Ésto sí que no me lo esperaba: han detenido a Radovan Karadzic, popularmente conocido como el Genocida con Tupé.
Karadzic fue ese señor divertido, psiquiatra de profesión, que decidió ponerse a la cabeza de los serbios de Bosnia en 1989 y les llevó a hacer perrerías varias a lo largo y ancho de su país.
La peor de todas ellas fue la matanza de Srebrenica, llevada a cabo por Ratko Mladic, su brazo armado, y que puede resumirse de forma sencilla y cruel: tenemos un pueblo (Srebrenica) lleno de bosnios musulmanes, algunos armados, sus mujeres y sus hijos. Alrededor del pueblo, un porrón de soldados serbobosnios, de muy mal café. Y entre unos y otros, una guarnición de cascos azules holandeses.
En 1995 la OTAN empieza a bombardear posiciones serbobosnias para levantar el sitio de Sarajevo; los serbobosnios, naturalmente, se cabrean: y Karadzic ordena acabar con los musulmanes de Srebrenica. Así que el 10 de julio de 1995 llega Mladic con un batallón de soldados serbios, con intenciones bastante evidentes. El comandante holandés llama a La Haya, informa de la situación y pregunta que si puede liarse a pegar tiros (cosa para la cuál necesita autorización de su gobierno). Y en La Haya le dicen que no, que no puede.
Así que el resultado es obvio.
- Hola, buenos días, qué veníamos a matar a todos éstos.
- No me diga. No me autorizan a responderle a tiros, así que intentaré convencerle de lo contrario. ¿Quiere un café?
- No, no, mire, órdenes son órdenes: voy a sacar a ésta gente del pueblo y fusilarla por ahí, por el monte. Pero venga ese café.
Fue la peor matanza en Europa tras la II Guerra Mundial: las estimaciones más conservadoras hablan de ocho mil muertos. Todavía se están desenterrando cuerpos.
¿Y qué se hizo con Karadzic y Mladic? Pues naturalmente, nada. El tratado de paz de Dayton fundamentalmente fragmentaba Bosnia y Herzegovina en dos entidades, la República Serbia de Bosnia y la República Croatomusulmana, y en la República Serbia Mladic era (y es) un héroe de guerra y Karadzic, reconocidamente, el padre de la patria.
Hay que recordar que el sentimiento fundamental que alimenta el nacionalismo serbio es el resentimiento, provocado por 700 años de llevarse leñazos por todos los lados (otomanos, austrohúngaros, americanos, etc.). En los diez años de guerra casi continua entre Serbia y todos los demás, Karadzic y Mladic fueron los únicos que pudieron cantar victoria. De ahí que estuviese más que claro que tanto Serbia como la República Sprska (el estado serbio de Bosnia, cuyo nombre debe pronunciarse como si uno fuese el gato Silvestre) iban a encubrir al Dúo Dinámico hasta el fin de sus malditos días.
Pero, visto lo visto, el gobierno serbio ha decidido tomarse en serio sus intenciones de acercarse a la Unión Europea. Vista la efectividad del otro posible gran amigo, Rusia, en lo de Kosovo (la solidaridad paneslava y todo eso queda muy bonito, pero si creían que Rusia iba a meterse en un jaleo por una causa en la práctica perdida eran muy ingenuos), Serbia ha decidido que quieren ser europeos de verdad y, por lo tanto, la cobertura de Karadzic, puf, ha reventado.
Aún quedan pasos: Mladic, por ejemplo, que sigue forajido; aunque será más complicado, porque posiblemente esté en Escupitajia (intenten pronunciar Sprska sin soltar saliva) y allí nadie le va a poner un dedo encima.
Pero son pasos. Y un genocida menos en las calles siempre es motivo de regocijo.
Seguiremos informando.
Karadzic fue ese señor divertido, psiquiatra de profesión, que decidió ponerse a la cabeza de los serbios de Bosnia en 1989 y les llevó a hacer perrerías varias a lo largo y ancho de su país.
