Primero y antes de nada, y por más que me pese, Rubiano tiene razón: la prohibición de los partidos (anti-)políticos éstos vicia el resultado electoral desde el principio. En todo caso, sólo un 9 por ciento de los vascos se ha empeñado en tirar su voto eligiendo la papeleta ilegalizada de Democracia 3 Millones (¿3 millones de qué? Porque, aunque fuesen legales, me temo que votos no; ni vascos tampoco) lo que prueba que el 91% de los vascos no hacen caso a sus mandangas; además, se quiera o no, la ilegalización ha viabilizado a Aralar como fuerza política, aunque llega tarde.
Aquí sí estamos todos de acuerdo: El PSE ha sido el ganador de la noche, por lo que desde aquí procedemos a felicitar a Patxi López, y a mi estimado amigo Hidalgo, que ha vivido todo ésto desde Bilbo capital. La estrategia del PNV de acercarse al independentismo ha sido bien recibida pero no lo suficiente para compensar el inmenso hueco en el centro que Ibarretxe ha dejado con sus planecicos, hueco que el PSE se ha llevado de calle.
La prensa de derechas se ha apresurado a asumir la victoria como propia, obviando el hecho de que Patxi López ha ganado obviando la necesidad de pactar con la derecha españolista y dejando abiertas todas las posibilidades.
¿Qué preferimos desde aquí? Pues una reedición del pacto del 86: Patxi en la Lehendakaritza con una mayoría de consejeros del PNV, conservando el PSE Interior, Justicia, Educación y Obras Públicas. Dudo que ocurra: por otra parte; ganando en votos y escaños, el PNV no querrá menos que el gobierno, y el PSE no va a conformarse con otra cosa que con ver a López entrar en Ajuria Enea.
Quedan entonces el PP y UPyD, y la estrategia aquí está clara: se mira pero no se toca. Gobierno monocolor, please: y en el caso nefasto de que el PP vasco se ponga farrucaire (que, conociendo a ésta alegre muchachada, es el caso que se va a dar) mantenerles lejos de cualquier consejería importante: sobre todo de Interior. Y al de UPyD, ni agua: a ver si tienen huevos a llevar la contraria y votar con Aralar.
Pero bueno, de eso se hablará luego. Ahora, tómense una tortilla de bacalao y un pacharán a mi salud.
Seguiremos informando.
Aquí sí estamos todos de acuerdo: El PSE ha sido el ganador de la noche, por lo que desde aquí procedemos a felicitar a Patxi López, y a mi estimado amigo Hidalgo, que ha vivido todo ésto desde Bilbo capital. La estrategia del PNV de acercarse al independentismo ha sido bien recibida pero no lo suficiente para compensar el inmenso hueco en el centro que Ibarretxe ha dejado con sus planecicos, hueco que el PSE se ha llevado de calle.
La prensa de derechas se ha apresurado a asumir la victoria como propia, obviando el hecho de que Patxi López ha ganado obviando la necesidad de pactar con la derecha españolista y dejando abiertas todas las posibilidades.
¿Qué preferimos desde aquí? Pues una reedición del pacto del 86: Patxi en la Lehendakaritza con una mayoría de consejeros del PNV, conservando el PSE Interior, Justicia, Educación y Obras Públicas. Dudo que ocurra: por otra parte; ganando en votos y escaños, el PNV no querrá menos que el gobierno, y el PSE no va a conformarse con otra cosa que con ver a López entrar en Ajuria Enea.
Quedan entonces el PP y UPyD, y la estrategia aquí está clara: se mira pero no se toca. Gobierno monocolor, please: y en el caso nefasto de que el PP vasco se ponga farrucaire (que, conociendo a ésta alegre muchachada, es el caso que se va a dar) mantenerles lejos de cualquier consejería importante: sobre todo de Interior. Y al de UPyD, ni agua: a ver si tienen huevos a llevar la contraria y votar con Aralar.
Pero bueno, de eso se hablará luego. Ahora, tómense una tortilla de bacalao y un pacharán a mi salud.
Seguiremos informando.
1 comentario:
Un dato importante que se comenta es el voto (más o menos) en masa de la Ertzantza por el PSE.
Publicar un comentario