martes, 30 de septiembre de 2008

Notas desde el caos

He vuelto, pero tengo una semana algo raruna. Mañana tengo el concierto de R.E.M. (sí, confieso) y unos horarios algo complejos en el curro.

Hay temas para escribir, pero por ahora, las fotos del viaje.

Seguiremos informando.

martes, 23 de septiembre de 2008

Notas Lusitanas (I)

Sí, amigos, estoy en el Lisbon Old Town Hostel, en el Barrio Alto de Lisboa, pegándome panzadas de reír y de comer. Voy a estar unos cuántos días por aquí.

A pesar de que mi manifiesta intención es no tocar el ordenador hasta mi regreso, saben perfectamente que la cabra tira al monte y a lo mejor vuelvo para comentarles cosas.

Mientras tanto, si se aburren, miren mi canal en el YouTube. A lo mejor encuentran algo que les gusta.

Seguiremos informando.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Sigue la cuesta abajo

He dormido tres horas. ¿Qué hago despierto? Pues informarles, ¿qué voy a hacer?

Como estamos hablando de cosas de negros, es pasmosa la poca importancia que la prensa española ha dado a la dimisión de Thabo Mbeki, presidente de Sudáfrica.

Mbeki tira la toalla, derrotado en su propio partido, solo e ignorado por una opinión pública que le considera un incompetente, en el peor de los casos, y un cobarde apático, en el mejor.

Y motivos hay para el desencanto, desde luego. Desde el fin del apartheid, hace ya quince años, Sudáfrica quizás haya superado la brecha que separaba a blancos y negros, pero desde luego no la brecha que separaba a ricos y pobres. Los townships, los suburbios negros crecidos al calor del apartheid, siguen estando ahí, con sus barracones de hojalata y madera, dónde los pobres viven con los miserables. La violencia criminal es atroz y no ha dejado de crecer desde 1994, y lo que es peor, ha llegado al centro de las ciudades.

Y para empeorar las cosas, la inacción voluntaria de Mbeki respecto a la crisis perpetua de Zimbabue ha sido desastrosa: al ser el principal valedor de Robert Mugabe (por razones sentimentales, más que por otra cosa: apoyó al CNA durante el apartheid) cuándo no lo quieren ni en su casa, le permitió al dictador terminar de hundir el país en la miseria (inflación del 2.000.000% al año y cosas así), con lo cuál hay millones (literalmente) de refugiados zimbabuos en Sudáfrica. Y cuándo a la gente pobre le pones de vecina a gente más pobre todavía, hay problemas: a principios de éste año, un motín en los townships contra los zimbabuos acabó con decenas de muertos y centenas de chabolas quemadas.

Y, por todo ésto, lenta pero ininterrumpidamente, los blancos se han ido: sobre todo los jóvenes graduados universitarios. Se calcula que entre un millón y un millón y medio de blancos se han marchado del país desde 1994. Con su conocimiento de inglés y su formación, han ido a engrosar las filas de las universidades y empresas americanas, británicas y holandesas. En su lugar, una nueva clase media-alta, proveniente, casi literalmente, de los escalones superiores del Congreso Nacional Africano.

No sería descabellado considerar que el CNA tiene todos los visos de convertirse en un nuevo PRI: amparado por su dominación absoluta de las preferencias del electorado (69,7% de los votos en las pasadas elecciones), su control férreo sobre los sindicatos y la práctica ausencia de oposición, la política en Sudáfrica se lleva a cabo dentro del partido, y no fuera.

Y durante los últimos dos años la lucha ha sido entre Mbeki y la gran figura en ascenso dentro del partido, Jacob Zuma. Mbeki ha representado el espíritu de paz y reconciliación que "civilizó" al CNA y lo hizo suficientemente digestible para las élites blancas; el espíritu que personificó Nelson Mandela. Pero Mbeki, como jamás le han dejado de recordar desde el primer momento que tomó posesión, no es Nelson Mandela, y ese ha sido su pecado. Entra en escena el carismático Zuma: representante del ala izquierda del partido y un populista de libro: con una población cada vez más desencantada con la corrupción y la pobreza persistente, se lleva de calle al partido, que le nombra presidente en diciembre del año pasado, y candidato presidencial la semana pasada.

El gran problema de Zuma es, bueno, su pasado. Fue juzgado por corrupción (unos chanchullos para ver quién se llevaba los contratos de compra de armas del Ejército sudafricano); el juicio fue anulado por un tecnicismo.

