viernes, 14 de marzo de 2008

La teoría de los veinte años

Se preguntarán qué demonios quiere decir Rubiano con su comentario en el post anterior. Ahora voy, pero antes de nada:

Puedo equivocarme y podrán frotármelo en cara en su momento, pero ésto me da en la nariz que va a acabar igual que ésto: a nadie, salvo a Richard Gere y Björk, le importa el Tibet, cuyo principal recurso económico es la mantequilla rancia de yak; aparte, por muy hija de puta que sea la dictadura militar-burocrática china, sustituirla por una teocracia presidida por un tipo cuya sucesión es decidida frotando sonajeros en la cara de bebés no me da demasiada confianza.

Mi teoría de los veinte años es que, cada veinte años, partiendo de 1949, una nueva generación de chinos arma gresca contra la generación anterior en general y el Estado en particular. Pasó en 1969, cuándo la Revolución Cultural se salió de madre, y en 1989, cuándo Deng Xiaoping dijo aquello tan bonito de "China es un país pobre, no tenemos dinero para balas de goma" y sacó las balas de verdad contra los estudiantes.

Y sí, amigos, con los actos en Tíbet puede darse por iniciada la III Gran Gresca de la Juventud China; fastidia el que no se vaya a cumplir con exactitud matemática la regla de los veinte años, pero todo indica que la traca se producirá alrededor de los juegos olímpicos de éste agosto.

No conozco China, pero supongo que la gente está bastante cabreada. La crisis del mes pasado, cuándo las nevadas bloquearon la red de transportes del país en plenas fiestas del Año Nuevo Chino, no ha sido sino la definición gráfica de una sensación obvia: la fiesta económica no puede seguir indefinidamente, el precio de los alimentos no ha hecho sino subir y la situación no puede sino agravarse.

Por otra parte, el gobierno comunista (quicir) está cada vez más nervioso; pensaban que lo tendrían todo resuelto para los Juegos y tendrían el país entero atado en un gran lazo rojo para exhibirlo ante los turistas; pero se acercan los días y las costuras explotan por todas partes.

Por último, si hay una situación soñada para cualquier estudiante activista son unos Juegos Olímpicos; si hay fotógrafos delante los guardias tienen que sonreír antes de ponerse a dar porrazos. Puede que se haya aprendido la lección de Tiananmen, cuándo la muchachada salió a la calle cuándo Gorbachov visitó el país; se fue Gorbachov, llovieron las hostias.

Pero amiguitos, remember Tlatelolco; nadie garantiza que éste Politburó será menos cabrón que el de 1989, y lo llevo diciendo con pesar a quién me quiera escuchar desde hace un par de años: con el dinero implicado y los intereses en juego, no dudo ni un momento que podamos ver a EE.UU. y a la UE defendiendo a la dictadura china frente a los manifestantes.

Seguiremos informando.

2 comentarios:

Jaime González, escritor y ninja en paro dijo...

Llevo bastante tiempo diciendo que el sistema economico chino esta bien para tirar unos años, pero que tiene un cuello de botella evidente. No puedes estar dependiendo eternamente de tus bajos sueldos para ser competitivo (a nosotros nos pasó) Me argumentaban por ahí que la cultura china evitaría las revueltas y demás, pero me parece a mi que antes que chinos son humanos, y si ves que solo 300 de 1300 millones de habitantes viven en la opulencia, mientras que el resto están jodidos si el arroz sube un 2% o las comunicaciones son un asco, pues te cags en la puta madre del sistema, del tao y de sus muertos.

Anónimo dijo...

Y no nos olvidemos de 1929, nosotros adoradores de los sistemas stalinianos. De 1929 a 1931 Mao lleva a cabo su primera gran purga. Aquí ya empieza a matar oficiales del ejército rojo por contrarrevolucionarios. Y la guerra civil estaba en un punto realmente chungo, los rojos habían pillado algo más de terreno y se estaban conformando como ejército, pero los malos todavía eran jodídamente fuertes.

Que la gente solo se acuerda del Maoísmo a partir del 49, pero veinte años antes mao ya era Mao, ya era dictador en su zona, máximo dirigente y se convirtío en ferviente estalinista...