Como mínimo una vez al mes quedo con mi gurú el Metalero después del trabajo y nos vamos a comer por ahí, generalmente guarreridas infectas tipo Kentucky. Éste estilo de vida no sólo me garantiza un infarto antes de los 35, sino que además prueba mi absoluta falta de criterio, prefiriendo filosofar/frikear con un amigo en lugar de hacer lo que tendría que estar haciendo, que es ir tras intelectuales modernas e intentar seducirlas.
Pero soy de una especie muy particular de hedonista, supongo.
Le decía al Metalero, delante del Pollo a la Salsa de Soja, Azúcar y Glutamato Monosódico del Cajun (que tiene de típico de Louisiana lo que yo de esquiador de fondo noruego) que, a pesar de ser miembro de un partido político y tener unas convicciones bastante arraigadas, no soy un buen predicador de mi pensamiento; en suma, que no sé hacer campaña electoral.
Yo consideraba (y considero) que es porque tengo la suerte de rodearme de gente que es intelectualmente superior a mí (y en el peor de los casos, vamos par a par). Y yo suelo pensar en éstos casos que éstas personas tienen unas convicciones políticas tan razonadas y sensatas como las mías. Y yo, por coherencia personal, siempre me he abstenido de discutir convicciones razonadas y sensatas.
Pero he pensado que puede haber gente cuyas convicciones razonadas y sensatas le pueden hacer dudar en el sentido de su voto. Es para ellas que va dedicado éste artículo.
Si está usted dudando entre PP y PSOE. Si ha llegado hasta aquí y aun sigue conservando el pensamiento racional, sacudámonos las manos, como diría Buentórax. Veamos los argumentos de mayor conflicto:
Economía. En una economía globalizada, viviendo dentro de la Unión Europea y en la zona euro, nuestra soberanía económica es muy, muy baja. Así que, por si no lo sabía, la crisis económica no es culpa del PSOE. La crisis económica es global; es una ola que debe ser montada. Las soluciones de uno y otro partido no son muy distintas; lo que cambia es el énfasis. El PP propone incentivar la inversión reduciendo los impuestos a quién tiene dinero para invertir; el hecho de que los que tienen dinero puedan usarlo para incentivar la economía china y no la nuestra es algo que no se les ha pasado por la cabeza. El PSOE intenta soluciones más directas, como ya expliqué.
Vivienda. Lo llevo diciendo desde 2004; el Gobierno central no puede hacer nada por solucionar el problema de la vivienda, porque es algo competencia de las autonomías y, sobre todo, de los ayuntamientos. En todo caso, el Gobierno lleva haciendo cosas bastante sensatas para incentivar una cultura del alquiler en España. Oí hace tiempo por la radio que el Plan de Alquiler del gobierno había sido un fracaso porque el 60% de los jóvenes prefería comprar a alquilar. En un país donde la cultura de la propiedad está tan arraigada como en España, que el 40% de los jóvenes prefieran alquilar muestra que algo está cambiando.
Inmigración. No sobra gente. Y, aunque sobrase, no podemos frenar literalmente la inmigración. Si teme usted por las plazas en los hospitales y colegios, en lugar de echarle la culpa al negro, ¿por qué no pregunta a su ayuntamiento y su comunidad autónoma por qué no hay más hospitales y colegios? Al fin y al cabo, los inmigrantes están pagando impuestos para poder utilizarlos.
Familia y Educación. Por mucho que los obispos se empeñen en decir lo contrario, el Gobierno no está en contra de la educación religiosa de los niños ni en contra de la familia cristiana. Considera, eso sí, que no corresponde al Estado el educar a los niños en la religión ni imponer un modelo de familia. ¿Cómo puede estar en contra de la familia un Gobierno que ha ampliado a todos los españoles la posibilidad de formar una? Respecto a la Educación para la Ciudadanía, lea el artículo anterior.
Terrorismo. Se ha de negociar. Si se pudiese acabar con ETA a hostias, Franco ya lo hubiera hecho. Y no sólo no lo hizo, sino que además le volaron al presidente del Gobierno por los aires. Enough said. Eso sí; ETA ya ha perdido el beneficio de las supuestas buenas intenciones. Cualquier negociación futura se hará con un bonito garrote al lado de la mesa.