Pero el gran show fue su juicio por violación (sí, estamos hablando de cosas como éstas). Fue llevado a juicio por la hija de un viejo capo del partido, que le acusó de violación; él dijo que fue sexo consentido, y que aquello era una persecución contra él; llegó a traer a las juventudes del partido al tribunal y cantar con ellos Traedme mi ametralladora, un viejo himno del CNA. Pero el momento cumbre fue, cuándo le preguntaron si había usado condón (las estimativas oficiales hablan de un 11% de sudafricanos con SIDA; las estimativas oficiosas rondan el 18%) dijo que no, pero que no había problema, porque después del acto se había duchado. (¿Les he contado que hasta ese momento el señor Zuma presidía el Consejo Sudafricano contra el SIDA?) Zapiro, el caricaturista más famoso de Sudáfrica, desde aquél momento, siempre ha dibujado a Zuma con una ducha en la cabeza.

Y Zuma será, posiblemente antes de finales de éste mes, presidente de Sudáfrica.

Ahora ya lo saben.

Seguiremos informando.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Nos la estamos jugando

No es la primera vez que hablo sobre el tema, pero una vez más la ilegalización de la enésima encarnación de Herri Batasuna, el Bailarín Rostro (a ver si pilláis la referencia, frikis del averno) vuelve a poner en evidencia lo estúpido y absurdo de una ley de partidos que puede darnos un disgusto tremendo.

Indudablemente es una ley popular, porque es una de éstas leyes construidas para ser una trampa moral; si estás en contra, estás con los asesinos y contra los demócratas.

Pero lo repito una vez más: no vencemos a los terroristas sólo porque somos más, o porque somos más fuertes, sino porque somos moralmente superiores. Y no podemos presumir de demócratas si estamos dispuestos a abdicar de principios fundamentales de la democracia para combatir a los que la combaten. Aunque estamos todavía muy por encima de ellos (y a nadie, gracias a Dios, se le ha vuelto a ocurrir lo de los GAL), rebajarse moralmente ante los terroristas, aunque sea para destruirlos, es una derrota.

Y es que es de cajón: la Ley de Partidos es decirle a los pijopunkis con mullet éstos que en el Estado español democrático no hay sitio para ellos. Lo que automáticamente (lo que para mí es más terrible) justifica su vergonzante discurso de opresión (si has nacido después de 1979, tú no sabes lo que es opresión, chaval). Cierto es, dirán los partidarios de la ley, que los jarraitxus ni quieren sitio en el Estado español democrático y que el discurso del oprimido no es justificable de todos modos. Pero eso no es el punto. La grandeza de la democracia, por mucho que parezca estúpido, es que da derechos a quienes no los merecen; como ya dije el otro día, la esperanza es que todos, al final, nos hagamos merecedores.

Y, no nos olvidemos: la izquierda abertzale representa, queramos o no, a una cifra que oscila entre un 12 y un 16 por ciento de la población vasca. Prohibir a los partidos abertzales significa dejar sin representación política a más de cien mil personas. En un sistema democrático, cualquier idea política está mejor dentro que fuera.

Primero, porque permite contar. Uno no puede arrogarse la representación de todo el pueblo soberano de Euskal Herria si en los siete territorios el 90% de los votantes no cree en tus mandangas. En Francia los partidos abertzales sí son legales, lo que les permite, naturalmente, hacer el ridículo: en Bayona hasta Nicolas Sarkozy saca más votos que ellos.

Segundo, y más importante: si nos la damos de país europeo y democrático, no podemos ir por ahí prohibiendo partidos políticos con representación parlamentaria.

Un día de éstos uno de los cienes de recursos que llegan a Estrasburgo va a tener la mala pata de ser admitido, y podemos vernos en la coyuntura de tener que devolver escaños, dietas y salarios a los diputados expulsados, aparte de la humillación de vernos como un estado vulnerador de los derechos civiles fundamentales: un festín para ésta gente.

Nos la estamos jugando aquí: en ésta historia, ¿somos o no somos los demócratas?

Seguiremos informando.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Back in the U.S.S.R.

"Creo en la libertad de mercado, pero en la vida hay coyunturas excepcionales. Se puede hacer un paréntesis en la economía de libre mercado."

Gonzalo Díaz Ferrán, presidente de la C.E.O.E.

Zelda y el capital

Es tan común en los videojuegos de Zelda, que no hace casi falta explicación: el mal está oculto en una piedra, una cueva o cualquier otra cosa, restringido por los sellos de los siete magos, (por ejemplo) y siempre, siempre, hay algún cretino que va a romper los sellos. Por ambición, por malicia, por estupidez, quién sabe, pero el mal siempre vuelve a soltarse.

El capitalismo internacional descontrolado lleva, antes o después, a un colapso del sistema. No ha habido sistema capitalista desregulado que haya aguantado sin una crisis arrasadora, desde la Burbuja de los Tulipanes hasta el Crack de 1929.

