Un argumento ad hominem es una de las falacias más conocidas y utilizadas. Se trata de replicar ante una proposición, pero no a lo que se dice, sino a quién lo dice. Encontrarán ejemplos en el artículo de la Wikipedia que les enlazo.
Dado que desde éste su blog, en la medida de lo posible, intentamos evitar los argumentos ad hominem, vamos a explicar nuestra posición y luego, ya, armados con los hechos, agredir violentamente, que es lo que quería hacer yo desde el principio.
La sanidad pública puede ser más o menos eficaz, pero a una escala general, funciona y bien. Según Naciones Unidas (aquí, a través de la Wikipedia) España tiene la sexta mejor expectativa de vida del mundo. Y no me vengan con mandangas que si nuestra dieta y si nuestro estilo de vida: España, como casi todos los países con gran esperanza de vida, la tienen porque existe una mínima asistencia médica general para todos los ciudadanos, pagada con dinero público. Y, recuerden, hace cincuenta años, cuándo a cargo del Estado sólo estaban los dispensarios, los sanatorios y los manicomios, España, a nivel sanitario, era un país del Tercer Mundo.
Por otro lado, basta con ver las historias de terror del sistema sanitario estadounidense para darse cuenta que en un país desarrollado, un sistema de sanidad privado o semi-privado significa condenar a una parte significativa de la población a condiciones sanitarias tercermundistas.
En el mundo de fantasía de la economía liberal, la libre competencia baja los precios y permite a todos disfrutar de mejores condiciones sanitarias a mejor precio. Pero la realidad tiene la jodida tendencia a ser de izquierdas, máxime cuándo la economía de mercado liberal en general, y la española en particular, tienden a convertir los monopolios públicos en oligopolios privados.
El sistema hasta ahora funcionaba de ésta manera: el Estado y la Seguridad Social financiaban la construcción y el funcionamiento de un sistema sanitario público. Éste sistema es caro, pero garantiza que todos los ciudadanos tienen asistencia sanitaria; el nivel de ésta asistencia depende de la cantidad de dinero que el Estado quiera poner para su funcionamiento.
Bien: el modelo de nuestra ínclita Espe se basa en que la gestión de los hospitales pasa a estar administrada por empresas privadas.
¿Qué significa ésto? Según la propaganda de la Comunidad de Madrid, significa que la gestión privada primará la eficiencia: los médicos trabajarán más, las enfermeras trabajarán más, todo saldrá más barato para las arcas públicas.
En la práctica quiere decir que la Comunidad de Madrid va a pagar lo mismo o incluso un poco más por mantener un hospital, pero que el dinero, en lugar de ir a los médicos, enfermeras o equipamientos, va a ir una empresa privada, que intentará sacar la mayor tajada posible de ese presupuesto asignado. ¿Como? Exprimiendo a médicos, enfermeras y funcionarios anexos: pagando menos, haciendo trabajar más o ambas cosas. Y el recorte de gastos no acaba ahí: menos equipamiento y peor mantenido, menos limpieza (en lugares donde la limpieza es imprescindible), etcétera, etcétera.
A largo plazo, la idea es que los buenos profesionales se pasen al sector privado, donde cobrarían más y obtendrían condiciones de trabajo más humanas (pero aún peores que las del sector público tradicional)
La idea subyacente detrás de todo ésto está en uno de los principios fundamentales de la nueva burguesía conservadora: yo no tengo por qué pagar impuestos para que otros los utilicen. Prefiero utilizar mi dinero para comprar lo que necesito sin necesidad de compartirlo con nadie.
Como éste argumento parece y es intolerable desde un punto de vista ético, la moral neo-con lo camufla con la palabra "libertad": yo soy libre de hacer con mi dinero y mi salud lo que bien me place. Y la respuesta ante los defensores de la sanidad pública: "¿Es que me pretendes imponer un sistema?"
Es el problema de la moral posmoderna y, en consecuencia, de la izquierda contemporánea(y aquí me meto en un berenjenal filosófico por el que espero que mi maestro Metalero me perdone): vivimos tan obsesionados por los derechos individuales y la libertad personal que olvidamos el hecho de que para que una sociedad funcione de forma relativamente saludable, hay ciertos comportamientos individuales de los que debemos abdicar. Y lo que es peor: temerosos de ser tachados de dictadores, de tiranos, nos olvidamos de reivindicar ese sacrificio que compete a cada cuál, dejando el camino libre a la moral de la avaricia yuppie y neo-con.