Unidad de España. Mire, si a usted le preocupa eso, se lo digo desde ya: tiene usted mucho tiempo libre. ¡Preocúpese por cosas de verdad, hombre!
Si está usted dudando entre IU y PSOE. Aquí el argumento más lógico es el del voto útil. Nuestro sistema electoral es, indiscutiblemente, una mierda, pero mientras no cambie (y intente usted encontrar un sistema electoral que no pueda ser horriblemente manipulado por un gobierno conservador y luego me lo cuenta) es el que tenemos. Y si uno quiere que su voto tenga peso y utilidad, debería votar al PSOE.
Pero es un argumento tan pobre que me repugna hasta a mí, así que daré mi argumento personal. Aun existiendo un sistema electoral que permitiese dar peso parlamentario a Izquierda Unida, que permitiese gobiernos de coalición, yo votaría al PSOE. Porque IU representa a un voto de izquierda pura, que quiere llevar a España por la senda del progreso, sí, pero sin considerar a la gente que no quiere el cambio. Sí, es lo que puede pedirte el cuerpo: mandar a la mierda a los curas, a los fachas, a los ricos; patear al Carlangas del palacio, aborto libre y gratuito, todo lo que quiero yo para el futuro de España, ahora mismo, sin esperas. Pero no se gobierna un país de esa forma. Las cosas hay que hablarlas, discutirlas, considerarlas; entender al cura, entender al facha, entender al rico, que es un ciudadano como nosotros. Las pequeñas minorías, en un sistema democrático, deben ser escuchadas y pueden ser ignoradas; pero no se puede ir por la vida pasando de las grandes minorías. Y en España hay una derecha muy grande. No es negar a España el cambio; es llevarlo a un ritmo que todos podamos soportar.
Si está usted dudando entre IU y el PP. De dos una; o es usted un ejemplar de museo (en ese caso, llame para decirme donde está, el zoo me paga dinero) o es usted un desencantado del 95. Si no lo sabía, Felipe ya no es secretario general; han cambiado ciertas cosas. Infórmese acerca del PSOE, a lo mejor se sorprende.
Si usted está dudando entre un partido nacionalista y el PSOE. Mire, mi opinión en ese aspecto es muy sencilla: consulte el programa del partido nacionalista en cuestión e intente intuir qué es lo que hay detrás de tanta bandera. Si es un programa de derechas, lea el párrafo del PP. Si es de izquierdas, lea el párrafo de IU.
Si usted va a votar al Partido del Karma Democrático o al Partido Cannabis. Yo los chistes los hago con cosas menos importantes, pero allá usted.
Si usted está considerando quedarse en casa. Son tres las excusas generales para abstenerse:
a) No voy a votar porque no me interesa la política. Salvo que usted sea un ermitaño o un estilita (o sea, que vive encima de una columna, como Cánovas) la política no puede no interesarle. La política regula casi todos los aspectos de nuestra sociedad. Cuánto cuesta el kilo de ajos, si voy en coche o en autobús, pago o no por los libros de texto, todo eso y casi todo lo demás depende, de alguna manera o de otra, de la política. Y si ninguna de éstas cosas le interesa, debería prestar atención a cuánta droja consume.
b) No voy a legitimar al sistema votando. Excusa favorita de mucho pijopunki. Le informo, joven: si se abstiene de hacer nada, legitima al sistema igual. Si quiere deslegitimarlo, puede elegir la revolución armada (cosa no muy recomendable habida cuenta de que el Sistema tiene más armas y mejores) o votar para demostrar que hay una mayoría de gente que quiere cambiar el sistema. Quedarse en casa escuchando a Manu Chao no es precisamente la forma de cambiar el mundo.
c) Total, para lo que sirve. Pues sirve. Las mayorías las compone gente que tiene un sólo voto, igual que el suyo. Usted sabrá.
Pasemos ahora a las campañas que valen la pena: con ustedes, Kouichi Toyama:
Seguiremos informando.
Pero soy de una especie muy particular de hedonista, supongo.
Le decía al Metalero, delante del Pollo a la Salsa de Soja, Azúcar y Glutamato Monosódico del Cajun (que tiene de típico de Louisiana lo que yo de esquiador de fondo noruego) que, a pesar de ser miembro de un partido político y tener unas convicciones bastante arraigadas, no soy un buen predicador de mi pensamiento; en suma, que no sé hacer campaña electoral.