Y por mucho que cada sucesivo desastre llama la atención acerca de la necesidad de poner en vereda al sistema financiero y obligarse a controlar qué hace la gente con el dinero de quién, siempre, siempre, hay alguien que rompe los sellos de los siete magos, en aras de la avaricia, de la ambición, o de la mal llamada libertad de mercado.

Algún día tenía que pasar ésto. Era lógico. Los mecanismos que Estados Unidos se diseñó para que nunca más volviera a haber un crack del 29 fueron desmontados, pieza a pieza, por las administraciones de Nixon, Ford, Reagan, Bush (padre e hijo) y, sí, Clinton.

Todo ésto bajo la atenta orientación de los economistas monetaristas, los über-macro, personas que viven su vida en el enclausurado mundo de las facultades de economía estadounidenses, personas cuyo único contacto con la economía real es bajarse al bar a beber cerveza. Me pregunto si Milton Friedman tuvo alguna vez problemas para pagar la hipoteca de su casa. Supongo que no.

Y lo peor de todo es que ya teníamos más de un ejemplo claro de que la economía desregulada conducía al desastre. Chile entre 1975 y 1985, Argentina entre 1993 y 2003; el desmontar progresivo de la economía real, en aras de cosas como la estabilidad inflexible de la moneda, cosas que quedan muy bien en los anuarios del FMI, pero que en la práctica, no dan de comer.

Japón, en cuarenta años, pasó de ser un barrizal a la segunda economía del mundo, gracias a un estado fuertemente intervencionista. El momento en que cedió a las presiones liberalizadoras, se fue todo al traste. Al contrario de Japón, China es suficientemente fuerte para no ceder: así les va a ellos (nota bene, sigue habiendo 600 millones de miserables en China, pero cada vez son menos) y así nos va a nosotros.

No soy un anticapitalista. Las alternativas siguen sin convencerme. Pero creo que el capitalismo es como un caballo semental. Atado y domado, te lleva a donde quieras. Suelto, te lleva a donde quiere.

Normalmente al abismo.

Seguiremos informando.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

And when I die...

... quiero que mi funeral sea así.



Nota: Para entender el chiste, es importante conocer el Sketch del Loro.

Seguiremos informando.

martes, 16 de septiembre de 2008

Crear ambiente

Que las afirmaciones de Rajoy se caen por su propio peso, no hay prácticamente ni que explicarlo: son ustedes lectores inteligentes. En resumen, si 180.000 inmigrantes cobran el paro es porque han cotizado para ello, y si 20.000 andaluces están en la vendimia francesa es porque llevan toda la vida haciéndolo, incluidos los tiempos de las vacas gordas.

Lo más triste de todo es que, efectivamente, en Génova saben que son declaraciones falaces. Los datos están ahí, la historia está escrita, y aunque el PP es hogar de toda clase de ignorancias (tipo Fabra) el investigar el trasfondo de esas declaraciones dura cinco segundos para cualquier persona medianamente instruida.

Rajoy no ha querido denunciar nada. No es su objetivo. Es un ambiente, una idea, la que el líder (ejem) bigotista quiere pasar, la de "la inmigración está descontrolada", los "inmigrantes nos quitan el trabajo", "ZP amigo de los inmigrantes", etcétera, etcétera.

Y otra idea falaz: que el PP "controlará" la inmigración. Si hay algo que el proceso de grandes migraciones a escala global durante los últimos veinte años ha sido, ha sido incontrolable. Por mucho que Berlusconi amenace a los ilegales con la deportación, la concentración o la muerte, ésta mañana habrá un subsahariano en Sfax o en Trípoli, o un kosovar en Durrés o en Goricia, dispuesto a saltar la valla a ganarse la vida en las ciudades italianas. Ni siquiera los Estados Unidos pueden. Aznar no pudo. ¿Y Rajoy va a poder?

Pero el PP no va a dejar que la realidad estorbe un buen slogan. Cuánto peor mejor, y a crear miedo en los ciudadanos: la estrategia eterna de la derecha moderna. Cosas como éstas justifican la inexistencia de un partido parlamentario específicamente de extrema derecha en España.

Porque el bigotismo se basta solo para crear ambiente.

Seguiremos informando.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Dualidades

El debate nature/nurture es casi tan antiguo como la ética misma. ¿Son las personas bondadosas o crueles, pacíficas o violentas, inteligentes o estúpidas, por naturaleza? ¿O tienen que ver otros factores relativos a la formación y educación de la persona? Yo no soy ni psicólogo, ni psiquiatra, ni sociólogo, y sé que entre mis lectores hay personas más formadas que yo a ese respecto, por lo que su opinión será bien recibida.

