Mis obligaciones laborales me obligan/permiten (táchese según la indignación pertinente) tener acceso a El Mundo todas las mañanas. Normalmente - dentro de mi habitual política de evitar actitudes masoquistas en tanto en cuánto me sea posible - mi relación con el panfleto del Calvorota se resume en: mirar la portada - deslizar el dedo bajo la portada - leer el chiste de Ricardo (en mi modesta opinión el mejor caricaturista editorial de España) - cerrar el periódico para no volver. El problema es que el chiste de Ricardo está bajo el editorial, y, las más veces, no puedo dejar de mirar el titular de la última felípica (sic) de Pedro J.
La de hoy complementa a un titular de portada: "La seguridad privada cuesta a los atuneros medio millón al mes". Lo que indigna abiertamente al bisoñé más poderoso de España, que truena desde el editorial: "Mejor infantes de Marina en los pesqueros".
Con dos cojones.
Primero, porque habló el hombre que aplaude con las orejas el que Esperanza Aguirre propugne que becarios subcontratados se encarguen de la atención sanitaria primaria en Madrid porque resulta más eficiente y menos gravoso para el contribuyente (en ambos casos, falso)
Y, segundo, porque riza el rizo de una actitud cada vez más exacerbada en el conservadurismo hispano (tanto el nuevo como el arcaico) que exige ruidosamente la intervención estrepitosa del Estado (y, se sobreentiende, de las Fuerzas Armadas) cada vez que un país, a su entender, "inferior", se atreve a oponerse a los Sacrosantos Intereses de España.
Hasta ahora, las víctimas preferidas de este neocolonialismo mediático eran los regímenes populistas latinoamericanos, léase, Venezuela y Bolivia. Innecesario es recordarles el poco disimulado racismo que exudó la COPE durante los meses que siguieron a la elección de Evo Morales, máxime cuándo empezó a ponerse en contra de Repsol (siempre un generoso patrocinador)
Pero ahora, con la crisis del Alakrana, han tenido la oportunidad de encontrar un enemigo mejor (por más negro), un chivo expiatorio para resucitar las glorias de Lepanto y el Gurugú: ¿qué mejor triunfo para España que ejecutar a una veintena de negros muertos de hambre? ¿Qué hubiese costado mandar a los GEOs a asaltar el barco a sangre y fuego? ¿Qué hubiesen sido dos o tres marineros muertos a cambio del orgullo impoluto de España?
Pues no, señora, por varias razones.
La primera es que sentaría un peligroso precedente: España sería uno de los países dispuestos a utilizar a sus fuerzas armadas en defensa de intereses económicos privados en Ultramar. Que yo sepa, ésto sólo lo hacen cuatro países en el mundo: Estados Unidos, Francia, Australia y Nueva Zelanda, y en éstos dos últimos casos únicamente contra países cuya principal arma de defensa en caso de invasión es lanzar raíces de taro.
Como imaginarán, ésto no hace a éstos cuatro países muy simpáticos allá doquiera que vayan. Dado que es innecesario ejemplificar el caso estadounidense, les recuerdo como les fue a los franceses hará unos años en Costa de Marfil. Dado que una de las mejores armas con las que cuenta el Ejército español es que somos un país que cae generalmente bien (a excepción de Kosovo), el hecho de que nos pongamos en plan Rambo a salvaguardar a empresas cuyas actividades de Ultramar son, en muchos casos, como poco éticamente discutibles, pueden convertir al soldadito español que normalmente es reconocido por gritos de "Rial Madrid, Rial Madrid" (o "Barça, Barça", dependiendo de la temporada de cada cuál) y preferido para partiditos de fúmbo, en un personaje menos simpático y, en consecuencia, más en peligro.
Pero es que, además, utilizar las Fuerzas Armadas es tremendamente costoso. Si los infantes de marina se pusiesen a custodiar pesqueros, como clama Pedro J. en aras del orgullo nacional de España, ese medio millón - convertido por obra y gracia del Espíritu Santo y de la que es la segunda administración pública más opaca de España tras la Casa del Rey en, probablemente , uno o dos millones de euros - dejarían de pesarle al ya de por sí estresado bolsillo del armador (estresado por el peso del oro rojo que es el atún) y le pesarían... ¿a que no lo adivina? Pues sí, señora: a usted.
Poner lo público al servicio de lo privado, y no al revés: la nueva - y vieja - teoría económica de la derecha. Por mí, yo diría que no.
Seguiremos informando.
La de hoy complementa a un titular de portada: "La seguridad privada cuesta a los atuneros medio millón al mes". Lo que indigna abiertamente al bisoñé más poderoso de España, que truena desde el editorial: "Mejor infantes de Marina en los pesqueros".
Con dos cojones.
Primero, porque habló el hombre que aplaude con las orejas el que Esperanza Aguirre propugne que becarios subcontratados se encarguen de la atención sanitaria primaria en Madrid porque resulta más eficiente y menos gravoso para el contribuyente (en ambos casos, falso)
Y, segundo, porque riza el rizo de una actitud cada vez más exacerbada en el conservadurismo hispano (tanto el nuevo como el arcaico) que exige ruidosamente la intervención estrepitosa del Estado (y, se sobreentiende, de las Fuerzas Armadas) cada vez que un país, a su entender, "inferior", se atreve a oponerse a los Sacrosantos Intereses de España.