Yo consideraba (y considero) que es porque tengo la suerte de rodearme de gente que es intelectualmente superior a mí (y en el peor de los casos, vamos par a par). Y yo suelo pensar en éstos casos que éstas personas tienen unas convicciones políticas tan razonadas y sensatas como las mías. Y yo, por coherencia personal, siempre me he abstenido de discutir convicciones razonadas y sensatas.
Pero he pensado que puede haber gente cuyas convicciones razonadas y sensatas le pueden hacer dudar en el sentido de su voto. Es para ellas que va dedicado éste artículo.
Si está usted dudando entre PP y PSOE. Si ha llegado hasta aquí y aun sigue conservando el pensamiento racional, sacudámonos las manos, como diría Buentórax. Veamos los argumentos de mayor conflicto:
Economía. En una economía globalizada, viviendo dentro de la Unión Europea y en la zona euro, nuestra soberanía económica es muy, muy baja. Así que, por si no lo sabía, la crisis económica no es culpa del PSOE. La crisis económica es global; es una ola que debe ser montada. Las soluciones de uno y otro partido no son muy distintas; lo que cambia es el énfasis. El PP propone incentivar la inversión reduciendo los impuestos a quién tiene dinero para invertir; el hecho de que los que tienen dinero puedan usarlo para incentivar la economía china y no la nuestra es algo que no se les ha pasado por la cabeza. El PSOE intenta soluciones más directas, como ya expliqué.
Vivienda. Lo llevo diciendo desde 2004; el Gobierno central no puede hacer nada por solucionar el problema de la vivienda, porque es algo competencia de las autonomías y, sobre todo, de los ayuntamientos. En todo caso, el Gobierno lleva haciendo cosas bastante sensatas para incentivar una cultura del alquiler en España. Oí hace tiempo por la radio que el Plan de Alquiler del gobierno había sido un fracaso porque el 60% de los jóvenes prefería comprar a alquilar. En un país donde la cultura de la propiedad está tan arraigada como en España, que el 40% de los jóvenes prefieran alquilar muestra que algo está cambiando.
Inmigración. No sobra gente. Y, aunque sobrase, no podemos frenar literalmente la inmigración. Si teme usted por las plazas en los hospitales y colegios, en lugar de echarle la culpa al negro, ¿por qué no pregunta a su ayuntamiento y su comunidad autónoma por qué no hay más hospitales y colegios? Al fin y al cabo, los inmigrantes están pagando impuestos para poder utilizarlos.
Familia y Educación. Por mucho que los obispos se empeñen en decir lo contrario, el Gobierno no está en contra de la educación religiosa de los niños ni en contra de la familia cristiana. Considera, eso sí, que no corresponde al Estado el educar a los niños en la religión ni imponer un modelo de familia. ¿Cómo puede estar en contra de la familia un Gobierno que ha ampliado a todos los españoles la posibilidad de formar una? Respecto a la Educación para la Ciudadanía, lea el artículo anterior.
Terrorismo. Se ha de negociar. Si se pudiese acabar con ETA a hostias, Franco ya lo hubiera hecho. Y no sólo no lo hizo, sino que además le volaron al presidente del Gobierno por los aires. Enough said. Eso sí; ETA ya ha perdido el beneficio de las supuestas buenas intenciones. Cualquier negociación futura se hará con un bonito garrote al lado de la mesa.
Unidad de España. Mire, si a usted le preocupa eso, se lo digo desde ya: tiene usted mucho tiempo libre. ¡Preocúpese por cosas de verdad, hombre!
Si está usted dudando entre IU y PSOE. Aquí el argumento más lógico es el del voto útil. Nuestro sistema electoral es, indiscutiblemente, una mierda, pero mientras no cambie (y intente usted encontrar un sistema electoral que no pueda ser horriblemente manipulado por un gobierno conservador y luego me lo cuenta) es el que tenemos. Y si uno quiere que su voto tenga peso y utilidad, debería votar al PSOE.
