Si usted está leyendo ésto, es que sus acciones no han bajado lo suficiente. Los caminos de la Bolsa, como los del Señor, son inescrutables; resultaba bastante obvio que, en un ambiente generalizado de crisis, las bolsas no podían sino sufrir un ajuste. Eso no es óbice para que el bigotismo intente endilgarle la culpa a Zapatero, cuya influencia en la cotización de la bolsa de Bombay (que ha perdido tanto como la de Madrid) es indiscutible.
Pero no, amigos, hoy no hablaré de la bolsa; pues para hablar de ello necesitaría entenderlo y prefiero reservar mi cerebro para asuntos menos místicos.
Telemadrid, esa sorprendente cadena de televisión donde Fernando Sánchez Dragó puede ofrecerle una rosa al excusarse por su cretinismo galopante, ha vuelto a demostrar a dónde puede llegar el amarillismo bien entendido.
El otro día la emisora capitalina emitió un reportaje (que he de decir que no vi: desde que salí yo, dudo que Telemadrid haya emitido un programa más interesante) en el que mostraba (quicir) como una red de puertas secretas [acorde de película de suspense] permitía que peligrosos inmigrantes [acorde de película de suspense] entrasen en nuestra querida España, seguramente que a de robá y a echarnos droja en los Cola-caos.
Gran escándalo en los medios afines al cardadismo (que es el bigotismo pero en rubio, fenómeno que, como descubrirá el PP el 9 de marzo para su pesar, es específicamente madrileño) echándole la culpa al Gobien·no, que es el que permite que los negros malos nos acosen por las noches. La prensa se hace eco del "coladero" de malvadosos, entre otros ese gran periódico llamado "Qué!", exigiendo responsabilidades.
Inmediatamente salta la respuesta: el tal "coladero" había sido utilizado por una mafia que se desmanteló en julio, con la connivencia de tres limpiadoras (quienes eran las que ponían las tarjetas de AENA, artefacto sin el que no se podían (ni se pueden) abrir las puertas). ¿Y entonces, el tal "coladero"? Pues, sencillamente, un policía del CEP (también conocido como el Sindicato Español de Torrentes) iba abriendo las puertas antes de que llegase la "piriodista" con su cámara oculta. Todo éste procedimiento, natürlich, grabado por las cámaras de seguridad de Barajas.
Y es lo que me acaba de preguntar mi compañera de trabajo: ¿si saben que los están grabando con cámaras, por qué lo hacen de todas maneras? Respuesta: porque para Telemadrid, ese canal, es indiferente si lo que se dice es verdad o no; lo importante es decirlo. En resumen: miente, que algo queda. Y con su dinero, señora.
Seguiremos informando.
Pero no, amigos, hoy no hablaré de la bolsa; pues para hablar de ello necesitaría entenderlo y prefiero reservar mi cerebro para asuntos menos místicos.
Telemadrid, esa sorprendente cadena de televisión donde Fernando Sánchez Dragó puede ofrecerle una rosa al excusarse por su cretinismo galopante, ha vuelto a demostrar a dónde puede llegar el amarillismo bien entendido.
El otro día la emisora capitalina emitió un reportaje (que he de decir que no vi: desde que salí yo, dudo que Telemadrid haya emitido un programa más interesante) en el que mostraba (quicir) como una red de puertas secretas [acorde de película de suspense] permitía que peligrosos inmigrantes [acorde de película de suspense] entrasen en nuestra querida España, seguramente que a de robá y a echarnos droja en los Cola-caos.
Gran escándalo en los medios afines al cardadismo (que es el bigotismo pero en rubio, fenómeno que, como descubrirá el PP el 9 de marzo para su pesar, es específicamente madrileño) echándole la culpa al Gobien·no, que es el que permite que los negros malos nos acosen por las noches. La prensa se hace eco del "coladero" de malvadosos, entre otros ese gran periódico llamado "Qué!", exigiendo responsabilidades.
Inmediatamente salta la respuesta: el tal "coladero" había sido utilizado por una mafia que se desmanteló en julio, con la connivencia de tres limpiadoras (quienes eran las que ponían las tarjetas de AENA, artefacto sin el que no se podían (ni se pueden) abrir las puertas). ¿Y entonces, el tal "coladero"? Pues, sencillamente, un policía del CEP (también conocido como el Sindicato Español de Torrentes) iba abriendo las puertas antes de que llegase la "piriodista" con su cámara oculta. Todo éste procedimiento, natürlich, grabado por las cámaras de seguridad de Barajas.
Y es lo que me acaba de preguntar mi compañera de trabajo: ¿si saben que los están grabando con cámaras, por qué lo hacen de todas maneras? Respuesta: porque para Telemadrid, ese canal, es indiferente si lo que se dice es verdad o no; lo importante es decirlo. En resumen: miente, que algo queda. Y con su dinero, señora.
Seguiremos informando.
1 comentario:
¡¡¡Joder macho, qué horror!!! Los niveles de demagogia y manipulación mediáticas que expones ya no son alarmantes, sino orwellianos.
¡A dónde vamos a parar! En fin...
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