El señor Rey Carmesí (bienvenido) comentó el artículo anterior:
Es recomendable dar una ojeada a la película The Corporation, que si usted es un buen izquierdoso ya habrá visto alguna vez en alguna parte. Éste documental se basa en una premisa: las empresas en Estados Unidos, las corporaciones, tienen el carácter de "personas jurídicas", es decir, según la ley, son personas. De ahí, la película pasa a analizar el carácter de éstas "personas" desde un punto de vista estrictamente psiquiátrico. Digno de mencionar y de ver.
Seguiremos informando.
La crisis de valores es una engañifa ideológica que oculta la verdadera tragedia de nuestra cultura: que los valores económicos y utilitaristas (y no me estoy refiriendo a la espléndida y muy igualitarista teoría desarrollada por los ingleses del XIX, sino al más zafio y egoísta del neo-liberalismo actual) han sustituído a los humanistas en todas las facetas de la vida.Antes que nada, la lengua castellana proporciona una palabra tan simple como adecuada para definir el valor fundamental que mueve al neocapitalismo: codicia. Greed is good, como decía Gordon Gekko (Michael Douglas) en Wall Street. Pero salvo algunos kamikazes, pocos asumen la codicia como el valor positivo que, en la práctica, es en el mundo orientado por éstos principios económicos. Pero las corporaciones capitalistas, por sus comportamientos y acciones, no pueden obviar que la codicia es el motor principal de su comportamiento. Así pues, utilizan el poder de la propaganda para arrogarse valores positivos.
Es recomendable dar una ojeada a la película The Corporation, que si usted es un buen izquierdoso ya habrá visto alguna vez en alguna parte. Éste documental se basa en una premisa: las empresas en Estados Unidos, las corporaciones, tienen el carácter de "personas jurídicas", es decir, según la ley, son personas. De ahí, la película pasa a analizar el carácter de éstas "personas" desde un punto de vista estrictamente psiquiátrico. Digno de mencionar y de ver.
Seguiremos informando.
1 comentario:
Muchas gracias por la recomendación. A un freudiano como yo seguro que le encanta. En la espalda de mi mulita quedará pendiente...
Con Dios. Rey Carmesí.
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