Mi amiga Celia, lectora de éste blog, me provoca diciéndome que no hablo de las elecciones canadienses, que serán éste 14 de octubre. Si no lo he hecho hasta ahora, ma chére amie, es porque quería privar a mis lectores de esa enfermiza faceta de mi personalidad que me hace interesarme por elecciones que no merecen ni un par de líneas en la sección de Breves de El País. Pero ya que me has picado, ahí va, para que se lo enseñes a tus amigos de allá y que éstos se pregunten, como se preguntaban los canadienses que conocí en Rotterdam, como cogno sé yo todo ésto. Para los demás, lo siento.
Cuándo el Partido Conservador de Canadá ganó las elecciones hace un par de años, la primera y principal tarea del flamante primer ministro, Stephen Harper, fue hacer que los canadienses le perdieran el miedo a él y a su partido, más o menos como hizo Aznar tras ganar en 1996.
A pesar de ciertas meteduras de pata, como nombrar a una pasmosamente incompetente Ministra de Medio Ambiente, que en un país generalmente muy ecologista hizo promulgar una ley paradójicamente llamada "del Aire Limpio" que fundamentalmente dejaba al Protocolo de Kioto (del cuál Canadá fue firmante y máximo impulsor) en una mera guía indicadora, el gobierno de Harper no lo ha hecho del todo mal; ha ayudado el hecho de que la minoría parlamentaria salida de las elecciones (¿has oído, Duverger? ¡Cuatro partidos!) le ha impedido tomar las medidas puramente yeeehaw que uno esperaría de un gobierno de vaqueros (Alberta: ¡Texas con nieve!). En todo caso, no empieza bien la campaña, porque ha convocado elecciones anticipadas... diez meses después de aprobar una ley prohibiéndolas.
¿Y la oposición? Las elecciones del 2006 fueron perdidas por un Partido Liberal moralmente destrozado por un tremendo escándalo de corrupción, el caso de los patrocinios (resumido: cuándo el "no" ganó por la mínima el referéndum quebequés de 1993, el gobierno federal decidió que la imagen de Canadá debía ser potenciada en Quebec, sin escatimar gastos; como siempre que uno no escatima gastos con el dinero del contribuyente, hay dólares que van a parar a los bolsillos de los que no deben) así que del congreso para elegir el nuevo líder del partido debía salir alguien tremendamente impresionante, alguien que devolviese la ilusión, y las llaves del 22 de Sussex Drive, al Partido Liberal. Y esa persona estaba ahí: Michael Ignatieff, historiador, graduado en Oxford, profesor en Harvard y en Cambridge, autor e intelectual respetado, y encima madurito interesante, el muy cabrón. Pero se olvidaba alguien de un pequeño detalle; hay una regla no escrita en el Partido Liberal que dice que el liderazgo del partido debe turnarse entre anglófonos y francófonos. Así que el ganador del congreso estaba cantado desde el principio: Stéphane Dion, el único candidato francófono, ex-ministro de Relaciones Intergubernamentales y de Medio Ambiente.
Y el problema de Dion es que es soso, sieso, parao; es un tipo con una gran cabeza, es un ecologista de libro (tiene un perro llamado Kioto), pero tiene el carisma de un ratón (no por nada, Serge Chapleau, el caricaturista titular de La Presse, el gran diario de referencia de Montreal, siempre le dibuja como un ratón). Además, y lo que es peor para un candidato Liberal, en Quebec cae realmente mal: fue la cara del "no" durante el referéndum de 1993, y como ministro de relaciones intergubernamentales hizo todo lo posible para meterle palos en las ruedas al nacionalismo quebequés.
Y eso no viene nada bien a la hora de pactar con el más que probable tercer partido, el Bloque Quebequés. El Bloque está liderado por un reconocidamente perro viejo de la política, Gilles Duceppe, que ha descartado repetidamente meterse en el saco de gatos que es la política provincial en Quebec (no queréis saberlo, en serio) para erigirse en líder indiscutible de su partido. A pesar de que el Bloc es un partido bastante progresista (como lo es Quebec en general) no le viene mal pactar con el Partido Conservador; la ideología de los conservadores, con su impulso a la autonomía provincial (de hecho, aprobaron en el Parlamento el reconocimiento de Quebec como nación), combina más con las ideas del Bloc que el federalismo a ultranza de los Liberales; aparte, el mismo Bloc surgió como una escisión de los conservadores. En todo caso, el Bloc tiene motivos para sentirse optimista, porque los conservadores, en Quebec, son una fuerza menor; además, el que fue candidato estrella del PCC quebequés en 2006, Maxime Bernier, tuvo que dimitir estrepitosamente de su cargo de ministro de Defensa por dejarse papeles über-secretos de la OTAN (ups) en casa de su ex-novia (ups) que estaba liada con gente del crimen organizado (d'oh!)
