miércoles, 9 de abril de 2008

¡Esa quiere guerra!

Sí, amigos: en un partido donde la obediencia atávica al líder está impresa en la portada de los estatutos (como "Don't panic" en la Guía del Autoestopista Galáctico) el hecho de que Esperanza Aguirre "no descarte" presentarse al congreso de Valencia equivale a un cartel bien grande diciendo "VÓTENME"

Por otra parte era la única posibilidad. Espe ya había sacado los tanques a la calle; nadie se iba a creer en su obediencia, al menos no por mucho tiempo. Como previsto por éste su corresponsal, las hostialidades fueron comenzadas por la prensa adicta (más bien politoxicómana): Pedro J. y J. Lo., que se han convertido en los principales enemigos de los bigotistas moderados, que ya se han quedado en la psique popular con el nombre de "sorayos".

Divide et impera, quería Rajoy, pero se ha atado a los moderados; si caen ellos, caerá su cabeza con ellos. Y, electoralmente, lo que conviene al PP es la moderación. Pero con la bestia suelta, costará devolverla a la jaula.

Y después de éste arrebato de confusiones metafóricas, lo que realmente quería poner: con ustedes, ¡Forges!:


Seguiremos informando.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Igual hasta es una consecuencia directa del bipartidismo. Yo también me daría de hostias si estuviese en una de las dos aristocracias españolas. Porque sabes que sales, antes o después sales.

Oye ya tengo palabro, por fin, para definir nuestro sistema político. Porque lo de democracia olía fatal.

electoralista, nuestro sistema es electoralista. Me parece una definición muy correcta y ante la que nadie me podrá llevar la contraria. Porque aristocracia bipartidsta tampoco era correcto del todo.

La viñeta de forges, de las mejores de que ha hecho, genial del todo. Y ya es raro, que yo hasta le había dejado de leer, de lo flojo que está en los últimos años.