Si tenía usted alguna duda, señora: el paro se ha disparado y la crisis se hace patente. El bigotismo, bien en su línea, se ha lanzado a acusar directamente a Zapatero de los siete males. Erróneo, naturalmente, pero la actitud panglossiana del señor Blanco demuestra que hay cosas que, aunque sean verdad, no siempre pueden decirse en voz alta.
La pregunta que me hago es ¿a quién carajo le sorprende ésto ahora? La economía española, y su explosión desde 1999, se ha basado en los pies de barro de la burbuja inmobiliaria, complementada por la mano de obra barata que se plantaba a diario en Algeciras, Barajas o Alcalá de Henares.
Sabíamos que todo ésto era muy frágil; nos basábamos en la falaz premisa de que el valor de la vivienda es un absoluto (la vivienda no baja, nos decíamos) cuándo, como todo lo demás, es un valor relativo; construíamos como si no fuesen a faltar los pequeños especuladores e ingleses con ganas de playa, sol y sangría; aumentábamos la temporalidad del empleo hasta límites nunca vistos en Europa Occidental.
Pero nos daba igual: presumíamos de nuestros pisos, que cada vez valían más. Cada vez más y más españoles abandonaban cualquier pretensión de inversión productiva para convertirse en pasapisos aprendices de brujo; ignoramos, una vez más, la importancia de la formación y de la educación para insistir en riadas de licenciados en ADE y titulados CCC en promoción inmobiliaria.
Era el camino hacia la debacle. Y lo sabíamos.
Esperábamos que fuese a durar para siempre. Hemos construido nuestra casa sobre cimientos de arena y ahora se nos hunde bajo los pies.
Y la culpa será de Zapatero. Mis huevos.
Seguiremos informando.
La pregunta que me hago es ¿a quién carajo le sorprende ésto ahora? La economía española, y su explosión desde 1999, se ha basado en los pies de barro de la burbuja inmobiliaria, complementada por la mano de obra barata que se plantaba a diario en Algeciras, Barajas o Alcalá de Henares.
Sabíamos que todo ésto era muy frágil; nos basábamos en la falaz premisa de que el valor de la vivienda es un absoluto (la vivienda no baja, nos decíamos) cuándo, como todo lo demás, es un valor relativo; construíamos como si no fuesen a faltar los pequeños especuladores e ingleses con ganas de playa, sol y sangría; aumentábamos la temporalidad del empleo hasta límites nunca vistos en Europa Occidental.
Pero nos daba igual: presumíamos de nuestros pisos, que cada vez valían más. Cada vez más y más españoles abandonaban cualquier pretensión de inversión productiva para convertirse en pasapisos aprendices de brujo; ignoramos, una vez más, la importancia de la formación y de la educación para insistir en riadas de licenciados en ADE y titulados CCC en promoción inmobiliaria.
Era el camino hacia la debacle. Y lo sabíamos.
Esperábamos que fuese a durar para siempre. Hemos construido nuestra casa sobre cimientos de arena y ahora se nos hunde bajo los pies.
Y la culpa será de Zapatero. Mis huevos.
Seguiremos informando.
5 comentarios:
Curioso que esto ha pasado también en los EE.UU. y otros países, no es un mal solo de España, como si fuéramos los únicos.
Pero contra la burbuja inmobilaria no hicieron absolutamente nada, se podría haber regulado o incluso intervenido ese mercado pero no había guebos. Así que en función de que partido gobernante es responsable que llevan ya más de 4 años. Pero claro, quien le echa guebos a nacionalizar el suelo?
Pero sí, son responsables, no de la crisis económica (que es internacional) pero sí de la burbuja, por no hacer nada.
Por cierto me cerraron el flog. Estaba a punto de hacerme un wordpress cuando me he fijado que estas de blogger... por? porque tu fuiste de wordpress. Ya me comentas.
noooo, él noooooo!!!!!
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Corea/Norte/celebra/aniversario/presencia/lider/Kim/Jong-il/elpepuint/20080909elpepuint_14/Tes
deberíamos ir al funeral si palma, aunque solo sea para verlo.
Éste artículo lo explica muy bien: por razones culturales entendemos que el derecho a una vivienda implica, automáticamente, el derecho a tenerla en propiedad.
Eso implica que con el fin de fomentar la posesión de viviendas, el Estado se empeña en que los ciudadanos decidan poseer una vivienda, aunque ésta esté por encima de sus posibilidades; tanto a través de la desgravación como de la protección oficial de viviendas.
¿Y qué pasa cuándo mucha gente vive por encima de sus posibilidades?
Por otra parte: WordPress.com no está mal, pero es que está muy capado (es una presión para que te pases a WordPress, que es un programa aparte que requiere hosting privado, lo que es un coñazo)
Se nota, sobre todo, en la personalización del blog. Y yo soy muy mío en éstas cosas.
Personalmente, prefiero Blogger. Pero WordPress tampoco es tan mala elección. Y, recuerda, dejé WordPress hará casi un año, así que puede que haya cambiado un montón.
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