Y luego quedan las izquierdas: el Nuevo Partido Democrático, el equivalente canadiense del Partido Laborista, cuyo líder, Jack Layton, ha conseguido, paso a paso, ir fortificando las posiciones del partido raspando entre los votantes más a la izquierda del Partido Liberal: han conseguido salir de sus fortines en Vancouver (¿por cierto, Celia, cuál es tu circunscripción?) y en Saskatchewan y conseguir posiciones en otros lugares, incluido, milagro de los milagros, en el mismísimo Montreal. El voto de izquierda-izquierda ha de ser para el NPD...
...siempre y cuándo la gran sorpresa de éstas elecciones, el Partido Verde, no haga más avances. Si el que haya cuatro partidos parlamentarios ya es raro en un sistema mayoritario uninominal, cinco ya son la repera, pero eso es lo que ha sucedido: el diputado liberal de West Vancouver se ha apuntado hace nada al Partido Verde, convirtiéndose en el primer diputado de éste partido en la historia de Canadá. Puede que no, pero tener un diputado incumbente puede darle posibilidades de revalidar escaño. Habrá que verlo en el día de las elecciones.
Pues ésto es lo que hay. Aunque en éste caso no sé si, sobre éste tema...
Seguiremos informando.
Cuándo el Partido Conservador de Canadá ganó las elecciones hace un par de años, la primera y principal tarea del flamante primer ministro, Stephen Harper, fue hacer que los canadienses le perdieran el miedo a él y a su partido, más o menos como hizo Aznar tras ganar en 1996.
A pesar de ciertas meteduras de pata, como nombrar a una pasmosamente incompetente Ministra de Medio Ambiente, que en un país generalmente muy ecologista hizo promulgar una ley paradójicamente llamada "del Aire Limpio" que fundamentalmente dejaba al Protocolo de Kioto (del cuál Canadá fue firmante y máximo impulsor) en una mera guía indicadora, el gobierno de Harper no lo ha hecho del todo mal; ha ayudado el hecho de que la minoría parlamentaria salida de las elecciones (¿has oído, Duverger? ¡Cuatro partidos!) le ha impedido tomar las medidas puramente yeeehaw que uno esperaría de un gobierno de vaqueros (Alberta: ¡Texas con nieve!). En todo caso, no empieza bien la campaña, porque ha convocado elecciones anticipadas... diez meses después de aprobar una ley prohibiéndolas.
¿Y la oposición? Las elecciones del 2006 fueron perdidas por un Partido Liberal moralmente destrozado por un tremendo escándalo de corrupción, el caso de los patrocinios (resumido: cuándo el "no" ganó por la mínima el referéndum quebequés de 1993, el gobierno federal decidió que la imagen de Canadá debía ser potenciada en Quebec, sin escatimar gastos; como siempre que uno no escatima gastos con el dinero del contribuyente, hay dólares que van a parar a los bolsillos de los que no deben) así que del congreso para elegir el nuevo líder del partido debía salir alguien tremendamente impresionante, alguien que devolviese la ilusión, y las llaves del 22 de Sussex Drive, al Partido Liberal. Y esa persona estaba ahí: Michael Ignatieff, historiador, graduado en Oxford, profesor en Harvard y en Cambridge, autor e intelectual respetado, y encima madurito interesante, el muy cabrón. Pero se olvidaba alguien de un pequeño detalle; hay una regla no escrita en el Partido Liberal que dice que el liderazgo del partido debe turnarse entre anglófonos y francófonos. Así que el ganador del congreso estaba cantado desde el principio: Stéphane Dion, el único candidato francófono, ex-ministro de Relaciones Intergubernamentales y de Medio Ambiente.
Y el problema de Dion es que es soso, sieso, parao; es un tipo con una gran cabeza, es un ecologista de libro (tiene un perro llamado Kioto), pero tiene el carisma de un ratón (no por nada, Serge Chapleau, el caricaturista titular de La Presse, el gran diario de referencia de Montreal, siempre le dibuja como un ratón). Además, y lo que es peor para un candidato Liberal, en Quebec cae realmente mal: fue la cara del "no" durante el referéndum de 1993, y como ministro de relaciones intergubernamentales hizo todo lo posible para meterle palos en las ruedas al nacionalismo quebequés.
