosovo se va a independizar, naturalmente. Permanezcan atentos a sus pantallas, porque aquí puede haber pelotera.
  • Mañana es el día del Super Mega Martes, la prueba definitiva para los candidatos a las primarias estadounidenses. Predicciones de aquí su corresponsal: Hillary y McCain, los dos candidatos con mayores posibilidades de ganar en noviembre; su china en los zapatos, Irak.
  • Y, sorprendentemente, the Giants win the pennant; si hay algo que le guste más a un neoyorkino que ganar un título deportivo, es ganarlo contra un equipo de Boston. Hoy en la Gran Manzana la gente va a salir a la calle silbando New York, New York.

Seguiremos informando.