Pero una cosa sé: desde el siglo XVIII se entiende que el ser humano, a lo largo de su vida e independientemente de su naturaleza o de su formación, es perfeccionable, y que, en la mayoría de los casos, es capaz de sacarse a sí mismo de los agujeros donde cayó o le empujaron.

Es por eso, por esa fe en la capacidad humana, llámese de redención, llámese de superación, que nuestro sistema penal procura equilibrar la necesidad del castigo con la posibilidad y capacidad de superación del criminal. El artículo 25.2. de la Constitución lo deja muy claro.

Sin embargo, la venganza vende más y mejor que la redención. La idea de las películas, la de que el criminal es perverso y lo será por siempre, es mucho más atractiva, sobre todo porque, como humanos, tendemos a posicionarnos con las víctimas y contra los malvados. Sin embargo, y como ya he dicho más de una vez, el Estado no puede ser el instrumento para la venganza de nadie.

Pero la nueva (o vieja) derecha europea se alimenta de la demagogia y éste es uno de los puntos donde se puede sacar más carne. Nadie quiere ser visto como amigo de los criminales; todos quieren salir en la tele, como redentores, como salvadores, como héroes que consuelan a los buenos y destruyen a los malos. Y es por eso que vuelven a resurgir las viejas ideas de la cárcel como castigo, de la imposibilidad de la redención, y, en ciertos casos, de la muerte como recurso.

De ahí el caso De Juana, de ahí la letanía de declaraciones respecto al caso Mari Luz, de ahí Espe declarando en ABC que es partidaria de la cadena perpetua.

Paladas y paladas de tierra sobre las esperanzas de las personas, que seguirán errando, pero que, cada vez más, perderán sus oportunidades de reconstrucción.

Seguiremos informando.

domingo, 14 de septiembre de 2008

... Laurel con leche

A ver, como decía Jack el Destripador, vamos por partes (pulse el botón rojo)

Pasé la Noche en Blanco con mi estimado amigo Hidalgo y su encantadora compañera de andanzas. El plan era ir a ver a la Orquesta Nacional de Jazz en las escalinatas del Congreso, luego ir a ver al funambulista que iba a cruzar Alcalá por su parte más ancha, y por último ir al Templo de Debod a ver el mar embotellado que allí presentaban.

La noche estaba definitivamente mejor para salir que la del año pasado, cuándo hizo un calor pastoso que a mi entender, aumentaba el cansancio, y, en consecuencia, la confusión. Ayer hacía fresco (frío para algunos) así que las aglomeraciones no se volvían tan desagradables.

La Orquesta Nacional de Jazz es, en principio, una contradicción en los términos; un arte subversivo y basado en la improvisación y en "el caos medido" no combina bien con el concepto de orquesta nacional: funcionarios en frac tocando instrumentos bajo la batuta de un director.

Y en principio, los peores temores tomaron cuerpo: empezaron en quinta, con una basura posmoderna flamenco-fusión-free-jazz que dejó al público más atónito que embelesado.

Pero los jazzmen (y women) que había sobre el escenario sólo estaban entrando en calor: conforme se fueron liberando de las heterodoxias del programa se sacaron un "I've got rhythm" de la manga que sacó del público las primeras aclamaciones.

Mucho tiene que ver el director de la orquesta, Ramón Farrán, un señor cincuentón de éstos adorables que era pródigo en las tres cosas que los músicos aman: respeto, reconocimiento, y ganas de jugar.

Pero la estrella de la noche fue Antonio Canales. El bailarín entró en escena, se sentó, vio como la jam session se acomodaba para dejarle sitio, se levantó y calló al público. Yo estaba boquiabierto, como todo el mundo. Como un señor que tiene más o menos mi tamaño lateral puede levantarse y hacer eso con los pies, no lo sé. Pero en aquél momento, la plaza de las Cortes vivió un momento de magia; por otra parte, el único de la noche.

A partir de ahí, el público se soltó, y las siguientes jams fueron aplaudidas y bailadas con entusiasmo. Lo único problemático fue la pésima realización de sonido; los continuos gruñidos y explosiones de los altavoces hacían crujir y rechinar los dientes, tanto del público, como de los propios músicos.

El concierto, entre saxos y flautas, empezó a las doce y veinte, cuándo el funambulista estaba previsto para la una; pero bastaba mirar hacia arriba, hacia donde ondeaba la bandera sobre el Congreso, para darse cuenta que sólo a un loco redomado se le ocurriría subir a la azotea del Círculo, cuanto menos cruzar Alcalá sobre un cable. El viento estaba muy fuerte y coincidimos en que el funambulista decidiría preservar su vida y no salir, así que preferimos quedarnos y ver el concierto hasta el final. Afortunadamente, tuvimos razón.