Ante ésto, lo único que cabe es ser valerosos y reivindicar el sacrificio y la imposición: sí, maldito pijo de mierda, pretendo imponerte un sistema: el único sistema que, de forma demostrada, sirve para mejorar la salud y la esperanza de vida de todos los ciudadanos, el único sistema que evita que la gente no tenga que elegir entre la bolsa o la vida, el sistema que legitima de forma competente a un Estado que garantiza a sus ciudadanos no sólo la vida y la hacienda, sino también la salud y el bienestar. Y vamos a pagarlo entre tú y yo: porque entre pagar a ocho cardiólogos para que puedan atendernos a todos, incluido a ti, y pagar a Garci para que haga caja y méritos, hay que ser muy hijo de puta para elegir la segunda opción.
Pero bueno, para el mundo real, para el mundo que ve la tele, para el mundo que elige estar poco informado, todo ésto son divagaciones incomprensibles, y quizás sea por eso que Espe gana elecciones: por usar la demagogia de forma decidida y discriminada.
En éste caso, jugando con la visión impulsada por la derecha (y, no lo neguemos, reforzada por muchos de los interesados) del delegado sindical como vago indolente, Espe ha sacado el argumento ad hominem y se ha quedado tan ancha.
Combatan la falacia. Sean valerosos. Decídanse.
Seguiremos informando.
Dado que desde éste su blog, en la medida de lo posible, intentamos evitar los argumentos ad hominem, vamos a explicar nuestra posición y luego, ya, armados con los hechos, agredir violentamente, que es lo que quería hacer yo desde el principio.
La sanidad pública puede ser más o menos eficaz, pero a una escala general, funciona y bien. Según Naciones Unidas (aquí, a través de la Wikipedia) España tiene la sexta mejor expectativa de vida del mundo. Y no me vengan con mandangas que si nuestra dieta y si nuestro estilo de vida: España, como casi todos los países con gran esperanza de vida, la tienen porque existe una mínima asistencia médica general para todos los ciudadanos, pagada con dinero público. Y, recuerden, hace cincuenta años, cuándo a cargo del Estado sólo estaban los dispensarios, los sanatorios y los manicomios, España, a nivel sanitario, era un país del Tercer Mundo.
Por otro lado, basta con ver las historias de terror del sistema sanitario estadounidense para darse cuenta que en un país desarrollado, un sistema de sanidad privado o semi-privado significa condenar a una parte significativa de la población a condiciones sanitarias tercermundistas.
En el mundo de fantasía de la economía liberal, la libre competencia baja los precios y permite a todos disfrutar de mejores condiciones sanitarias a mejor precio. Pero la realidad tiene la jodida tendencia a ser de izquierdas, máxime cuándo la economía de mercado liberal en general, y la española en particular, tienden a convertir los monopolios públicos en oligopolios privados.
El sistema hasta ahora funcionaba de ésta manera: el Estado y la Seguridad Social financiaban la construcción y el funcionamiento de un sistema sanitario público. Éste sistema es caro, pero garantiza que todos los ciudadanos tienen asistencia sanitaria; el nivel de ésta asistencia depende de la cantidad de dinero que el Estado quiera poner para su funcionamiento.
Bien: el modelo de nuestra ínclita Espe se basa en que la gestión de los hospitales pasa a estar administrada por empresas privadas.
¿Qué significa ésto? Según la propaganda de la Comunidad de Madrid, significa que la gestión privada primará la eficiencia: los médicos trabajarán más, las enfermeras trabajarán más, todo saldrá más barato para las arcas públicas.
En la práctica quiere decir que la Comunidad de Madrid va a pagar lo mismo o incluso un poco más por mantener un hospital, pero que el dinero, en lugar de ir a los médicos, enfermeras o equipamientos, va a ir una empresa privada, que intentará sacar la mayor tajada posible de ese presupuesto asignado. ¿Como? Exprimiendo a médicos, enfermeras y funcionarios anexos: pagando menos, haciendo trabajar más o ambas cosas. Y el recorte de gastos no acaba ahí: menos equipamiento y peor mantenido, menos limpieza (en lugares donde la limpieza es imprescindible), etcétera, etcétera.
A largo plazo, la idea es que los buenos profesionales se pasen al sector privado, donde cobrarían más y obtendrían condiciones de trabajo más humanas (pero aún peores que las del sector público tradicional)
La idea subyacente detrás de todo ésto está en uno de los principios fundamentales de la nueva burguesía conservadora: yo no tengo por qué pagar impuestos para que otros los utilicen. Prefiero utilizar mi dinero para comprar lo que necesito sin necesidad de compartirlo con nadie.
