Como a casi todo, llego tarde a lo de los juegos on-line.
Sí, estuve jugando un tiempo al NationStates, esa especie de Travian politológico que requería saber inglés y un sentido de la diplomacia que nunca he poseído. De hecho, lo estoy intentando de nuevo, con el Principado de Hoherszal.
Pero mi intención es otra y aún peor: conseguir convocar a gente suficiente para realizar partidas on-line al juego más improbable para jugar on-line.
El OpenTTD.
La historia de éste juego es digna de constar en los anales la historia del frikismo. Resulta que a mediados de los 90 un tipo en Inglaterra llamado Chris Sawyer capitaneó la creación de un juego llamado Transport Tycoon, que iba de crear una empresa de transportes. Llegó a hacer una versión 2.0, para Windows, pero ocurrieron dos cosas: primero, la empresa que editaba el juego, Microprose, como toda empresa europea de software, quebró, y segundo, Chris Sawyer editó el Rollercoaster Tycoon, que vendió bastante mejor, así que decidió concentrarse en las montañas rusas.
Pero el Transport Tycoon había dejado tras de sí una masa de fans: nerds del averno que no sabían nada de política empresarial: sólo querían seguir jugando. Y contraatacaron. Decidieron hacer lo que nadie se atreve a hacer: perfeccionar el juego ellos mismos, sin importar patentes de software y demás tontunas.
Y de un juego bastante razonable (para 1995) que sólo funcionaba en DOS y Windows han sacado algo que funciona bastante bien en cualquier cosa que tenga un chip de memoria (se ha llegado a portar a la PSP) y que, lo que es más importante para mí, tiene modo multijugador.
Pero, claro, quién quiere jugar a un juego donde el objetivo es hacer redes de transporte.
¿Quién?
Seguiremos informando.
Sí, estuve jugando un tiempo al NationStates, esa especie de Travian politológico que requería saber inglés y un sentido de la diplomacia que nunca he poseído. De hecho, lo estoy intentando de nuevo, con el Principado de Hoherszal.
Pero mi intención es otra y aún peor: conseguir convocar a gente suficiente para realizar partidas on-line al juego más improbable para jugar on-line.
El OpenTTD.
La historia de éste juego es digna de constar en los anales la historia del frikismo. Resulta que a mediados de los 90 un tipo en Inglaterra llamado Chris Sawyer capitaneó la creación de un juego llamado Transport Tycoon, que iba de crear una empresa de transportes. Llegó a hacer una versión 2.0, para Windows, pero ocurrieron dos cosas: primero, la empresa que editaba el juego, Microprose, como toda empresa europea de software, quebró, y segundo, Chris Sawyer editó el Rollercoaster Tycoon, que vendió bastante mejor, así que decidió concentrarse en las montañas rusas.
Pero el Transport Tycoon había dejado tras de sí una masa de fans: nerds del averno que no sabían nada de política empresarial: sólo querían seguir jugando. Y contraatacaron. Decidieron hacer lo que nadie se atreve a hacer: perfeccionar el juego ellos mismos, sin importar patentes de software y demás tontunas.
Y de un juego bastante razonable (para 1995) que sólo funcionaba en DOS y Windows han sacado algo que funciona bastante bien en cualquier cosa que tenga un chip de memoria (se ha llegado a portar a la PSP) y que, lo que es más importante para mí, tiene modo multijugador.
Pero, claro, quién quiere jugar a un juego donde el objetivo es hacer redes de transporte.
¿Quién?
Seguiremos informando.
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