Seguimos hacia el templo de Debod, y a pesar de tener los pies destruidos fuimos caminando. Tras asomarnos al rubí gigante de la plaza de Oriente (nido de chonis queriendo sacarse fotos) y la luna colgante de la plaza de España, llegamos al templo de Debod, donde entre la alternativa de quedarnos dormidos entre los árboles y volver a casa, elegimos prestamente la segunda.

En resumen: ésta vez elegí qué quería hacer y lo hice, por lo que evité el caos de la pasada edición, que me hizo marcharme al Zaratustra (snif) a beber minis de Coca-Cola.

Dos cosas a criticar: primera, la über-pseudo-intelectualidad de la Municipalidad, que insiste en hacer cosas respecto a las cuales la única reacción posible del público es hacer "aaaah". Cierto es que no hay que caer en el populismo y traer a Bisbal, pero entre Bisbal y ésto hay pasos intermedios y más didácticos. Igualmente estaría bien que las embajadas y casas regionales instalasen tenderetes de comida típica. Los sentidos no son sólo la vista y el oído.

Y segunda, la habitual y totalmente vergonzosa indiferencia del Consorcio Regional de Transportes hacia éste tipo de grandes eventos, que le hace mantener las mismas frecuencias y número de autobuses nocturnos hacia la periferia (3 millones de personas, remember) que en una noche de sábado cualquiera. Al ver como 90 personas se agolpaban para subir en un autobús de 42 plazas, no quise ni esperar a los municipales. Me volví en taxi.

Y, ahora, turno de respuestas:

Rubiano: De nada, hombre.

Gentleman: Pues nada, un día de éstos hago un artículo sobre armamento del siglo XVI, que entre bombardas y culebrinas sólo nos vamos a entender vuesa merced y yo.

Celia: A ver, cuándo me refiero a opusitas me refiero a señoritas de mirada altiva y gélida cuya única vocación aparente es llevar una vida virtuosa y estudiosa. Siempre he tenido vocación de pervertidor. Y así me va.

Sarah Palin puede ser todo lo puritana que quieras, pero se le puede ver en los ojos una actitud folksy hacia el sexo que traducida al castellano sería "Espatárrate Genara que te la clavo". Nada erótica. Además, las maduritas no me van.

JaviHeavyRIP: ¿Conque la Universidad de Navarra, eh? Sepa usted que uno de mis objetivos, si algún día el Poder cae en mis manos (inserte risa malvada aquí) es hacer que los títulos universitarios como el suyo (si ya lo tiene, si no, el que piense obtener) tengan que pasar por los mismos procesos de convalidación que pueden tener los títulos de una universidad extranjera. Aquí el único título universitario con validez prima facie sólo puede ser el emitido y certificado por el Estado. Los demás, a mirarlos.

En todo caso, yo ya tuve apuros con una canadiense de origen neerlandés, como no, en Rotterdam. Se llamaba Élise y era, como ya dije antes, una puritana frígida y altiva (pero rubia, alta y tremendamente encantadora) . Por supuesto, me convertía en una pasta gelatinosa y balbuceante nada más verla, y terminamos muertos de miedo el uno del otro. En fin.

Respecto a lo de los presupuestos, Miguel Sanz está descubriendo ahora que lo de la gran coalición quizás no fuese tan buena idea después de todo. Con el PSN-PSOE apretándole los huevines y la coalición socialistas-nacionalistas siempre posible (era mi opción deseada, de todas formas; para mí, Patxi Zabaleta tiene unos huevos como piedras de molino) UPN tendrá que pasar por el aro y comerse los presupuestos con patatas. Obviamente los del grupo parlamentario no quieren que les corran a collejas cada vez que se metan en una misma sala con los del PP, pero en España, la independencia del parlamentario es un chiste. Harán lo que les diga Pamplona y santas pascuas.

Por último, el título de éste artículo es una dedicatoria al para mí gran ausente de la noche de ayer, mi maestro el Metalero, que, empeñado en aprender suficiente inglés para convertirse en profesor de secundaria y entender las letras del rock progresivo, está prácticamente desaparecido. Él será capaz de descifrar el título original del artículo.

Seguiremos informando.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¡Snap!

