Prensa y público son unánimes: en Santiago de Chile el rey de España se ha portado como se portaría cualquier español en similares circunstancias, y, por ello, ha sido vigorosamente aplaudido.
Ya sabemos, por tanto, que el Carlangas tiene la capacidad de resolver una discusión a su favor a través del reconocido Spanish Assertiveness Method®, es decir, hablar más alto y/o decir algo más burro que tu rival, y, si imprescindible, hacerle un frac de hostias.
Al mismo tiempo, en Madrid, se celebra el juicio contra los dos integrantes de la plantilla de El Jueves que cometieron el grave delito de publicar una portada que mostraba al príncipe y a la princesa de Asturias en el acto carnal. El hecho de que en éste país haya programas de televisión donde unas imágenes sacadas con una cutre-cámara de visión nocturna de alguien mesándose la frente ya son prueba (quicir) de alcoholismo galopante y delirium tremens no ha sido inconveniente para que la Fiscalía General del Estado se haya tomado ésto bastante en serio.
Cada vez más tengo la sensación de que todo ésto ha sido un calentón de alguien (no quiero saber de quién). Espero por el bien de todos que éstos muchachos salgan a la rue libres de multas y cargos.
Actualizaré cuándo vuelva del trabajo, opinando sobre el veredicto.
Seguiremos informando.
Actualizo: tres mil euros es lo que cuesta hacer un chiste sobre el Príncipe de Asturias. Cuándo los tribunales cuantifican el honor de uno, uno deja de valer lo que vale y empieza a valer lo que cuesta.
Seguiremos informando.
Ya sabemos, por tanto, que el Carlangas tiene la capacidad de resolver una discusión a su favor a través del reconocido Spanish Assertiveness Method®, es decir, hablar más alto y/o decir algo más burro que tu rival, y, si imprescindible, hacerle un frac de hostias.
Al mismo tiempo, en Madrid, se celebra el juicio contra los dos integrantes de la plantilla de El Jueves que cometieron el grave delito de publicar una portada que mostraba al príncipe y a la princesa de Asturias en el acto carnal. El hecho de que en éste país haya programas de televisión donde unas imágenes sacadas con una cutre-cámara de visión nocturna de alguien mesándose la frente ya son prueba (quicir) de alcoholismo galopante y delirium tremens no ha sido inconveniente para que la Fiscalía General del Estado se haya tomado ésto bastante en serio.
Cada vez más tengo la sensación de que todo ésto ha sido un calentón de alguien (no quiero saber de quién). Espero por el bien de todos que éstos muchachos salgan a la rue libres de multas y cargos.
Actualizaré cuándo vuelva del trabajo, opinando sobre el veredicto.
Seguiremos informando.
Actualizo: tres mil euros es lo que cuesta hacer un chiste sobre el Príncipe de Asturias. Cuándo los tribunales cuantifican el honor de uno, uno deja de valer lo que vale y empieza a valer lo que cuesta.
Seguiremos informando.
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