Pero es un argumento tan pobre que me repugna hasta a mí, así que daré mi argumento personal. Aun existiendo un sistema electoral que permitiese dar peso parlamentario a Izquierda Unida, que permitiese gobiernos de coalición, yo votaría al PSOE. Porque IU representa a un voto de izquierda pura, que quiere llevar a España por la senda del progreso, sí, pero sin considerar a la gente que no quiere el cambio. Sí, es lo que puede pedirte el cuerpo: mandar a la mierda a los curas, a los fachas, a los ricos; patear al Carlangas del palacio, aborto libre y gratuito, todo lo que quiero yo para el futuro de España, ahora mismo, sin esperas. Pero no se gobierna un país de esa forma. Las cosas hay que hablarlas, discutirlas, considerarlas; entender al cura, entender al facha, entender al rico, que es un ciudadano como nosotros. Las pequeñas minorías, en un sistema democrático, deben ser escuchadas y pueden ser ignoradas; pero no se puede ir por la vida pasando de las grandes minorías. Y en España hay una derecha muy grande. No es negar a España el cambio; es llevarlo a un ritmo que todos podamos soportar.
Si está usted dudando entre IU y el PP. De dos una; o es usted un ejemplar de museo (en ese caso, llame para decirme donde está, el zoo me paga dinero) o es usted un desencantado del 95. Si no lo sabía, Felipe ya no es secretario general; han cambiado ciertas cosas. Infórmese acerca del PSOE, a lo mejor se sorprende.
Si usted está dudando entre un partido nacionalista y el PSOE. Mire, mi opinión en ese aspecto es muy sencilla: consulte el programa del partido nacionalista en cuestión e intente intuir qué es lo que hay detrás de tanta bandera. Si es un programa de derechas, lea el párrafo del PP. Si es de izquierdas, lea el párrafo de IU.
Si usted va a votar al Partido del Karma Democrático o al Partido Cannabis. Yo los chistes los hago con cosas menos importantes, pero allá usted.
Si usted está considerando quedarse en casa. Son tres las excusas generales para abstenerse:
a) No voy a votar porque no me interesa la política. Salvo que usted sea un ermitaño o un estilita (o sea, que vive encima de una columna, como Cánovas) la política no puede no interesarle. La política regula casi todos los aspectos de nuestra sociedad. Cuánto cuesta el kilo de ajos, si voy en coche o en autobús, pago o no por los libros de texto, todo eso y casi todo lo demás depende, de alguna manera o de otra, de la política. Y si ninguna de éstas cosas le interesa, debería prestar atención a cuánta droja consume.
b) No voy a legitimar al sistema votando. Excusa favorita de mucho pijopunki. Le informo, joven: si se abstiene de hacer nada, legitima al sistema igual. Si quiere deslegitimarlo, puede elegir la revolución armada (cosa no muy recomendable habida cuenta de que el Sistema tiene más armas y mejores) o votar para demostrar que hay una mayoría de gente que quiere cambiar el sistema. Quedarse en casa escuchando a Manu Chao no es precisamente la forma de cambiar el mundo.
c) Total, para lo que sirve. Pues sirve. Las mayorías las compone gente que tiene un sólo voto, igual que el suyo. Usted sabrá.
Pasemos ahora a las campañas que valen la pena: con ustedes, Kouichi Toyama:
Seguiremos informando.
2 comentarios:
Pues muy bien, como acostumbra ya (otros por acabar de una puñetera vez la carrera actualizamos menos que la carta de ajuste de la TVE... por cierto, ¿ha tenido el polacer de verla?)
Una cosa:
Se le ha pasado consicente o inconscientemente por alto la alternativa Rosa Diez? Mas que nada porque parece alternativaquita votos REAL tambien, pues ya se asegura 1 escaño al menos por Madrid, y eso pa un partido nuevo son muchos votos...
PEDIRIA -por pedir...- UNA ACTUALIZACION
Otra razon para quedarse en casa: porque los de la embajada, por segunda vez, han enviado los papeles a una direccion 'equivocada' (se lo cree su madre, yo no).
Asi que como me han dejado con el voto en la mano, como quien dice, mi deseo es que en el 2012: a) tengamos mas opciones y mejores (que me perdone quien se ofenda) y b) me dejen votar de una vez. Y como alguien hable de reformar el cuerpo diplomatico, se lleva mi voto.
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