Siempre he dicho que, en España, los intelectuales de derechas son aquellas personas a las que se les permite la palabra "gilipollas" en el ABC. El insulto es parte integrante e inseparable del vocabulario conservador, en tanto que representación verbal o gráfica de la agresión, fundamento intelectual del fascismo hispano (la "dialéctica de los puños y las pistolas" de Primo de Rivera hijo). La derecha ama el insulto y la zafiedad porque así se les diferencia de los intelectuales de izquierda, que como todo el mundo sabe son unos blandengues y amanerados que no hablan como los verdaderos españoles (quicir, ellos) han de hablar.
Así pues, el intelectual de derechas es una criatura a la que se le permite comportarse como un jubilado exalférez provisional de 70 años, tenga la edad que tenga y viva en el año que viva, lo que implica ser machista, racista, fascista y todos los istas que permitan escandalizar a la mayor cantidad de gente posible. Ésta gente vive de escandalizar. Cada "rojo bienpensante" que denuncie el cretinismo de sus palabras es un orgasmo para ellos. Cada cita en la prensa de izquierdas es para enmarcarla y colocarla sobre la chimenea, con los trofeos de caza.
En consecuencia, lo peor que le puede pasar es que nadie hable de él. No contribuiré a su exaltación personal junto a sus amigotes en plan "Jou,jou, mira cuántos rojos se meten conmigo".
Que Telemadrid acoja a éste tipo de semovientes es una consecuencia más del infame cardadismo, que es responsabilidad directa de los madrileños e indirecta de una oposición más preocupada en pegarse que en desmantelar el aparato de propaganda y populismo cuyo centro es la inefable Espe.
La única solución es echarla a patadas. En sus manos está, querido lector.
Seguiremos informando.
2 comentarios:
Es decir, lo que se conoce popularmente como un troll. Y como todo el mundo debe saber, no hay que darles de comer!
Yo creo que este patán es tan tonto que todo esto se le ha ido de las manos, no midió sus palabras y se excedió. Nunca había visto tal movilización en Internet contra alguien. Va a ser castigado, al menos en su vida privada, eso seguro.
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