Mi amiga Celia, lectora de éste blog, me provoca diciéndome que no hablo de las elecciones canadienses, que serán éste 14 de octubre. Si no lo he hecho hasta ahora, ma chére amie, es porque quería privar a mis lectores de esa enfermiza faceta de mi personalidad que me hace interesarme por elecciones que no merecen ni un par de líneas en la sección de Breves de El País. Pero ya que me has picado, ahí va, para que se lo enseñes a tus amigos de allá y que éstos se pregunten, como se preguntaban los canadienses que conocí en Rotterdam, como cogno sé yo todo ésto. Para los demás, lo siento.

Cuándo el Partido Conservador de Canadá ganó las elecciones hace un par de años, la primera y principal tarea del flamante primer ministro, Stephen Harper, fue hacer que los canadienses le perdieran el miedo a él y a su partido, más o menos como hizo Aznar tras ganar en 1996.

A pesar de ciertas meteduras de pata, como nombrar a una pasmosamente incompetente Ministra de Medio Ambiente, que en un país generalmente muy ecologista hizo promulgar una ley paradójicamente llamada "del Aire Limpio" que fundamentalmente dejaba al Protocolo de Kioto (del cuál Canadá fue firmante y máximo impulsor) en una mera guía indicadora, el gobierno de Harper no lo ha hecho del todo mal; ha ayudado el hecho de que la minoría parlamentaria salida de las elecciones (¿has oído, Duverger? ¡Cuatro partidos!) le ha impedido tomar las medidas puramente yeeehaw que uno esperaría de un gobierno de vaqueros (Alberta: ¡Texas con nieve!). En todo caso, no empieza bien la campaña, porque ha convocado elecciones anticipadas... diez meses después de aprobar una ley prohibiéndolas.

¿Y la oposición? Las elecciones del 2006 fueron perdidas por un Partido Liberal moralmente destrozado por un tremendo escándalo de corrupción, el caso de los patrocinios (resumido: cuándo el "no" ganó por la mínima el referéndum quebequés de 1993, el gobierno federal decidió que la imagen de Canadá debía ser potenciada en Quebec, sin escatimar gastos; como siempre que uno no escatima gastos con el dinero del contribuyente, hay dólares que van a parar a los bolsillos de los que no deben) así que del congreso para elegir el nuevo líder del partido debía salir alguien tremendamente impresionante, alguien que devolviese la ilusión, y las llaves del 22 de Sussex Drive, al Partido Liberal. Y esa persona estaba ahí: Michael Ignatieff, historiador, graduado en Oxford, profesor en Harvard y en Cambridge, autor e intelectual respetado, y encima madurito interesante, el muy cabrón. Pero se olvidaba alguien de un pequeño detalle; hay una regla no escrita en el Partido Liberal que dice que el liderazgo del partido debe turnarse entre anglófonos y francófonos. Así que el ganador del congreso estaba cantado desde el principio: Stéphane Dion, el único candidato francófono, ex-ministro de Relaciones Intergubernamentales y de Medio Ambiente.

Y el problema de Dion es que es soso, sieso, parao; es un tipo con una gran cabeza, es un ecologista de libro (tiene un perro llamado Kioto), pero tiene el carisma de un ratón (no por nada, Serge Chapleau, el caricaturista titular de La Presse, el gran diario de referencia de Montreal, siempre le dibuja como un ratón). Además, y lo que es peor para un candidato Liberal, en Quebec cae realmente mal: fue la cara del "no" durante el referéndum de 1993, y como ministro de relaciones intergubernamentales hizo todo lo posible para meterle palos en las ruedas al nacionalismo quebequés.

Y eso no viene nada bien a la hora de pactar con el más que probable tercer partido, el Bloque Quebequés. El Bloque está liderado por un reconocidamente perro viejo de la política, Gilles Duceppe, que ha descartado repetidamente meterse en el saco de gatos que es la política provincial en Quebec (no queréis saberlo, en serio) para erigirse en líder indiscutible de su partido. A pesar de que el Bloc es un partido bastante progresista (como lo es Quebec en general) no le viene mal pactar con el Partido Conservador; la ideología de los conservadores, con su impulso a la autonomía provincial (de hecho, aprobaron en el Parlamento el reconocimiento de Quebec como nación), combina más con las ideas del Bloc que el federalismo a ultranza de los Liberales; aparte, el mismo Bloc surgió como una escisión de los conservadores. En todo caso, el Bloc tiene motivos para sentirse optimista, porque los conservadores, en Quebec, son una fuerza menor; además, el que fue candidato estrella del PCC quebequés en 2006, Maxime Bernier, tuvo que dimitir estrepitosamente de su cargo de ministro de Defensa por dejarse papeles über-secretos de la OTAN (ups) en casa de su ex-novia (ups) que estaba liada con gente del crimen organizado (d'oh!)

