Quién vive en nuestra agostada metrópoli no ha tenido más remedio alguna vez que echarle una ojeada a Canal Metro Madrid, ese invento destinado a torturar la vida de los transeúntes capitalinos cumpliendo una doble función: llenar su vida de aún más anuncios y servir de trompeteante propaganda a la Condesa Cardada y sus secuaces.
Si no lo han visto nunca, les explico: básicamente consta de espacios de alrededor de quince minutos en los que, al igual que en los noticieros comunistas, la estructura es fija e inmutable: primero meterse con el Gobierno, luego Espe inaugurando algo, luego los consejeros amigos de Espe inaugurando más cosas, para concluir con un metralleo de sucesos, comprados a agencias noticiosas varias por cuatro duros, y con el entrenamiento del Madrid.
Si uno tiene un libro a mano, es fácil esquivar la mirada, pero como, hélas, ésta tarde no era mi caso, me quedé viendo los sucesos un rato.
Y me quedé fascinado con una nota sobre la plaga de conejos que invade la provincia de Toledo (o al menos eso dice el noticiero, que también dijo antes que Camps era inocente, así que imagínense la fiabilidad) y una manifestación de rústicos frente a la puerta de la consejería responsable del asunto. Por un lado estaban los agricultores y, por otro, los cazadores, gente que está dispuesta a acabar con la plaga de conejos a escopetazos, pero que, por desgracia, se enfrentaba con la hostilidad del malvado gobierno socialista, que cada vez les acota más los terrenos de caza.
El grand finale fue un racial Elmer Fudd que dijo la que, para mí, ya es la candidata a Frase del Mes: "Por ejemplo, en las autovías hay conejos a paladas, pero como es un área de seguridad, no se puede cazar."
Coño, qué malvados, que no permiten sacar la escopeta en las autovías. Si Charlton Heston los viese.
Seguiremos informando.
Si no lo han visto nunca, les explico: básicamente consta de espacios de alrededor de quince minutos en los que, al igual que en los noticieros comunistas, la estructura es fija e inmutable: primero meterse con el Gobierno, luego Espe inaugurando algo, luego los consejeros amigos de Espe inaugurando más cosas, para concluir con un metralleo de sucesos, comprados a agencias noticiosas varias por cuatro duros, y con el entrenamiento del Madrid.
Si uno tiene un libro a mano, es fácil esquivar la mirada, pero como, hélas, ésta tarde no era mi caso, me quedé viendo los sucesos un rato.
Y me quedé fascinado con una nota sobre la plaga de conejos que invade la provincia de Toledo (o al menos eso dice el noticiero, que también dijo antes que Camps era inocente, así que imagínense la fiabilidad) y una manifestación de rústicos frente a la puerta de la consejería responsable del asunto. Por un lado estaban los agricultores y, por otro, los cazadores, gente que está dispuesta a acabar con la plaga de conejos a escopetazos, pero que, por desgracia, se enfrentaba con la hostilidad del malvado gobierno socialista, que cada vez les acota más los terrenos de caza.
El grand finale fue un racial Elmer Fudd que dijo la que, para mí, ya es la candidata a Frase del Mes: "Por ejemplo, en las autovías hay conejos a paladas, pero como es un área de seguridad, no se puede cazar."
Coño, qué malvados, que no permiten sacar la escopeta en las autovías. Si Charlton Heston los viese.
Seguiremos informando.
3 comentarios:
he de decir que es un tema lo de la plaga de conejos en Toledo y que es verdad que hay HORDAS, pero vamos, que se jodan, tanto matar zorros, ahora no hay zorros que se coman a los conejos. Tremendo todo
Y es que yo estoy a favor de los cazadores: estoy a favor de la caza y del bichicidio siempre y cuándo sea para comerse a la víctima luego.
Por mí, encantado: que se echen al monte, cacen todos los conejos que les plazcan y, tras una breve visita al veterinario para ver si el bicho está sano, a la olla, con cebolla, tomate y patatas tempranas. Pero en las autovías...
El problema de Toledo es que hay mucho cazador furtivo y no se contentan con los conejos... ya ves lo que pasa cada vez que mueren más de dos ovejas: salgamos al monte a cazar buitres y zorros. Joder, que querían matar un águila imperial unos de una obra porque había anidado cerca!
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