Habiendo quedado en la plaza de los Cubos para ir al cine con un grupúsculo de gente, dieron las diez y cuarto (faltando media hora para la película) y allí sólo estábamos mi maestro el Metalero y yo. Empezamos nuestra conversación analizando nuestra situación: dos tíos, uno de ellos, por si fuera poco, llevando un libro de Burroughs bajo el brazo, que van a ver una peli de temática activista homosexual; todo ésto a pesar de ser estrictamente heterosexuales. Nos miramos y coincidimos: That's gay.
En todo caso, ninguno de nuestros planes para aquella noche, planes éstos que en todo caso incluían (buena) compañía femenina, nos salió bien. Pero eso es otra historia que ya nos explicarán a su debido tiempo. Vamos a la película.
Yo partía con ventaja: en una de éstas aburridas tardes que uno tiene cuándo es un universitario desempleado que vive donde Cristo perdió el walkman (long time ago) vi por uno de éstos variopintos canales temáticos el documental de 1984 Los tiempos de Harvey Milk. Los propios autores reconocen en los títulos de crédito que Mi nombre es Harvey Milk no es más que la dramatización de los hechos que ocurren en el documental. Así pues, como biopic es tremendamente fiel.
Y es que "fiel" es lo mejor que se le puede decir: una peli hagiográfica, como era de esperar, técnicamente correcta, con interpretaciones más que razonables (Sean Penn, sobre todo). Decía al Metalero que me encantan las pelis de activismos que salen bien, y ésta es una de ellas.
En todo caso, si pueden (que supongo que no, a no ser que sepan inglés) vean el documental. También está muy bien. Y sin Diego Luna.
Seguiremos informando.
Yo partía con ventaja: en una de éstas aburridas tardes que uno tiene cuándo es un universitario desempleado que vive donde Cristo perdió el walkman (long time ago) vi por uno de éstos variopintos canales temáticos el documental de 1984 Los tiempos de Harvey Milk. Los propios autores reconocen en los títulos de crédito que Mi nombre es Harvey Milk no es más que la dramatización de los hechos que ocurren en el documental. Así pues, como biopic es tremendamente fiel.
Y es que "fiel" es lo mejor que se le puede decir: una peli hagiográfica, como era de esperar, técnicamente correcta, con interpretaciones más que razonables (Sean Penn, sobre todo). Decía al Metalero que me encantan las pelis de activismos que salen bien, y ésta es una de ellas.
En todo caso, si pueden (que supongo que no, a no ser que sepan inglés) vean el documental. También está muy bien. Y sin Diego Luna.
Seguiremos informando.
1 comentario:
Totalmente recomendable, a por los Oscars
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