Hacía mucho que Ruina Imponente no hablaba de nuestro megalómano favorito (sí, lo sé, era Turkmenbashi, pero por desgracia ya está muerto) así que nos disponemos a ello, tras un fin de semana en el que he provocado mi futura ruina política al ir a una fiesta de disfraces vestido de SA-Mann (en cristiano, matón barrigudo alemán de los años 20 vestido de pardo) y, lo que es peor, posar en fotos.
La semana que viene es el cumpleaños de Kim Padre (debido a que Kim Padre, en Corea del Norte, no está muerto) y para conmemorarlo, sus hormigas han decidido lanzar al espacio un satélite artificial, pero de éstos a la antigua usanza: una bola de lata con un transmisor que emite himnos patrióticos (el primer satélite chino fue así)
Pero claro, ni la tecnología norcoreana ni su correspondiente ingeniería están para tirar cohetes (pausa de cinco minutos para salir del escenario acompañado de una lluvia de patatas y repollos) así que lo que ha hecho el cobete en cuestión ha sido pasar por encima de Japón y volver a caerse en el mar.
Dije hará año y medio que dudaba que Kim tuviese más intenciones que seguir viviendo una vida de lujo y porno, y creo que así sigue siendo. Pero desde entonces, hay cosas que han cambiado. Se acerca la conturbada sucesión de Lil'Kim (el coñac francés, en exceso, produce éstas cosas) y hay prisas por consolidar la capacidad del Tirano en Pijama de elegir a su sucesor conforme le venga en gana.
Pero visto que ahora mismo Israel tiene más que claro que bombardeará una central nuclear iraní en cuánto le sea posible, ¿no sería mejor idea dejar un rato al pequeño Kim de lado?
Seguiremos informando.
La semana que viene es el cumpleaños de Kim Padre (debido a que Kim Padre, en Corea del Norte, no está muerto) y para conmemorarlo, sus hormigas han decidido lanzar al espacio un satélite artificial, pero de éstos a la antigua usanza: una bola de lata con un transmisor que emite himnos patrióticos (el primer satélite chino fue así)
Pero claro, ni la tecnología norcoreana ni su correspondiente ingeniería están para tirar cohetes (pausa de cinco minutos para salir del escenario acompañado de una lluvia de patatas y repollos) así que lo que ha hecho el cobete en cuestión ha sido pasar por encima de Japón y volver a caerse en el mar.
Dije hará año y medio que dudaba que Kim tuviese más intenciones que seguir viviendo una vida de lujo y porno, y creo que así sigue siendo. Pero desde entonces, hay cosas que han cambiado. Se acerca la conturbada sucesión de Lil'Kim (el coñac francés, en exceso, produce éstas cosas) y hay prisas por consolidar la capacidad del Tirano en Pijama de elegir a su sucesor conforme le venga en gana.
Pero visto que ahora mismo Israel tiene más que claro que bombardeará una central nuclear iraní en cuánto le sea posible, ¿no sería mejor idea dejar un rato al pequeño Kim de lado?
Seguiremos informando.
1 comentario:
Ja, ja... ¿Así que tomas a Corea del Norte por un país incapaz de amenazar al mundo? ¿Cómo que se ha caído el cohete al mar?
No, hombre, no. El cohete ha sobrevolado ampliamente Japón y su famoso archipiélago y ha ganado el mar, tal y como se esperaba. ¡¡Temblad!! ¡¡El día que Corea del Norte quiera matar más sardinas, solo tiene que tirar más cohetes como este!! Bwhuhuhuhuahuahahahahaha...
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