La peor de todas ellas fue la matanza de Srebrenica, llevada a cabo por Ratko Mladic, su brazo armado, y que puede resumirse de forma sencilla y cruel: tenemos un pueblo (Srebrenica) lleno de bosnios musulmanes, algunos armados, sus mujeres y sus hijos. Alrededor del pueblo, un porrón de soldados serbobosnios, de muy mal café. Y entre unos y otros, una guarnición de cascos azules holandeses.
En 1995 la OTAN empieza a bombardear posiciones serbobosnias para levantar el sitio de Sarajevo; los serbobosnios, naturalmente, se cabrean: y Karadzic ordena acabar con los musulmanes de Srebrenica. Así que el 10 de julio de 1995 llega Mladic con un batallón de soldados serbios, con intenciones bastante evidentes. El comandante holandés llama a La Haya, informa de la situación y pregunta que si puede liarse a pegar tiros (cosa para la cuál necesita autorización de su gobierno). Y en La Haya le dicen que no, que no puede.
Así que el resultado es obvio.
- Hola, buenos días, qué veníamos a matar a todos éstos.
- No me diga. No me autorizan a responderle a tiros, así que intentaré convencerle de lo contrario. ¿Quiere un café?
- No, no, mire, órdenes son órdenes: voy a sacar a ésta gente del pueblo y fusilarla por ahí, por el monte. Pero venga ese café.
Fue la peor matanza en Europa tras la II Guerra Mundial: las estimaciones más conservadoras hablan de ocho mil muertos. Todavía se están desenterrando cuerpos.
¿Y qué se hizo con Karadzic y Mladic? Pues naturalmente, nada. El tratado de paz de Dayton fundamentalmente fragmentaba Bosnia y Herzegovina en dos entidades, la República Serbia de Bosnia y la República Croatomusulmana, y en la República Serbia Mladic era (y es) un héroe de guerra y Karadzic, reconocidamente, el padre de la patria.
Hay que recordar que el sentimiento fundamental que alimenta el nacionalismo serbio es el resentimiento, provocado por 700 años de llevarse leñazos por todos los lados (otomanos, austrohúngaros, americanos, etc.). En los diez años de guerra casi continua entre Serbia y todos los demás, Karadzic y Mladic fueron los únicos que pudieron cantar victoria. De ahí que estuviese más que claro que tanto Serbia como la República Sprska (el estado serbio de Bosnia, cuyo nombre debe pronunciarse como si uno fuese el gato Silvestre) iban a encubrir al Dúo Dinámico hasta el fin de sus malditos días.
Pero, visto lo visto, el gobierno serbio ha decidido tomarse en serio sus intenciones de acercarse a la Unión Europea. Vista la efectividad del otro posible gran amigo, Rusia, en lo de Kosovo (la solidaridad paneslava y todo eso queda muy bonito, pero si creían que Rusia iba a meterse en un jaleo por una causa en la práctica perdida eran muy ingenuos), Serbia ha decidido que quieren ser europeos de verdad y, por lo tanto, la cobertura de Karadzic, puf, ha reventado.
Aún quedan pasos: Mladic, por ejemplo, que sigue forajido; aunque será más complicado, porque posiblemente esté en Escupitajia (intenten pronunciar Sprska sin soltar saliva) y allí nadie le va a poner un dedo encima.
Pero son pasos. Y un genocida menos en las calles siempre es motivo de regocijo.
Seguiremos informando.
8 comentarios:
Acabo de entrar en este blog por casualidad, y veo con asombro el trabajo que conlleva, siendo que no lo visita ni su puta madre. Es mejor que te dediques a hacerte pajas, es más o menos lo mismo, pero así no llenas Internet de basura prescindible. El mogollón de texto, ni ganas de leerlo, por supuesto...