Y eso no viene nada bien a la hora de pactar con el más que probable tercer partido, el Bloque Quebequés. El Bloque está liderado por un reconocidamente perro viejo de la política, Gilles Duceppe, que ha descartado repetidamente meterse en el saco de gatos que es la política provincial en Quebec (no queréis saberlo, en serio) para erigirse en líder indiscutible de su partido. A pesar de que el Bloc es un partido bastante progresista (como lo es Quebec en general) no le viene mal pactar con el Partido Conservador; la ideología de los conservadores, con su impulso a la autonomía provincial (de hecho, aprobaron en el Parlamento el reconocimiento de Quebec como nación), combina más con las ideas del Bloc que el federalismo a ultranza de los Liberales; aparte, el mismo Bloc surgió como una escisión de los conservadores. En todo caso, el Bloc tiene motivos para sentirse optimista, porque los conservadores, en Quebec, son una fuerza menor; además, el que fue candidato estrella del PCC quebequés en 2006, Maxime Bernier, tuvo que dimitir estrepitosamente de su cargo de ministro de Defensa por dejarse papeles über-secretos de la OTAN (ups) en casa de su ex-novia (ups) que estaba liada con gente del crimen organizado (d'oh!)
Y luego quedan las izquierdas: el Nuevo Partido Democrático, el equivalente canadiense del Partido Laborista, cuyo líder, Jack Layton, ha conseguido, paso a paso, ir fortificando las posiciones del partido raspando entre los votantes más a la izquierda del Partido Liberal: han conseguido salir de sus fortines en Vancouver (¿por cierto, Celia, cuál es tu circunscripción?) y en Saskatchewan y conseguir posiciones en otros lugares, incluido, milagro de los milagros, en el mismísimo Montreal. El voto de izquierda-izquierda ha de ser para el NPD...
...siempre y cuándo la gran sorpresa de éstas elecciones, el Partido Verde, no haga más avances. Si el que haya cuatro partidos parlamentarios ya es raro en un sistema mayoritario uninominal, cinco ya son la repera, pero eso es lo que ha sucedido: el diputado liberal de West Vancouver se ha apuntado hace nada al Partido Verde, convirtiéndose en el primer diputado de éste partido en la historia de Canadá. Puede que no, pero tener un diputado incumbente puede darle posibilidades de revalidar escaño. Habrá que verlo en el día de las elecciones.
Pues ésto es lo que hay. Aunque en éste caso no sé si, sobre éste tema...
Seguiremos informando.
12 comentarios:
Jajajaja, has picado!! :o) En serio Thiago, con la de veces que hablas de cosas mas interesantes que las que salen en El Pais, no se por que sientes la necesidad de justificarte: Canada es el segundo pais mas grande del mundo (en superficie) y ademas tenemos el petroleo de Alberta y una de las reservas de agua mas importantes del mundo. Eso, claro, en caso de que te hagan falta razones.
A tu pregunta, mi riding/circunscripcion es Vancouver Kingsway, pero todavia no me dejan votar. Lo mismo la proxima vez toca porque voy a pedir la residencia permanente en unos meses! ^_^
Me parto con Dion le souris: es verdad que no tiene ni pizquita de carisma. Una pena, porque a ti te gustara Harper ... pero a mi me da repelus.
En fin. Kudos por hablar de Canada en el blog (otra vez). Sigue informando hombre, que lo haces muy bien ...
Nota bene: a mí Harper no me cae bien. Tiemblo con lo que pueden hacer los conservadores si consiguen la mayoría absoluta (posiblemente se pongan el Stetson en la cabeza y empiecen a hacer chorradas: como poco, anular la ley federal sobre el matrimonio gay, para echar a esos pervertidos de Alberta).
En todo caso, lo dudo bastante: los conservadores siguen sin tener suficiente peso en Quebec (que representa un cuarto de los escaños) y, aunque es muy probable que los Liberales empeoren sus cifras de 2006 (es que Dion es muy soso) creo que el crecimiento de los partidos menores (el Bloc, y en menor medida, el NPD) le dejará sin mayoría absoluta otra vez. Ojo, nadie convoca unas elecciones anticipadas porque sí, y si Harper ha decidido saltarse su propia ley es porque tendrá buenos motivos.
