Domingo por la mañana, tras tres noches seguidas de impenitente gambiterismo, creo que he consumido un total de cinco litros de Coca-Cola en las últimas 72 horas. Como es inevitable, ahora mismo creo tener taquicardias. Que Dios me ayude.
Una de mis perversiones culturales más conocidas entre mis amigos es mi pasión por los posters de conciertos sudamericanos. Quién vive en nuestra acalorada capital y en algún momento ha pasado por lugares como Cuatro Caminos, Legazpi u Oporto habrá tenido la oportunidad de ver éstos carteles: cutres en su factura, pervasivos en su abundancia, divertidísimos en su contenido.
Mi perversión podría decirse que comenzó la noche en que vi un poster de un hombre de cabellos blanquísimos, los ojos achinados y una obesidad considerable, anunciando un concierto del Gran Acordeonista Ciego del Perú. En ese momento se reveló en mi que había una fuente de involuntario humor en esos carteles, humor que tendería a perderse para siempre conforme fuesen sustituidos por sucesivas capas de carteles. Desde entonces, y casi siempre con la ayuda de mi amigo Dani, intento registrar las mejores perlas de éstos carteles.
Fue Dani, por ejemplo, que descubrió al "Rey del Despecho". Hay que entender que en ciertos países, el "despecho", es un género musical en sí mismo: he visto en algunos carteles "música vieja y despecho". También he descubierto que Pachanga es un país lejano, probablemente caribeño: "la mejor música española, latina y pachanguera del momento"
Impagable también son los carteles de la discoteca latina que acaban de abrir en mi pueblo: en una celebración especial del Día de la Madre decidieron incorporar algo que toda madre, en general, desea ver: strippers.
Pero es, naturalmente, en los nombres de los artistas y, sobre todo, en sus apodos, que todo mejora: Luis Miguel "El Impactante"; Dani Peña "El Hombre del Burro"; y el interminable debate sobre si la bachata es una monarquía (El Rey de la Bachata, la Princesa de la Bachata, y así sucesivamente) o una república (el Jefe, el Campeón, etc.)
Mi problema es que nunca llevo la cámara de fotos conmigo cuándo encuentro esas perlas: una inconveniencia que me lleva siempre a posponer ad calendas graecas mi ideado fotolog sobre el tema.
Y, si ahora me permiten, voy a intentar relajarme un poco.
Seguiremos informando.
Una de mis perversiones culturales más conocidas entre mis amigos es mi pasión por los posters de conciertos sudamericanos. Quién vive en nuestra acalorada capital y en algún momento ha pasado por lugares como Cuatro Caminos, Legazpi u Oporto habrá tenido la oportunidad de ver éstos carteles: cutres en su factura, pervasivos en su abundancia, divertidísimos en su contenido.
Mi perversión podría decirse que comenzó la noche en que vi un poster de un hombre de cabellos blanquísimos, los ojos achinados y una obesidad considerable, anunciando un concierto del Gran Acordeonista Ciego del Perú. En ese momento se reveló en mi que había una fuente de involuntario humor en esos carteles, humor que tendería a perderse para siempre conforme fuesen sustituidos por sucesivas capas de carteles. Desde entonces, y casi siempre con la ayuda de mi amigo Dani, intento registrar las mejores perlas de éstos carteles.
Fue Dani, por ejemplo, que descubrió al "Rey del Despecho". Hay que entender que en ciertos países, el "despecho", es un género musical en sí mismo: he visto en algunos carteles "música vieja y despecho". También he descubierto que Pachanga es un país lejano, probablemente caribeño: "la mejor música española, latina y pachanguera del momento"
Impagable también son los carteles de la discoteca latina que acaban de abrir en mi pueblo: en una celebración especial del Día de la Madre decidieron incorporar algo que toda madre, en general, desea ver: strippers.
Pero es, naturalmente, en los nombres de los artistas y, sobre todo, en sus apodos, que todo mejora: Luis Miguel "El Impactante"; Dani Peña "El Hombre del Burro"; y el interminable debate sobre si la bachata es una monarquía (El Rey de la Bachata, la Princesa de la Bachata, y así sucesivamente) o una república (el Jefe, el Campeón, etc.)
Mi problema es que nunca llevo la cámara de fotos conmigo cuándo encuentro esas perlas: una inconveniencia que me lleva siempre a posponer ad calendas graecas mi ideado fotolog sobre el tema.
Y, si ahora me permiten, voy a intentar relajarme un poco.
Seguiremos informando.
1 comentario:
La verdad es que el Gran Acordeonista Ciego del Perú, más que dar simplemente un concierto, parece que se va a subir al escenario entre Marlo el Hombre-Bala y la sensual Bailarina Barbuda Tragafuegos...
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