jueves, 19 de marzo de 2009

Espe o el madrileñismo mal entendido

Como ustedes probablemente sepan, tengo por ésta capital la fe del converso. Madrid es mi ciudad, es mi casa, y tarde o temprano la echo de menos y quiero volver. Pero siendo un madrileñista de pro como soy, razón de más para sentirme sensible ante aquellos que lo malinterpretan y hacen que tenga mala fama. Y ésto es, como no, una excusa para meterme, una vez más, con la Condesa Cardada.

El madrileñismo mal entendido es, simple y llanamente, considerar que toda España tiene que ser como Madrid. Se debe hablar como en Madrid, comportarse como en Madrid, y pensar como en Madrid, porque, total, Madrid es la capital de España y vivir madrileñamente es la forma correcta (¡más que eso!, ¡la única forma!) de vivir. Ésta inepcia de comprender que hay vida más allá de Somosierra es la forma más nefasta de provincianismo, y es de admirar como hay gente que adopta ésta línea de pensamiento con entusiasmo.

Dentro del programa de madrileñización de España que Espe financia con su dinero, señora, está la insufrible campaña que durante el año pasado nos taladró una y otra vez en la cabeza que el día 2 de mayo de 1808 todos los residentes de ésta santa capital se unieron para convertirse en madrileños, lo que viene a decir que todos se unieron para convertirse en españoles. En realidad, el 2 de mayo fue un motín popular de los que ocurren en las capitales del mundo de toda la vida de Dios, pero Espe se las dio de Galdós y lo consideró (y así lo hizo saber) un momento de sublime exégesis patria.

La piece de resistance de tan magna campaña propagandística fue darle 15 (quince) millones de euros españoles a José Luis Garci para que hiciese una película a mayor gloria del madrileñismo triunfante. Es innecesario decir que Garci no es Leni Riefenstahl, y el flim, Sangre de Mayo (y olé) tenía el indudable problema de que, además de propaganda, era mala propaganda. Había que ser über-esperancista para tragarse esa bazofia, y la recaudación no superó los 800.000 euros.

Pero es que encima, Espe tiene el rostrus máximus de decir que dado que el ICAA no da dinero a Garci para doblar la película al inglés, está coartando la aparición en festivales y la distribución internacional de la película, lo cuál es una prueba más del sectarismo de ZP, etcétera, etcétera. Por una parte hay que darle la razón a la Condesa Cardada: si el ICAA ha dado dinero a FBI: Frikis buscan Incordiar y a Desde que amanece, apetece, el nibel (sic) de nuestras subvenciones al cinema es perfectamente capaz de incluir la pinícula de Bizcomán, pero permítanme tres anotaciones:

Primero: ¿Qué hace pensar a José Luis Garci que los extranjeros van a considerar bueno lo que en nuestra patria es considerado un soberbio truño?

Segundo: ¿Está seguro que no le queda nada de nada de dinero?

Tercero, y posiblemente lo más importante: ¿Es que nadie ha avisado a Espe que no hay país anglófono alguno en el que las películas en lengua extranjera se exhiban en salas dobladas? ¿E igualmente, que salvo quizás en el Festival Internacional de Cine de East Greenboro, Nebraska, tampoco se exhiben dobladas en festivales? ¿Es que ésta señora no tiene vergüenza ajena?

Gruño de frustración. Gruño.

Seguiremos informando.


1 comentario:

coprophagic proctologist dijo...

Eso y lo de Sara Mago hacen que nuestro maestrillo alabastrero Miguel I de Corella, sea un erudito al lado de esa bazofia humana. ¡Ah! y canta rancheras freestyle