Hasta ahora, las víctimas preferidas de este neocolonialismo mediático eran los regímenes populistas latinoamericanos, léase, Venezuela y Bolivia. Innecesario es recordarles el poco disimulado racismo que exudó la COPE durante los meses que siguieron a la elección de Evo Morales, máxime cuándo empezó a ponerse en contra de Repsol (siempre un generoso patrocinador)
Pero ahora, con la crisis del Alakrana, han tenido la oportunidad de encontrar un enemigo mejor (por más negro), un chivo expiatorio para resucitar las glorias de Lepanto y el Gurugú: ¿qué mejor triunfo para España que ejecutar a una veintena de negros muertos de hambre? ¿Qué hubiese costado mandar a los GEOs a asaltar el barco a sangre y fuego? ¿Qué hubiesen sido dos o tres marineros muertos a cambio del orgullo impoluto de España?
Pues no, señora, por varias razones.
La primera es que sentaría un peligroso precedente: España sería uno de los países dispuestos a utilizar a sus fuerzas armadas en defensa de intereses económicos privados en Ultramar. Que yo sepa, ésto sólo lo hacen cuatro países en el mundo: Estados Unidos, Francia, Australia y Nueva Zelanda, y en éstos dos últimos casos únicamente contra países cuya principal arma de defensa en caso de invasión es lanzar raíces de taro.
Como imaginarán, ésto no hace a éstos cuatro países muy simpáticos allá doquiera que vayan. Dado que es innecesario ejemplificar el caso estadounidense, les recuerdo como les fue a los franceses hará unos años en Costa de Marfil. Dado que una de las mejores armas con las que cuenta el Ejército español es que somos un país que cae generalmente bien (a excepción de Kosovo), el hecho de que nos pongamos en plan Rambo a salvaguardar a empresas cuyas actividades de Ultramar son, en muchos casos, como poco éticamente discutibles, pueden convertir al soldadito español que normalmente es reconocido por gritos de "Rial Madrid, Rial Madrid" (o "Barça, Barça", dependiendo de la temporada de cada cuál) y preferido para partiditos de fúmbo, en un personaje menos simpático y, en consecuencia, más en peligro.
Pero es que, además, utilizar las Fuerzas Armadas es tremendamente costoso. Si los infantes de marina se pusiesen a custodiar pesqueros, como clama Pedro J. en aras del orgullo nacional de España, ese medio millón - convertido por obra y gracia del Espíritu Santo y de la que es la segunda administración pública más opaca de España tras la Casa del Rey en, probablemente , uno o dos millones de euros - dejarían de pesarle al ya de por sí estresado bolsillo del armador (estresado por el peso del oro rojo que es el atún) y le pesarían... ¿a que no lo adivina? Pues sí, señora: a usted.
Poner lo público al servicio de lo privado, y no al revés: la nueva - y vieja - teoría económica de la derecha. Por mí, yo diría que no.
Seguiremos informando.
6 comentarios:
¡que poco respetamos a los que no apyan a zp¡
Y que los piratas son unos pobres muertos de hambre¡ yayaya
Lo que me gustaría a mí ganar lo que ellos han ganado en un mes....
Señorita, respeto todo el del mundo; pero obviamente no me voy a privar de mi constitucionalmente adquirido derecho a la sátira.
Y qué quiere que le diga: si el tener dinero lo único que me permite es elegir entre dos o tres variedades de cabra reseca, sigo siendo un muerto de hambre.
Me ha encantado esta entrada sólo discrepo en una cosa, como hija de marinero que soy, el dinero para seguridad no saldrá del armador no, el dinero saldrá del porcentaje de la captura (vamos de la venta de la captura) que tengan los marineros, el armador JAMÁS da un paso atrás económiamente con sus barcos.
Por cierto, a mi me encanta tu satira ...
Señorita Raquel, desgraciadamente los que se han jugado el cuello en el secuestro, marineros a parte, son los que probablemente vean menos pasta del rescate. Porque esto no ha sido como en el cine, no ha ido un representante del armador a entregar un maletín a cambio del barco y sus tripulantes. Me apostaría algo a que de ese dinero los piratas van a recibir muy poquito, aunque seguramente sea un fortunón en la zona.
Aquí no es cuestión de apoyar a ZP o no (dios me libre, es errático y desmemoriado, pero dios nos libre a su vez de la única "verdadera alternativa", hace tiempo que pienso que es muy difícil tener una clase política más deplorable que la nuestra, pero eso es otra historia) sino de que El Mundo perdió el norte en 2003 y aún no lo ha recuperado. Por otro lado usar recursos públicos para proteger barcos que no llevan pabellón español entre otras razones, para evadir impuestos y faenar donde les sale de la red, a mi me toca profundamente la moral por no decir otra cosa.
Not even slightly interested.
Ave Thiago!
Does FMMF comes back?
dadillos.superforo.net
Kher Mel/ndil nā I phor ilk I Tur ilk Is dadhrin.
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