(·) Éste fin de semana pasado, la coalición de gobierno en los Países Bajos se vino abajo. Como probablemente no les importe saber, durante los últimos dos años y medio los Bajos Países han sido gobernados por una gran coalición entre los cristianodemócratas del primer ministro Balkenende, los socialdemócratas del hasta el sábado ministro de Finanzas, Wouter Bos, y algunos ministros de la Unión Cristiana. El motivo del desmoronamiento de la coalición es que, la semana pasada, la OTAN pidió a los países que forman parte de la ISAF (la fuerza multinacional que está llevando la guerra en Afganistán - que prorrogasen sus respectivas misiones. Y el PvdA (Partido del Trabajo, socialdemócrata) ya tenía el compromiso de salir de Afganistán en cuánto fuese posible. Los cínicos indican que con las municipales a la vista y ante el hecho de que el voto inmigrante, si lo hay, va a ser decisivo, el PvdA quiere capitalizar su rechazo a la guerra, visto que la política municipal es su fuerte. Pero salir del gobierno nacional por cumplir una promesa electoral, cuándo todas las encuestas indican que si hubiese elecciones anticipadas la ultraderecha te va a pwnear (si oyen hablar de Geert Wilders, recuerden: lo leyeron primero en Ruina Imponente) es muestra de una coherencia política bastante envidiable.
(·) Cosas como la declaración de bienes de Francisco Camps deben desencadenar una inspección de Hacienda del tamaño de un camión trailer al momento que se producen.
(·) Ojo con Turquía: el gobierno islamodemócrata (suena a una contradicción en los términos, pero Turquía es un país excepcional) ha empezado a tocar las pelotas a las Fuerzas Armadas, al detener a cincuenta oficiales por hacer lo que el Ejército turco siempre ha hecho, a saber, erigirse en baluarte armado del atatürkismo. El gobierno turco que se ha puesto al Ejército de frente nunca ha durado mucho, y éste nunca ha dudado demasiado en intervenir, sea por simples pronunciamientos, como los de 1971 o 1997, o por golpes de estado a la antigua usanza, como en 1960 o 1980. Mucho, mucho ojo.
Seguiremos informando.
(·) Cosas como la declaración de bienes de Francisco Camps deben desencadenar una inspección de Hacienda del tamaño de un camión trailer al momento que se producen.
(·) Ojo con Turquía: el gobierno islamodemócrata (suena a una contradicción en los términos, pero Turquía es un país excepcional) ha empezado a tocar las pelotas a las Fuerzas Armadas, al detener a cincuenta oficiales por hacer lo que el Ejército turco siempre ha hecho, a saber, erigirse en baluarte armado del atatürkismo. El gobierno turco que se ha puesto al Ejército de frente nunca ha durado mucho, y éste nunca ha dudado demasiado en intervenir, sea por simples pronunciamientos, como los de 1971 o 1997, o por golpes de estado a la antigua usanza, como en 1960 o 1980. Mucho, mucho ojo.
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