Como éste argumento parece y es intolerable desde un punto de vista ético, la moral neo-con lo camufla con la palabra "libertad": yo soy libre de hacer con mi dinero y mi salud lo que bien me place. Y la respuesta ante los defensores de la sanidad pública: "¿Es que me pretendes imponer un sistema?"
Es el problema de la moral posmoderna y, en consecuencia, de la izquierda contemporánea(y aquí me meto en un berenjenal filosófico por el que espero que mi maestro Metalero me perdone): vivimos tan obsesionados por los derechos individuales y la libertad personal que olvidamos el hecho de que para que una sociedad funcione de forma relativamente saludable, hay ciertos comportamientos individuales de los que debemos abdicar. Y lo que es peor: temerosos de ser tachados de dictadores, de tiranos, nos olvidamos de reivindicar ese sacrificio que compete a cada cuál, dejando el camino libre a la moral de la avaricia yuppie y neo-con.
Ante ésto, lo único que cabe es ser valerosos y reivindicar el sacrificio y la imposición: sí, maldito pijo de mierda, pretendo imponerte un sistema: el único sistema que, de forma demostrada, sirve para mejorar la salud y la esperanza de vida de todos los ciudadanos, el único sistema que evita que la gente no tenga que elegir entre la bolsa o la vida, el sistema que legitima de forma competente a un Estado que garantiza a sus ciudadanos no sólo la vida y la hacienda, sino también la salud y el bienestar. Y vamos a pagarlo entre tú y yo: porque entre pagar a ocho cardiólogos para que puedan atendernos a todos, incluido a ti, y pagar a Garci para que haga caja y méritos, hay que ser muy hijo de puta para elegir la segunda opción.
Pero bueno, para el mundo real, para el mundo que ve la tele, para el mundo que elige estar poco informado, todo ésto son divagaciones incomprensibles, y quizás sea por eso que Espe gana elecciones: por usar la demagogia de forma decidida y discriminada.
En éste caso, jugando con la visión impulsada por la derecha (y, no lo neguemos, reforzada por muchos de los interesados) del delegado sindical como vago indolente, Espe ha sacado el argumento ad hominem y se ha quedado tan ancha.
Combatan la falacia. Sean valerosos. Decídanse.
Seguiremos informando.
9 comentarios:
Espe gana elecciones porque ya no están los de CQC (los buenos) para mostrar al mundo lo zote que es. ¿Recuerdas su relación con Arturo Vals?
Que no, que el libremercado mola y la gente bajará los precios: "antes de bajar las casas un 30%, se las regalo a los bancos", tócate la polla.
Joder Brasilian, me has emocionado.
Te voy a perdonar por esta vez, porque estoy profundamente fascinado por tu lucidez.
Un abrazo enorme. Cuervo Blanco.
PD: Con un comentario tan adulador, sólo me queda decir: "¿Unas cañejas?" XD
Nada que añadir. Lo ha clavado usted, la solo hay algo peor que la privatización de la sanidad y es la "pseudoprivatización" a la que nos están llevando.
Fdo.: Un capitalista convencido
Como anoche te noté algo chafado por haberte reconocido que estabas en un berenjenal, voy a explicártelo:
Has cometido la falta de identificar "moral posmoderna" con "izquierda contemporánea", y eso no es tan directo ni claro. Dejando aparte que decir "moral posmoderna" es muy, muy controvertido (prácticamente contradictorio, según muchos), por una parte porque existe una derecha posmoderna (que se ajusta perfectamente a la imagen que dibujas de manera tan magistral en este artículo) y por otra porque la izquierda contemporánea postmoderna tiene otra postura. Tomando como representante a Baudrillad (Lunatrix, ¿te atreves a exponernos de manera resumida la postura de otra representante como Donna Haraway?), dicha izquierda postmoderna entiende que el individuo en abstracto (modelo de la ideología liberal) es la máxima expresión de la alienación pura, pues sin su "circunstancia" no es nada más que una vacuidad sin sentido ni proyecto.
Un afectuoso saludo a todos. Cuervo Blanco, abriendo ya sus alas para volar hacia Eyre.
(sobra la palabra "porque" de la octava línea del segundo párrafo del anterior comentario; disculpen la confusión)
Se ha matado Jörg Haider.
Trabajo en investigación en el Servicio Canario de Salud, pedimos 650000 € pa 7 proyectos y no aprobaron ninguno. Motivo: recorte presupuestario.
Toy lavando el bisón pa la próxima fiesta con Espe, quizá alguien organice un juego de rol...
Saludos
Espe no es la única que hace eso. En Andalucía Lolo Chaves hace lo mismo desde hace años con todos los hospitales que inagura.
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