jueves, 19 de marzo de 2009

No vayamos a dar ideas

Éste debe ser un caso único en la historia militar de la OTAN: España se va de Kosovo, en mi opinión, exclusivamente por una cuestión de política nacional.

Partamos de la base: Lo que era una fuerza de interposición para impedir que serbios y albaneses se matasen entre sí ha pasado a ser específicamente una fuerza militar para garantizar la independencia de Kosovo, lo que viene ser meterle el dedo en el ojo a Serbia, lo que viene a ser meterle el dedo en el ojo a Rusia, que es lo que viene a ser el Objetivo Primordial de la OTAN de Toda la Vida™. Y España no está de acuerdo.

Y no es porque nos guste especialmente Serbia o Rusia (con su rica fauna), pero porque la presencia militar implica que el Estado español aprueba de facto una declaración unilateral de independencia. Ups. Mala idea.

Así que no sólo no reconocemos la independencia de Kosovo (lo que hace que los serbios nos celebren por las calles) sino que además damos otra vuelta de tuerca; no lo dejamos en un gesto de cara a la galería; nos vamos por coherencia.

Y, sinceramente, me parece bien. El esfuerzo por dotar a la OTAN de un contenido tras la Guerra Fría la ha convertido en un arma política para cualesquiera objetivos que el eje atlantista se plantee: y eso no es papel para un país democrático. Al menos tenemos el valor de demostrarlo.

Seguiremos informando.


1 comentario:

supersalvajuan dijo...

Tenían que haberse ido mucho antes.