Por favor, no seas patético, deja este blog.
¡Coño, un troll! ¡Un troll! ¡Para mí sólo! ¡Viva!
Ahí va mi flecha para mantener ocupado a ese troll, porque no te lo vamos a dejar a ti solo (probablemente le de en la rodilla)Ya sé que un comentario a un comentario, y sobre todo de un energúmeno cobarde como este, no va a servir de mucho, pero no me puedo reprimir.
Muy señor mío:
Primero y ante todo, NO SE APROPIE DEL TÍTULO DE AMIGO DEL SEÑOR CARDENAL, eso es algo que ha de ganarse y no creo que Su Eminencia vaya a trabar amistad con un chicle que se ha pegado en su zapato por casualidad.
En segundo lugar quisiera darte un consejo. Si entras en estas páginas y hay algo con lo que no estás de acuerdo, no tienes más que decirlo, para eso están los comentarios. Aquí siempre son bienvenidas las opiniones de TODOS, de hecho el propio Cardenal se disgusta mucho si los vagos que le leemos no damos nuestra opinión, sea la que sea(entiendo que esto pueda parecer raro o incluso inquietante para esa pequeña nuez que no para de rebotar dentro de tu craneo, pero es así). Pero no, en lugar de eso te lanzas a insultar amparándote en el anonimato y en que este es un sitio libre en el que nadie va a censurar lo que digas. De hecho no me importa quien coño seas (te garantizo que no me interesa para nada conocerte) lo que me jode es el insulto y sobre todo la cobardía. Golpeas a traición en lugar de discutir, en lugar de dialogar. En definitiva, eres un cobarde.
(Ufff ¡que bien me he quedado!)
Estimado Cardenal:
Me va a usted a disculpar que responda a tamaño zote, pero es que sabía que usted no lo iba a hacer porque es todo un caballero. Afortunadamente yo no lo soy.
Ya sé que probablemente no responda, que lo más seguro es que no vuelva a leer este blog, pero no creo que ese tipo de agresiones deban quedar sin respuesta. La pena es no poder hacer otra cosa.
En fin, en cuanto a lo de Milosevic, ¿alguien esperaba otra cosa? Como bien se dice en el artículo, en cuanto han visto que los rusos no les dejan, los serbios han acercado su sardina a la siguiente ascua que más ardía. Y como han visto lo bien que les va a las otras ex-repúblicas comunistas que han logrado entrar (capitalismo salvaje y esas cosas) pues allá que van. Primero Eurovisión, luego Bruselas, ese el camino que ven natural.
Leche que no era Milosevic sino Karadzic (¿Como se dirá en ruso "tanto monta, monta tanto"?) Discúlpeme el gazapo.
Jajajaja... Llevo un rato buscando una receta de troll al horno para darnos un festin, pero no la encuentro!! Que demonios, a quien le hace falta receta?? Al horno y listo!
(Y eso de que nadie lee este blog de donde se lo ha sacado este tipejo?)
Firmado,
Alguien.
¡Mucho ojo con los psiquiatras y/o psicoanalistas!
Karadzic, J.Los, el pavo de la clínica del opus de Pamplona que mató a la enfermera y le cortó un dedo para que no la identificaran...
El troll debe ser un miembro de la muy influyente colonia serbia en España, en Navarra muchos de ellos son deportistas y están fuertes...
Pero bueno, Savo Milosevic (serbobosnio) e Ivano Balic (croata) no se ponian tontos a la hora de compartir juergas y alcohol, será que el espíritu de Tito revive en mi querida teokratzia?
Al troll le va muy bien un chorro de vino tinto y pimienta, pero hay que hacerlo estofado, que es una carne muy correosa.
Alegrías por el genocida en el trullo aparte, me uno a la iniciativa de "The Onion" de que la OTAN debería bombardear Serbia con vocales. Así, dejaríamos der ver en el mapa ciudades como Sprkzy o Cwska
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