Y luego quedan las izquierdas: el Nuevo Partido Democrático, el equivalente canadiense del Partido Laborista, cuyo líder, Jack Layton, ha conseguido, paso a paso, ir fortificando las posiciones del partido raspando entre los votantes más a la izquierda del Partido Liberal: han conseguido salir de sus fortines en Vancouver (¿por cierto, Celia, cuál es tu circunscripción?) y en Saskatchewan y conseguir posiciones en otros lugares, incluido, milagro de los milagros, en el mismísimo Montreal. El voto de izquierda-izquierda ha de ser para el NPD...

...siempre y cuándo la gran sorpresa de éstas elecciones, el Partido Verde, no haga más avances. Si el que haya cuatro partidos parlamentarios ya es raro en un sistema mayoritario uninominal, cinco ya son la repera, pero eso es lo que ha sucedido: el diputado liberal de West Vancouver se ha apuntado hace nada al Partido Verde, convirtiéndose en el primer diputado de éste partido en la historia de Canadá. Puede que no, pero tener un diputado incumbente puede darle posibilidades de revalidar escaño. Habrá que verlo en el día de las elecciones.

Pues ésto es lo que hay. Aunque en éste caso no sé si, sobre éste tema...

Seguiremos informando.


Aún hay sorpresas posibles

Antes de nada, presten atención a la foto de su izquierda. Sí, amigos, Chuck Norris le ha pillado el gusto a ésto de la política, y ha publicado un libro con sus pensamientos (quicir) acerca de como mejorar el país del que se siente tan orgulloso.

Y lo ha titulado "Patriotismo de Cinturón Negro", con el subtítulo "Como hacer que los Estados Unidos despierten de nuevo" (suponemos que a base de patadas giratorias). Indudablemente será un gran libro, la forma escrita de esa expresión tan castiza de "a éste país lo arreglaba yo con un par de hostias bien dadas".

Y mientras que Chuck opina, las elecciones americanas siguen. Ahora el ticket McCain/Palin va por delante en las encuestas, pero las fuentes informadas indican que eso es porque la convención republicana ha salido en todas partes y la gente tiene mucho más en la cabeza a McCain que a Obama.

En todo caso, aún hay elecciones por delante. Faltan los debates, tanto el presidencial como el vicepresidencial (en éste último me espero por lo menos un "Governor, you're no Hillary Clinton") y todavía tienen que salir muchas divertidas tonterías.

Y, desde aquí, seguiremos informando.

martes, 9 de septiembre de 2008

No Kim, yes Party

El hecho de que el Querido Líder esté malo (gracias por el soplo, Rubiano) no ha sido impedimento para qué los norcoreanos hayan salido a los estadios de deporte de todo el país (es decir, al único que hay) para glorificar, sujetando pancartas de colores, al Querido Líder, al Gran y Eterno Líder Inmortal, a la Idea Juche, a la Revolución, al Caballo Alado Chollima (lo juro) y a todo lo que al Partido de los Trabajadores de Corea se le ocurra para hacer más entretenidos unos juegos atléticos que van siempre más o menos de lo mismo.

Los juegos siguen porque dejar de hacer una fiesta en homenaje al Querido Líder por el pequeño detalle de que el Querido Líder no esté es una putada para todos los que participan de la fiesta, máxime porque el participar en la fiesta hace que la ciudadanía se olvide de otras cosas (como el comer).

Pero la verdad detrás del Kinismo está en una de mis páginas web de humor favoritas, la página oficial de la Agencia de Noticias Norcoreana: dado que en Corea del Norte no hay internet (podría hacer que la gente viese lo que hay detrás del muro) está alojada en Japón.

Aparte del divertido absurdo tan común en los regímenes comunistas (como el anuncio de la publicación de la "Biografía Abreviada de Kim Jong-Il (Versión Extendida)" las noticias son particularmente preocupantes para los fans de nuestro tupé dictatorial favorito.

Para empezar, todas las notas de prensa que hablan de las cestas de fruta, flores y regalos ofrecidos por delegaciones de orígenes y nombres imposibles al Querido Líder son extrañamente breves; y, al mismo tiempo, aparecen en las notas de prensa los nombres de los hijos heredables de Kim.

El hijo mayor, Kim Jong-nam, era el favorito para ser el Pequeño Líder, pero una serie de meteduras de pata (entre las cuáles destaca el ser pillado con un pasaporte dominicano obviamente falso en el aeropuerto de Tokio al ir a visitar Disneylandia) le han hecho perder el favor del Querido Líder; ahora, por lo que se cuenta, vive en Macao de incógnito.

