Fin de semana de cumbre UE-África en la capital lusitana. Las cumbres de éste tipo, como mis lectores más instruidos (es decir, todos) sabrán, consisten en jefes de estado de uno y otro lado del Mediterráneo reuniéndose, discursando cada uno de lo suyo, llegando a un documento de mínimos que es papel mojado desde el momento en el que se escribe, y volviéndose cada uno a su casa de la misma manera que vinieron.
Naturalmente, tenía que ser una iniciativa de la presidencia portuguesa de la UE. Nuestros vecinos lusitanos, por increíble que pueda parecer, son posiblemente, dentro de la Unión Europea, los que tienen una política africana más amplia y comprensiva. Los ingleses tienen más medios, pero África ocupa una fracción del presupuesto del Foreign Office; los franceses tienen la política del cheque y los parachutistes de la que ya hablamos aquí; y nosotros pasamos de África como de la peste (aun a pesar de que África no pasa de nosotros, precisamente). Los portugueses, dado que no tienen dinero ni ejército y no pueden pasar de África (por una parte, el cargo de consciencia de las guerras coloniales (se calcula que un 10% de los hombres portugueses estuvo en algún momento en alguna de las guerras africanas); por otra, los aproximadamente 125.000 africanos que viven en Portugal (un razonable 1% de la población) se esfuerzan en crear relaciones diplomáticas estables y mantener las relaciones económicas; en suma, se interesan de verdad por África (aunque, como es natural, mucho más por el África que habla portugués)
En todo caso, las únicas novedades (quicir) de la cumbre han sido el regreso definitivo de Gaddafi al Eje del Bien (va a pasarse cinco días en Francia a todo tren, y Sarkozy tendrá que esmerarse para superar al caballo que Aznar le regaló al projombre libio) y la inefable polémica a cargo del destartalado Robert Mugabe, dictador de lo más joputa, pero que es la mascota de todo el mundo dado que Zimbabue fue uno de los últimos países africanos en independizarse, con lo que poner a Mugabe en el poder fue el triunfo de todos los países subsaharianos.
En fin, que supongo que muy bueno el bacalao à Gomes de Sá y los pasteles de nata de Belém. Poco más.
Seguiremos informando.
2 comentarios:
Hombre, algo si que se hace pero tiende a ser a puerta cerrada y en forma de convenios bilaterales. No es por restarle responsabilidad a nuestro gobierno, pero Africa para Portugal es un poco como America Latina para EspaNa, por eso de las ex-colonias portuguesas y la migracion de estas hacia Portugal.
Aparte de eso comparto tu cinismo: en estas reuniones los principales beneficiarios son los estomagos de los participantes!
perdona, que por mas que sean primeras damas... tambien son "maripilis" cualquiera, asi que añadamos al paquete un pack de manteleria, una caja de Sandeman o Ramos/Pinto, y por supuesto un libro de azulejeria portuguesa, pa que haya algo de intercambio cultural...
Reitero mi petición de ejemplar en diario (a poder ser rescatando la venta callejera a manos de niños dickensianos desarraigados).
Pagaría hasta dos euros, fijese.
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