El desparpajo de nuestro complejo contubernio turístico-constructor no tiene límites.
Después de Terra Mítica (a.k.a. el Zaplanorium), y después del fantástico Warner Bros. Park (que, efectivamente, es de cine. El Padrino le quedaría propio.), una nueva iniciativa para justificar miles de chalés: la nueva Las Vegas, en los Monegros. La lógica es aplastante. Si Las Vegas consigue traer a millones de personas al medio del desierto, ¿por qué no Los Monegros?
Respuesta: el juego es ilegal en el estado de California, que es el más poblado de los Estados Unidos de América. Pero no en el de Nevada, quince veces menos poblado y prácticamente igual de extenso. Cuándo la Mafia llegó a Las Vegas, en los años 50, aquello era un erial. El acuerdo con el gobierno de Nevada fue muy preciso: vosotros nos traéis dinero a través de la idea del casino (¡y furcias!, que diría Bender), y nosotros os dejamos las manos libres para hacer lo que queráis.
Sólo ahora Las Vegas se ha convertido en un destino turístico familiar, gracias a que el poder lo han tomado las grandes empresas de entretenimiento. Pero las ruletas y las tragaperras siguen siendo el alma de la fiesta: si se legalizase el juego en California, la mayor parte del negocio se iría al traste. ¿Para qué coger horas de coche hasta Las Vegas o el Lago Tahoe pudiendo ir al casino en Malibú, que es más bonito?
Ahora bien, la legislación sobre juegos de azar en Aragón, si no estoy equivocado, no es muy distinta al del resto de España. ¿Para qué ir a los Monegros si se puede ir al casino en Madrid, Barcelona, o, incluso, Las Vegas?
Huele a fraude a miles de kilómetros.
Seguiremos informando.
1 comentario:
... y que no se te olvide la idea de poner campos de golf en medio del desierto. Por que no se nos habra ocurrido antes?
Ejque tenemos la cabeza entre los dedillos de los pies, oye.
Publicar un comentario