El favorito ahora es Kim Jong-chul, un tipo que ya es un alto cargo del Partido y fan acérrimo de Eric Clapton (se rumorea que es él el que ha invitado a Eric Clapton a actuar en Corea del Norte). Su problema: todavía no ha cumplido los 27 años, y huele a Baby Doc a leguas.

En fin, Corea del Norte. Todo diversión.

Seguiremos informando.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Pies de barro (lo sabíamos y nos dio igual)

Si tenía usted alguna duda, señora: el paro se ha disparado y la crisis se hace patente. El bigotismo, bien en su línea, se ha lanzado a acusar directamente a Zapatero de los siete males. Erróneo, naturalmente, pero la actitud panglossiana del señor Blanco demuestra que hay cosas que, aunque sean verdad, no siempre pueden decirse en voz alta.

La pregunta que me hago es ¿a quién carajo le sorprende ésto ahora? La economía española, y su explosión desde 1999, se ha basado en los pies de barro de la burbuja inmobiliaria, complementada por la mano de obra barata que se plantaba a diario en Algeciras, Barajas o Alcalá de Henares.

Sabíamos que todo ésto era muy frágil; nos basábamos en la falaz premisa de que el valor de la vivienda es un absoluto (la vivienda no baja, nos decíamos) cuándo, como todo lo demás, es un valor relativo; construíamos como si no fuesen a faltar los pequeños especuladores e ingleses con ganas de playa, sol y sangría; aumentábamos la temporalidad del empleo hasta límites nunca vistos en Europa Occidental.

Pero nos daba igual: presumíamos de nuestros pisos, que cada vez valían más. Cada vez más y más españoles abandonaban cualquier pretensión de inversión productiva para convertirse en pasapisos aprendices de brujo; ignoramos, una vez más, la importancia de la formación y de la educación para insistir en riadas de licenciados en ADE y titulados CCC en promoción inmobiliaria.

Era el camino hacia la debacle. Y lo sabíamos.

Esperábamos que fuese a durar para siempre. Hemos construido nuestra casa sobre cimientos de arena y ahora se nos hunde bajo los pies.

Y la culpa será de Zapatero. Mis huevos.

Seguiremos informando.

martes, 2 de septiembre de 2008

Cascotes (VII)

Augh, ¿y lo que cuesta ponerse a escribir? Llevo unos días con el equivalente equinoccial a la astenia primaveral: duermo mal, me doy cuenta de que cuándo salgo de casa a currar ya no es de día y ya llevo mes y medio sin salir de jarana en serio. Llevo la vida de un burgués cuarentón, que no tendré ningún problema en tener cuándo tenga el dinero, la casa y los cuarenta años; pero que ahora no quiero para nada. Estoy jodido.

Pero bueno, al tajo:

- Después de todo lo que ha pasado y en plena campaña electoral, más le valía al gobierno estadounidense que el huracán Gustav no le pillase en calzoncillos. No lo ha hecho (aunque si bien la tormenta había perdido un montón de fuerza) así que puntos para el gobierno, y en consecuencia, para los republicanos, que realmente los necesitan tras la precipitada y bastante torpe elección de la candidata a la vicepresidencia. Alaska es un bastión republicano, pero en él habita gente muy rara y su política es notoriamente corrupta, presidida por el senador Ted Stevens, famoso mundialmente por su discurso de Internet como una serie de cañerías. La candidata parece salida de un retrato robot (joven, de buena salud y extremista donde McCain es viejo, achacoso y moderado) y, al parecer, en las prisas por quitarle los titulares a Obama, se olvidaron de ese proceso tan divertido que vemos en varios capítulos de The West Wing: el vetting o revisión en profundidad de la vida y milagros del candidato en busca de algo potencialmente vergonzoso. Por la velocidad con la que le han salido cosas, va a ser duro para los republicanos.

- El Gentleman me pasa ésta noticia: si todo lo relacionado con Vladimir Vladimirovich me da amor, ésto más. No sólo salva a pobres osetios de la opresión, sino que además caza tigres. Lo tiene todo. Mejor que él, sólo Berlusconi, que salvó a los georgianos él sólo. Qué onvre.

- Mientras, en nuestras santas tierras, el bigotismo pone el grito en el cielo porque se quiere certificar oficialmente que miles de rojos fueron puestos bajo tierra por los salvadores de la patria. Es una medida inútil, proclaman. Lo acepto: es inútil; quien mató entonces ahora está muerto o está demasiado viejo para ser encarcelado. Pero que una declaración oficial, una resolución judicial, que certifique la sangre que el franquismo (y en consecuencia, sus proclamados herederos) tiene en sus manos realmente existe, vale mucho para mucha gente.

Seguiremos informando.