domingo, 30 de diciembre de 2007

Las arenas crecientes

Desde mis tiempos de instituto sé que mi gusto musical es extraño e inimitable. Mis eclécticas listas de música no son aptas para convencionales, y sé que, generalmente, las sugerencias musicales que éste su corresponsal les hace suelen caer en saco roto.

Pero es que ayer hice algo tan sumamente fuera de lo común, que tengo que explicárselo y compartirlo con ustedes.

Me he bajado de la Mula un disco completo. Sepan que, por norma, un servidor se baja canciones sueltas; raras veces se baja un disco. Pero no sólo eso: un disco que se vende en tiendas hoy día. Y lo que es más raro todavía: por una crítica que leí en el periódico.

Pero, como es habitual en mí, para explicarles el porqué necesito una insufrible explicación previa.

Escasas son las bandas sonoras que venden más y ganan más premios que la película de la que salen. Una de ellas fue la banda sonora de O Brother, where are thou!, de los mayores judíos que han salido de Minnesota, los grandes Joel y Ethan Coen. (Préstenle atención a No Country For Old Men; por lo que he visto en el trailer, they're back) Espero no necesitar contarles la película; en todo caso, para ambientarla en el Mississippi de la Gran Depresión los Coen decidieron reclutar a los mayores especialistas en música country tradicional y juntarlos todos en un disco. Gran disco, por cierto; y mis temas favoritos, aparte del inmenso I'm a man of constant sorrow, son I'll fly away y Down to the river to pray, ambos interpretados por Allison Krauss, de la que nunca había oído hablar pero cuya música me gustó (y me gusta) indudablemente.

Pues bien: cuál es mi sorpresa, cuándo, en el Público de ayer, leo una crítica musical de un disco de Robert Plant y Allison Krauss.

Robert Plant, sí, ese del grupo de drojaos esos... como se llamaban... ah, sí, los Led Zeppelin.

Innecesario es decir que una vez visto quién hacía el disco, ignorase por completo lo que dijese el periodista en cuestión: era un disco que necesitaba escuchar. Y me lo prestó un amable desconocido a través de un programa de éstos de bajarse cosas.


Pues, amigos, éste es, mayoritariamente, un disco de country. Pero si piensan que es country del tipo yi-ha! o del de los "Buenos Muchachos" de los Blues Brothers, se equivocan. Éste no es un disco para fiestas ni para tipos vestidos de vaquero.

En el country los dúos hombre-mujer son muy populares. Y en éste disco, ambos rompen. Que ella tenía buena voz es algo que ya sabía, pero la voz de Robert Plant, con lo mayor que está y lo mucho que se ha puesto, es algo que te hace sacudir la cabeza y musitar "qué hijo de puta". Como muestra, un botón:



Los temas están cuidados, los arreglos son estupendos, en fin, un disco de country para gente seria, para ponérselo a quién no le gusta el country, en suma, un disco que estaré encantado de compartir con ustedes.

Seguiremos informando.

4 comentarios:

Pedro Corpa Hervás dijo...

Amigo cardenal...
Los Led Zep, entre mil estilos practicaron tanta musica de esa "americana de toda la vida" que daría para 2 discos de O Brother.
Se lo digo como comentario, ya que con los Led Zep sucede que son tan densos, que muy pocos somos los que hemos oido su discografia, la tenemos y la recordamos completa, a salvo de Grandes exitos.
Country de Ford T, de campiña, de trigal, de Colorado, de Yellowstone, incluso de los de banjo y mascar tabaco, constan entre mis favoritas de tan magno grupo.
Valga este largo comentario como ofrecimiento a una escucha comentada de los Led Zep, cuando Vd. guste (Metalero y Luis podrán hablarle de experiencias similares conmigo), así como para advertirle del ecléctico gusto de Mr.Plant a la hora de elegir proyectos (su excelsa y multiecléctica carrera en solitario, con Page como dúo, con los Black Crowes...)

Todo esto = Si de alguien se puede esperar tal disco, es de Plant. La sorpresa, será personal, pero no general, pues era bastante esperable.

P.D: me alegro de que le guste la música buena, y no la "tarada" jajajaja

CardinalXiminez dijo...

Estimado señor Corpa:

Como dicen en "Vicisitud y Sordidez", lo intermedio es para los mediocres: a mí me place la buena música Y la mala. Bach y El Pelos; Paul Simon y El Fary; Joaquín Sabina...Y Joaquín Sabina.

Y, desde luego que me apunto a una audición comentada de rock progresivo: nada hay que me guste más que ver/oír algo rodeado de gente que sabe del asunto.

Pedro Corpa Hervás dijo...

y dale con etiquetarles...
Venga, va, etiquetemos a los Zep, pero como una banda de "sobraos".
o si lo prefiere "Jam session Rock", en la que la carrera editada no es más que su legado editado, no el fin u´ltimo de su carrera.
Se juntaban, se miraban, tocaban... y hasta que se cansaron unos de otros. Punto.
Ah, y lo otro era broma obviamente, (ecléctico deluxe me considero) con saltos igual o mas de bizarros.
Ya iremos quedando pues para esa, auguro que histórica, sesión de "Plásticos, Corpas y Decibelios"...

Anónimo dijo...

El country para el que lo trabaja. Porque yo, paso.

Ahora bien, a favor de Led Zeppelin levanto la mano.