Lo de tu distrito, por cierto, tiene huevos: en una de las circunscripciones más sólidamente socialdemócratas del país, el candidato liberal, nada más ser elegido (antes incluso de tomar posesión) se pasa a los conservadores, atraído por una cartera ministerial (ahora es el ministro de Exteriores). Ojo con eso, porque tanto los Liberales como el NPD tienen el ojo puesto en tu distrito, y eso de quitarle el escaño a un ministro tiene tela; si te lo montas bien, puedes salir en la tele.
Maravillas del sistema uninominal. Yo quiero uno.
Update: Emerson no se presenta. Cobarde.
Es que si Emerson se presenta la lleva clara: mi distrito esta llenito de banderas en su contra, no creo que le beneficiara a nadie. Y Harper es un impresentable. Lo mismo me equivoco pero yo creo que si intenta anular la ley del matrimonio gay lo va a tener complicado. Por cierto, sobre la de medio ambiente, sabes que lei una entrevista con ella en la que decia que estaba claro que la habian elegido por ser tan guapa? yo FLIPO.
... De donde sacas tiempo para saber tanto???
Y yo con mi tía monja (navarra) en Montreal,en la comunidad la mas joven tiene 60 años y creo que todas derecho al voto, la visité hace un par de años y me da en la nariz que son de Harper... Aunque quién sabe, porque en Saint Jean hablaban maravillas del Bloc. Para terminar, una pregunta, ¿como ves las espectativas de voto en Ontario? Una compañera de la carrera era de Windsor y me gustaría hacerme el enteradillo... Gracias
Que digo el Bloc, Anathema! Si que habia dos monjitas, una catalana y otra vasca que se sentian supernacionalistas de sus tierras, antipeperas y simpatizantes del nacionalismo Québécois, pero definitivamente nunca apoyarían a un partido a la izquierda de Unió o del PNV respectivamente.
A ver, por partes...
Los conservadores no son tan estúpidos para anular la ley del matrimonio gay (con una Corte Suprema hinchada hasta los topes de liberales, iba a ser complicado) simplemente sería transferir las competencias a las provincias, para que las así lo deseasen (así a ojo, Alberta, Yukón, los Territorios y Terranova) puedan hacer leyes prohibiéndolo. El Supremo anularía esas leyes de todas formas, pero ya es tiempo ganado para los Morality Hallelujah.
Y, ejem, las cosas como son: Rona Ambrose está buena (las opusitas en traje de chaqueta son mi punto débil, sorry)
¿Ontario? Aaamigo, esa es la pregunta del trillón de dólares; siendo como es la provincia más poblada y la más centrista, es la que suele decidir el resultado de las elecciones. Lo más probable es que los conservadores avancen aún más en las áreas metropolitanas de Toronto y Ottawa; sin, creo yo, conseguir la mayoría absoluta. En la región de Windsor, la tierra del automóvil canadiense (no por nada están a cinco kilómetros de Detroit) supongo que ganará más puntos el que ofrezca mejores soluciones para sacar a la depauperada industria automotriz canadiense del atolladero. Y si tu compañera de carrera tiene una amiga, preséntamela.
hoy tengo que decir:
gracias profe
Yo tengo que decir que Stepehnson es más alto que Morczewicz, pero eso sobre todo es porque lleva peluca y no se si será la única razón. Por cierto que entre el sector agropecuario hay mucho descendiente de Boers africanos a los que el bigote de huno de Morczewicz no les hace mucha gracia.
Al final entre esos dos y los demás ceo que a los chinos no van a resolver nada y ya han anunciado que lo desempatarán -de ser el caso- con carreras de sacos.
Gracias majo! Lo que estoy aprendiendo contigo. La chica era descendiente de holandeses Ariana Halboom o así. La teníamos acojonada diciendole que en la Universidad del opus jamás aprobarían a una protestante y que lo mismo la quemaban en la hoguera. Un Sanfermín se puso guapísima a patxaránes... un solete de chica. Por cierto noticias importantes del terruño: En UPN no sabén qué hacer con los Presupuestos Generales, el jefe indio dice de votar a favor y el "grupo" (2)en el congreso no quiere que Pujalte&co los miren como a sucios moderados. ¿¿Cisma??
Ay, Thiago. Que te ponen las dominatrix y yo sin enterarme. Que pena, penita, pena ...
...
...
va en serio???? Entonces ... tambien te pone Palinatrix?
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