Éstos días los trabajadores del metro de Madrid están en huelga. El motivo es, naturalmente, la intención confiesa y manifiesta de Espe de aprovechar cualquier resquicio legal para, dentro de su discutible filosofía económica, privatizar Metro de Madrid, posiblemente a algún amigo de alguno de sus vicepresidentes; y dentro de ese plan, recortar gastos todo lo posible con el fin de hacer del servicio algo tan deleznable que la Comunidad de Madrid (siempre preocupada ella) no pueda hacer otra cosa sino entregárselo a la iniciativa privada, que tan eficiente se demuestra en sus cosas.
Pero lo que me ha sorprendido (y me lleva sorprendiendo un buen tiempo) es que en las estaciones, trenes e instalaciones de Metro las únicas indicaciones de que los trabajadores están en huelga son las indicaciones por parte de la compañía de que pueden producirse paros. En ninguna parte he visto una explicación al ciudadano de los motivos que llevan a los trabajadores a parar. No sé si es por la intervención de la seguridad de la empresa (en cuyo caso sería coartar el derecho a la huelga) o por estrategia del sindicato, pero el caso es que, a ojos del ciudadano, la huelga no tiene explicación alguna.
Y eso es un error tremendo por parte de los organizadores. La huelga es una inconveniencia a los ojos del ciudadano: es obligación de quién la convoca expresar claramente los motivos. Si uno se va a movilizar, si uno va a intentar llamar la atención, no puede dejar que la dirección haga pasar lo que es un movimiento social al mismo nivel que un corte de electricidad. Hace inútil la huelga y pone a la ciudadanía en tu contra.
Y hace que parezca que los huelguistas lo que hacen es tomarse un día libre a expensas de su derecho constitucional a protestar. Que espero que no sea lo que estén haciendo. Las cosas están demasiado mal como para tomárselo a broma.
Seguiremos informando.
Pero lo que me ha sorprendido (y me lleva sorprendiendo un buen tiempo) es que en las estaciones, trenes e instalaciones de Metro las únicas indicaciones de que los trabajadores están en huelga son las indicaciones por parte de la compañía de que pueden producirse paros. En ninguna parte he visto una explicación al ciudadano de los motivos que llevan a los trabajadores a parar. No sé si es por la intervención de la seguridad de la empresa (en cuyo caso sería coartar el derecho a la huelga) o por estrategia del sindicato, pero el caso es que, a ojos del ciudadano, la huelga no tiene explicación alguna.
Y eso es un error tremendo por parte de los organizadores. La huelga es una inconveniencia a los ojos del ciudadano: es obligación de quién la convoca expresar claramente los motivos. Si uno se va a movilizar, si uno va a intentar llamar la atención, no puede dejar que la dirección haga pasar lo que es un movimiento social al mismo nivel que un corte de electricidad. Hace inútil la huelga y pone a la ciudadanía en tu contra.
Y hace que parezca que los huelguistas lo que hacen es tomarse un día libre a expensas de su derecho constitucional a protestar. Que espero que no sea lo que estén haciendo. Las cosas están demasiado mal como para tomárselo a broma.
Seguiremos informando.
1 comentario:
Encima de la visión carpetovétonica que parece tener el español medio de lo que es una huelga, en especial una huelga DE OTRO, y de como tomársela, tenemos por aquí unos "organizadores" -Por decir algo- que no nos los merecemos.
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