Y si no me creen, pos a las pruebas me remito, como decía Cantinflas:
Despiertan pasiones enfrentadas y polarizan hogares y oficinas: o se está a favor o se está en contra, pero a éstas alturas no hay nadie que no tenga una opinión.
Es indiscutible su enorme aportación a la historia de sus respectivos equipos, su inextinguible ambición, su total dedicación y su amor incondicional por ESPAÑA (que es España dicho con su correspondiente entonación). Pero igualmente son conocidos por una personalidad provocativa, su tendencia incontenible a trabajar más por sí mismos que por el resto del equipo, por su amor por la acaparación de focos y (se rumorea) por hacer putaditas en mayor o menor grado a compañeros de equipo que les caigan mal.
Es eso lo que les lleva a enfrentarse, directa o indirectamente, con el entrenador de sus respectivos equipos; entrenadores que no tendrían ningún inconveniente en mandarles al banquillo, pero que deben enfrentarse con feroces enemigos: una prensa afín e incondicionalmente entregada, una abrumadora popularidad entre el sector más ultra de los aficionados, y el apoyo velado pero indiscutible del poder que gestiona el equipo en la sombra, tras las bambalinas.
La popularidad que han acumulado a lo largo de los años a través de innumerables gestos de populismo barato, les ha generado multitud de admiradores fanáticos dispuestos a lanzarse a la yugular de quién se atreva a cuestionar a su héroe. Y eso les ha permitido el mayor mérito de todos: el conseguir, casi siempre, que otros carguen con las responsabilidades de los errores que cometen.
Pero, afortunadamente para sus respectivos equipos, poco a poco van creciendo las filas de los que cuestionan abiertamente su papel y consideran que, para la mera supervivencia del equipo, es necesario, lo antes posible, reducirles a un papel secundario, que es el que les corresponde a éstas alturas.
Y, lo cuál me provoca un gigantesco alivio, cada vez resulta menos probable que vayan a representar a España en el extranjero en un futuro próximo.
Seguiremos informando.
Despiertan pasiones enfrentadas y polarizan hogares y oficinas: o se está a favor o se está en contra, pero a éstas alturas no hay nadie que no tenga una opinión.
Es indiscutible su enorme aportación a la historia de sus respectivos equipos, su inextinguible ambición, su total dedicación y su amor incondicional por ESPAÑA (que es España dicho con su correspondiente entonación). Pero igualmente son conocidos por una personalidad provocativa, su tendencia incontenible a trabajar más por sí mismos que por el resto del equipo, por su amor por la acaparación de focos y (se rumorea) por hacer putaditas en mayor o menor grado a compañeros de equipo que les caigan mal.
Es eso lo que les lleva a enfrentarse, directa o indirectamente, con el entrenador de sus respectivos equipos; entrenadores que no tendrían ningún inconveniente en mandarles al banquillo, pero que deben enfrentarse con feroces enemigos: una prensa afín e incondicionalmente entregada, una abrumadora popularidad entre el sector más ultra de los aficionados, y el apoyo velado pero indiscutible del poder que gestiona el equipo en la sombra, tras las bambalinas.
La popularidad que han acumulado a lo largo de los años a través de innumerables gestos de populismo barato, les ha generado multitud de admiradores fanáticos dispuestos a lanzarse a la yugular de quién se atreva a cuestionar a su héroe. Y eso les ha permitido el mayor mérito de todos: el conseguir, casi siempre, que otros carguen con las responsabilidades de los errores que cometen.
Pero, afortunadamente para sus respectivos equipos, poco a poco van creciendo las filas de los que cuestionan abiertamente su papel y consideran que, para la mera supervivencia del equipo, es necesario, lo antes posible, reducirles a un papel secundario, que es el que les corresponde a éstas alturas.
Y, lo cuál me provoca un gigantesco alivio, cada vez resulta menos probable que vayan a representar a España en el extranjero en un futuro próximo.
Seguiremos informando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario